Iván
Ya había pasado Navidad y con ello la cena familiar. Durante esa cena había estado con mi abuela mis tíos y mis primos que hacia meses por no decir años que no los veía. Mi abuela me había dado dinero que pensaba gastar en ropa y mis tíos me habían comprado una sudadera Vans verde con letras blancas y unas bambas Nike rojas y negras.
Durante la cena el móvil no me había parado de sonar en el bolsillo del pantalón con mensajes de gente felicitándome la Navidad y preguntando por los regalos que me habían dado. Toda la gente menos Laia. Estaba rara últimamente, desde que me fui no habíamos hablado nada. Sabía que estaba con su familia que no la veía desde que se mudó pero no me creía que no hubiera tenido ningún momento para mandarme un mensaje como yo hice para que supiera que había llegado bien.
Pero ya habían pasado las fiestas, almenos la primera parte como yo la llamaba. Esta primera parte consistía en noche buena, Navidad y San Esteban que eran las fiestas que solía pasar con la familia de mi padre. La segunda parte de las fiestas eran las que consistían en noche vieja año nuevo y reyes que eran las que pasaba con mi madre y las que por otra parte celebraba más ya que la Navidad no me gustaba y sólo celebraba año nuevo. Eso sí, los regalos los cogía siempre.
Estaba en la estación esperando a que llegara el autobús que me llevaría a mi casa cuando mi móvil suena y veo en la pantalla que era un mensaje de Laia. "Después de seis días por fin se acuerda de mi..."
-Ya he llegado a casa, cuando llegues vente.
Habíamos quedado en ir de fiesta con todos una vez nos hayamos tomado las uvas por la noche, pero antes quería verla después de toda la semana sin ella.
El autobús llegaba con media hora de retraso, cosa que hacia que mi estómago rugiera con más fuerza cada vez por lo que decidí ir a una de las máquinas a comprarme un refresco con una galletas de chocolate. Cuando el autobús llego, pague y subí con la maleta pequeña que había bajado con la ropa para las fiestas y me senté al fondo del todo junto a una chica morena y ojos verdes guapísima. Cuando me senté, me puse mis auriculares y me puse a mirar por la ventanilla, más bien con la mirada perdida pensando en mis cosas.
Laia
En poco más de una hora Iván llegaría a su casa por lo que vendría a saludarme. Durante toda la semana había estado pensando en el momento en el que le vería. Confiaba en él pero no conseguía sacarme el mensaje de la cabeza. "¿Y sí es verdad? ¿Y si sólo me utiliza para acostarse conmigo?".
Estaba en la mesa comiendo con mis padres cuando pensando en todo cuando la puerta de la calle suena. Mi madre se levanta para ir a abrir pero yo sigo mirando mi plato de spaguettis que ni siquiera había probado.
-Hola.-la voz era de la madre de Iván que estaba entrando por la puerta. Cuando la veo me extraño pero me levanto para darle dos besos.
-¿Va todo bien?-pregunto todavía extrañada por que viniera
-Sí, hija sí, sólo venía a que tu madre me dejara una olla que le presté antes de que os fuerais.-eso me tranquilizo un poco más y me senté de nuevo en la mesa con los spaguettis.-por cierto, Iván ya ha vuelto, esta duchándose ahora, sí quieres pásate luego a verle.-dice la mujer saliendo por la puerta con la olla.
"Genial, ya está aquí..."
Iván
Nada más llegar a mi casa, me había metido en la ducha ya que había llegado completamente muerto después de horas que había tardado el autobús en llegar puesto que habíamos pillado un accidente en medio de la carretera y entre la espera y la calor que me llegaba desde la ventana estaba completamente al borde de la insolación.
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Los hombres también se enamoran
Novela Juvenil¿Qué pasaría sí un día llegas a casa de mal humor y te das cuenta de que algo a cambiado en tu alrededor, no sé, por ejemplo, que ha aparecido una vecina de la misma edad que tu en el piso de al lado y que te vuelve loco?