11.

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Laia

Cuando llegué a casa después de estar en casa de Iván y en la de su hermana, entré en casa como sí nada. Llevaba toda la tarde fuera, aunque en realidad estaba en el piso de arriba pero por la cara que han puesto al verme no veo mucha alegría. Me voy hacia la habitación y les dejo en el comedor, se que sí me quedo me echarán bronca y no me apetece.

A la hora de cenar, me siento en la mesa junto a mi madre y con mi padre enfrente de mi.

-¿Pasa algo? Desde que he llegado os noto tensos conmigo-digo mirando a mi madre que estaba a mi derecha.-¿Es por Iván?-en ese momento mi madre me aparta la mirada y la fija en el plato de pescado que tenía delante.

-No nos gusta ese chico. El tiempo que ha estado en el hospital no te has separado de su lado.-No me creía que me estuvieran diciendo esto.-Te estas distrayendo de tus estudios y encima,¿tu has visto como se pelea con su madre? ¿qué puedes esperar de una persona que trata así a su madre?

-¿Perdón? ¿Me estas diciendo con quien me tengo que juntar en mi vida?-miro a mi padre con la peor cara.- y por cierto, igual que el tiene peleas con su madre tu tienes las mismas mil veces peor con tu mujer, así que antes de juzgar mírate a ti primero.-en ese momento me levanto de la mesa cojiendo el plato donde había puesto la cena y me dirijo a la cocina. Al llegar a la cocina dejo el plato en el fregadero y me pongo a fregarlo junto al vaso que había usado para cenar y los cubiertos con los que había comido. Mi madre entra en la cocina con la cabeza agachada y ni siquiera le dirijo la palabra.

-No tienes que ser así con tu padre, el sólo intenta preocuparse por ti. Tus notas han bajado este trimestre respecto al año pasado, y es verdad que este año es mucho más difícil, pero sólo por eso deberías esforzarte más y estas haciendo todo lo contrario.

-Mamá.-con ella era la única persona con la que no podía discutir. Quitando a Iván.-¿Que veis de malo en que me junte con Iván? Es una persona maravillosa y tu lo sabes, lo conoces, pero mi padre no. Él no puede juzgarlo y en cambio tu no eres capaz de defenderme.-mi madre deja su plato en el fregadero donde yo estaba fregando mi plato y aprovecho para fregar sus cosas.- Lo que más me duele es que echéis las culpas de mis notas a la persona que menos culpa tiene. La única persona soy yo. Pero, ¿eso es lo que queréis? ¿Queréis que me olvide de Iván? Pues eso no pasará.

-Sólo te pido que lo pienses. Que eres joven y te queda mucho por delante aún. Yo estuve contigo cuando te pasó todo eso con Miguel y fui yo quién se comió tus lágrimas, ¿recuerdas? No quiero que te vuelva a pasar lo mismo de nuevo.

Mire el reloj que había en la mesita de noche. Eran más de las 12. Llevaba más de tres horas en la cama con los ojos abiertos como platos sin poder dormir pensando en lo que me había dicho mi padre."¿Porque me tiene que decir con quien tengo que juntarme?" y lo peor, no me deja juntarme con la persona con la que quiero estar.
Cojo el móvil para mirar los mensajes pendientes y veo que Iván me había mandado mensajes a la hora en la que me había peleado con mis padres.

-¿Va todo bien? Te escucho chillar desde aquí

Veo como el chico está conectado y aprovecho para hablar con él.

-Tranquilo una pelea con mi padre. ¿Qué haces aún despierto?

-¿Segura? Pues nada, que no podía dormir y he aprovechado para leer un rato.

-Ya somos dos. Bueno menos en lo de leer jaja.-La verdad es que no me gustaba leer nada pero a Iván le encanta y muchas veces estando con el chico me había peleado porque hacia más caso al libro que a mi.

-Jaja. ¿Quieres que quedemos mañana? No tengo nada que hacer y me apetece estar contigo sin tener cables conectados.

-Perfecto. Mañana nos vemos. Creo que me voy a dormir buenas noches.


Iván

Noto como mi sobrino me despierta y no puedo evitar reírme.

-¿Esto de despertarme cada sábado va a convertirse en rutina? Porque la idea no me gusta nada.

-Esque quería jugar a fútbol.

-Pues tranquilo que hoy nos vamos a ir al campo para poder jugar.

Mientras me visto dejo que mi sobrino vea la tele. Una vez vestido cojo la pelota que tenía guardada en la terraza y me ato las bambas para irnos. Justo en el momento que abro la puerta para dejar salir al pequeño, la puerta de enfrente se abre dejándome ver al padre de Laia. Le sonrio en modo de saludo ya que tenía las manos ocupadas con mi sobrino y la pelota y que en los labios llevaba las llaves para cerrar. El hombre me mira serio y cierra la puerta no sin antes asomarse en el interior de su casa y decir:

-Laia, tu amiguito está aquí.-En ese momento me di cuenta que la discusión que tuvieron ayer fue por mi culpa. En ese momento la chica sale por la puerta y me mira con una sonrisa.

-Hola. Nos vamos al campo de fútbol. ¿Te quieres venir?

-Encantada. Vamos.

Mientras mi sobrino daba patadas a la pelota marcando y marcando al portero imaginario que el se había imaginado, Laia y yo nos sentamos en uno de los bancos que había justo al lado y le pregunto por la conversación que tuvo ayer con su padre.

-Según él eres mala compañía y que por tu culpa estoy bajando de notas.

-Ahora entiendo la cara de asco que ha puesto al verme.-la miro y la beso.-Que yo sepa has aprobado todo y has sido tu quien me ha ayudado a aprobar. Pero bueno déjalo, vamos a jugar un rato con el enano anda haber sí hoy se te da mejor.

Los hombres también se enamoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora