Parte 12 El Quinto Medallón

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– ¡¿Quién llama a esta hora?! –exclama una voz enojada.

– ¿Esa es la mamá de Lily? –pregunta Kristen.

–Eso creo, parece que le molesta que la despierten –responde Lucy con voz divertida.

–Pero tiene razón, a quien se le ocurre llamar a esta hora –dice Kristen.

–No lo sé, tal vez es algo importante –opina Lucy serena–. Deberíamos comenzar a cambiar a Lily.

–Sí –concuerda Kristen–, ya estaría lista si no hubiera sido por James y su insinuación de que Ariel la secara.

–Pensé que ya se le había pasado la manía de molestar a Ariel –ahora Lucy se oye enojada.

–No lo hizo por molestar, sólo bromeaba.

–No me gusta su tipo de humor...

–Quiso calmar un poco las cosas, viste como estaba Ariel. James estaba tan tenso y nervioso como todos y no encontró otra cosa que decir que un chiste. Sí, sé que no estuvo bien lo que dijo –continua Kristen cuando Lucy abre la boca para replicar– pero intenta entenderlo.

–Pero él debería...

–...debería darse cuenta cuando es el momento de bromear y cuando no –completa la oración Kristen algo exasperada–. Sí, ya se lo dijiste y creo que lo entendió muy bien.

–Pero... –comienza a decir Lucy, Kristen la mira enfadada–. Está bien, está bien, tenemos que cambiar a Lily.

Ambas se dan la vuelta hacia mí.

– ¿A qué hora despertaste? –preguntan al unisonó sorprendidas.

–Cuando sonó el teléfono –respondo incorporándome en la cama.

Se escuchan unos golpes en la puerta.

– ¿Chicas? perdonen que las despierte ¿puedo pasar? –pregunta mi madre.

Lucy y Kristen se miran un tanto asustadas y en seguida se lanzan a la cama, yo me vuelvo a acostar y las tres nos cobijamos hasta el cuello.

–Sí –respondo intentando que mi voz suene adormilada.

–Lo siento, pero me llamaron del trabajo –dice mi madre entrando al cuarto–, tengo que irme rápido, sólo quiero avisarles.

–Está bien, mamá –digo con la misma falsa voz adormilada–. Ahora déjanos dormir.

Me tapo la cabeza aparentando que dormiré de nuevo pero es para que no vea que mi pelo esta mojado.

–Bien, las dejo, las dejo –dice mientras se oye que cierra la puerta del cuarto.

Me quito las cobijas lanzando un resoplido, me levanto de la cama y voy directo a mi closet. Mientras me seco y cambio no puedo dejar de pensar en mi sueño, tengo que ir a revisar la fuente lo más pronto posible. Cuando al fin salgo del closet veo que Lucy y Kristen platican con las cabezas muy juntas y en cuanto me ven se separan, estoy segura que estaban hablando de mí.

– ¿Tienen algo que preguntarme? –les digo de manera un poco desafiante.

Yo prefiero que me pregunten o digan las cosas de frente y rápido, a que estén hablando de mí a mis espaldas.

–Bueno...

–Este...

Ambas están muy indecisas, de seguro piensan que me enfadare si me preguntan algo.

–Lo que pasa es que nosotras pensábamos que tú no tenías ningún poder –comienza Lucy muy despacio– y luego te vemos flotando de noche sobre el agua de la fuente ¿qué quieres que creamos? Eso es algo que ni nosotros podemos hacer.

Los Amos de los ElementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora