Llevábamos quince minutos en los cuales ninguno de los cinco había formulado palabra desde que Laia había salido del lavabo y se había encontrado con Paula justo enfrente de ella. El más perjudicado en esta situación era yo y eso se notaba cuando todo el rato las dos chicas me miraban y yo no sabía que decir.
-Creo que será mejor que me vaya.-dice la rubia.-Soy la que menos pinta aquí.
-No quiero que te vayas.-digo mirando como retrocedía hacia la puerta.-No quiero que nadie se vaya. Pero, ¿me podéis hacer un favor? Quiero quedarme a solas un momento con Paula.-miro a Laia con cara de lástima y esta no me mira, simplemente se dirige a salir por la puerta y miro a Miriam para que vaya en su busca.
En cuanto todos habían salido de la habitación me quedo mirando a mi ex y esta se acerca a los pies de mi cama.
-¿Por que has venido?-me iba a costar bastante esta conversación, me lo estaba viendo venir.-Esperaba a cualquier persona. A cualquier persona menos a ti.
-¿Quieres que me vaya?
-Quiero que me digas porque vienes a verme al hospital cuando no eres capaz ni de mirarme a la cara cuando nos vemos por la calle.-sí con esta conversación no lloraba, es porque no tengo corazón.
-Sí Miriam no me hubiera dicho lo que te pasaba no lo hubiera sabido, pero en cuanto me he enterado tenía que venir, necesitaba saber que estabas bien. Pero bueno, veo que estas bien y que estas bien acompañado.-veo como la chica agacha la cabeza y me viene perfecto porque en ese momento mis ojos estaban completamente mojados.-Así que sí quieres me puedo ir.-En ese momento no aguanto más y mis lágrimas corren por mis mejillas y cojo la almohada para taparme la cara ya que no me gusta que me vean llorar.
En ese momento una mano coge la mía y noto como me la acaricia suavemente.
-Te quiero.-En ese momento noto como el corazón se me paraliza y como mis lágrimas salen con más ritmo de mis ojos. Quito la almohada de mi cara y me quedo mirando a la chica morena que estaba a mi lado y que me estaba acercando sus dedos para limpiarme las lágrimas.-Se que han pasado seis meses y que los dos hemos tenido relaciones con gente, pero ¿que puedo decir? No soy capaz de olvidarte y ver a la chica que estaba aquí en la habitación ha echo que me haya muerto de celos aquí mismo.
-Paula, por favor, vete.-miro a la chica con los ojos completamente mojados. No podía hacer nada. ¿Llevaba seis meses intentando olvidarla y ahora me venía con esto? Esta claro que yo también la quiero, pero me prometí que quería pasar página y ahora que había aparecido Laia en mi vida lo estaba consiguiendo.
-Lo siento. Se que ha sido un error venir a verte y haberte dicho esto, pero ya sabes como soy y necesitaba decirte todo esto. Espero que algún día volvamos a ser aquellos amigos que éramos hace tiempo.-Miro a la chica y intentó pronunciar palabra, pero de mi boca no sale nada. Veo como la chica agacha la cabeza y se dirige hacia la puerta.
En cuanto Paula sale por la puerta, David entra a la habitación y, al ver mi cara, no hace falta que me pregunte como ha ido la conversación.
-Laia se ha ido.-me quedo mirando al chico.-Miriam ha intentado que se quedara pero se ha puesto a llorar y se ha marchado. Sólo ha dicho que a la noche le mandaras un mensaje que quería hablar contigo.
-Gracias, pero ahora mismo necesito estar sólo, ¿Nos vemos mañana?-el chico asiente y le intento sonreír.-despídete de Miriam por mi por favor.-el chico sale de la habitación y me quedo sólo, pensando en lo que acababa de ocurrir.
Era de noche. Mi madre estaba tumbada en un sofá que había en la habitación y yo estaba con el móvil enviándole mensajes a Laia:
-Necesito hablar contigo. No ha pasado nada, sólo que quería hablar con ella y preguntarle porque había venido.
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Los hombres también se enamoran
Teen Fiction¿Qué pasaría sí un día llegas a casa de mal humor y te das cuenta de que algo a cambiado en tu alrededor, no sé, por ejemplo, que ha aparecido una vecina de la misma edad que tu en el piso de al lado y que te vuelve loco?