Todos necesitamos a alguien incondicional que nos de fuerza para seguir caminando. Nunca vienen de más unas palabras de ánimo en esos momentos tan malos y difíciles. Esos instantes en los que sientes que no puedes más, que ya nada vale la pena, que rendirse es la mejor opción... En esos momentos de flaqueza, no hay nada mejor como unas palmaditas de apoyo, de ánimo, un abrazo o una sonrisa. Un 'sé fuerte', un 'de esta también se sale'. Una caricia que calme nuestro cuerpo, una brisa de seguridad que tranquilice nuestra alma.
Todos necesitamos a esa persona que se deja la piel por mostrar su apoyo y por levantarte, aunque estés inconsciente, y mantenerte erguido, sin esperar nada a cambio, ni siquiera un simple gesto de agradecimiento. Esas personas que dejan todo por alimentar nuestras esperanzas, esas personas...
A esas personas que me han empujado hasta aquí incluso cuando oponía resistencia, a esas, hoy, ahora, les doy las gracias por formar parte de mí.