"No queremos palabras, queremos hechos".
Hay ciertas circunstancias que impiden esos actos. Un abrazo o una caricia no pueden darse a distancia, aunque queramos creer lo contrario. En esas ocasiones, solo nos quedan las palabras. Y qué triste es cuando no tienes ni esto. Cuando esperas un mensaje, una frase, un saludo, un recordatorio, una sonrisa virtual, unas palabras que arropen... Y nunca llega nada de esto.
Si se pierde el arte de la palabra, ¿qué nos queda? Un vacío enorme, un espacio que esperaba ser rellenado por el calor de letras ordenadas, sentimientos escritos, amor digital. Ese momento en el que te faltan hasta los buenos días, las buenas noches, o las fuerzas para seguir, en ese momento lo has perdido todo. ¿Dónde están la emoción, las ganas, la ilusión? Puede que sigan ahí, pero esconderlas te perjudica a ti, y a los seres que te rodean. Y si están lejos, peor todavía.
No lo dejes escapar. Aunque sea muy de vez en cuando, recuérdale que sigues ahí. Te lo agradecerá.