Los hombres también se enamoran

21.

Cuando una clara luz atraviesa mi ventana, me quedo tumbado en la cama pensando en todo lo que había ocurrido anoche. Cuando llegué a casa, mi móvil estaba repleto de mensajes preguntándome que había pasado en la fiesta, por lo que decidí ignorar los mensajes e irme a dormir, pero ahora al levantarme decidí contestar a mis amigos para que supiesen que estaba bien ya que se habían quedado preocupados cuando me fui de la discoteca.

Decido irme a dar una vuelta. Me levanto de la cama y voy al armario para coger unos pantalones tejanos y una camiseta negra de manga corta. Cuando me he vestido, cojo el casco de la moto junto a las llaves para salir de casa.

Al salir por la puerta, veo como unos ojos preciosos se me quedan mirando proviniendo de la puerta de enfrente.

-Hola.- me dice la chica saliendo ella también de su casa y dirigiéndose hacia la calle.

-Hola...-digo con la voz entrecortada.

-¿Te encuentras bien? Después de lo de anoche no creo que estés bastante bien la verdad.- dice la chica señalando hacia la puerta de la calle. Fuera se encontraba Christian con un gran moratón en el ojo y mirando hacia nosotros.

-Nunca entenderé porque sigues yendo con él.- digo sin quitar ojo de la puerta donde se encontraba el chico- Deberías saber que todo lo que hizo fue para conseguirte a ti sin importar lo que tuviera que hacer.

-Si pero por mucho que digas, él no va dando palizas en las discotecas, ni lo van echando de los sitios por mal comportamiento.- dice la chica mirándome muy seria. En ese momento la chica se gira y toma dirección hacia la calle.

-Espera.-digo con intención de retenerla un poco más para que no se fuera con el otro.-¿Es verdad que te has acostado con él?

En ese momento la chica se gira y se acerca hasta estar a centímetros de mí.

-Deberías saber que tú has sido el único con el que me he acostado.- al acabar esas palabras, la chica se gira y esta vez si que sale por la puerta, desapareciendo así con el chico.

Me dirijo a coger el ascensor. Mientras bajo por este, no paro de pensar. Si ella dice que soy el único, ¿Por qué me dijo el otro que también se había acostado con ella?

Laia

Salgo por la puerta con Christian para dirigirnos a su moto. Habíamos quedado para ir a tomar algo ya que anoche no habíamos podido disfrutar de la fiesta por la bronca que tuvieron Iván y él.

-¿Qué quería?- me dice el chico mientras íbamos hacia la moto.

-Nada solo nos hemos encontrado al salir de casa y me ha dicho que si me había acostado contigo ¿No sabrás porque lo dice no?- aunque no creyera a Iván, sabía que esa estupidez no se le habría ocurrido a él por si solo, y mucho menos sabiendo que él fue especial para mí y por mucho que me hiciera daño no me iría acostando con otro a la mínima de cambio como seguro estaría haciendo él.

-No.-dice el chico poniéndose el casco y dándome el mío para que me lo pusiera.

Al subirnos a la moto, vemos salir a Iván por la puerta del garaje y me lo quedo mirando mientras Christian se apresura a adelantarlo y se adelanta a él. Cuando llegamos a una de las calles donde solíamos ir a tomar algo, el chico aparca la moto y me bajo de ella.

Entramos a un local, que había conocido gracias a Christian, y vemos como a lo lejos están sus amigos sentados en una mesa. Sus amigos no eran de mi agrado sinceramente, pero Christian se pasaba casi cada día con ellos, por lo que si quería estar un rato con él, tenia que aprovechar esos momentos.