•Set Fire To The Rain• [Leo Valdez]

Charlas en el bosque

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-Tengo hambre- se quejó Leo- ¿Falta mucho?

-Pues solo unos minutos para llegar a Oregón.

-¿Falta mucho?- volvió a preguntar.

-Como veinte minutos.

-Pero me estoy muriendo de hambre- golpeo su cabeza contra mi espalda.- No he comido nada en todo el día.

-Yo tampoco.

-Baja- dijo y me abrazó un poco más fuerte mientras me daba besos en la mejilla- Por favor.

-Ya Leo- dije riendo- tu ganas.

Estacione la motocicleta y la lleve a un lado de la carretera.

-¿Comerás en pleno bosque?- le pregunté.

-Pásame mi cajita feliz- respondió mientras se sentaba a la sombra de un árbol.- siéntate.

Me senté a su lado. La brisa era fresca casi fría y no había ni un solo ruido solo estábamos Leo y yo con nuestras cajitas felices.

Te quiero mucho- dijo rompiendo en silencio.

-Creo que te has olvidado de comer- le dije señalando su cajita.- También te quiero.

-Hasta haces que se me olvide comer- dijo.

-Mientras no olvides como respirar todo está bien- sonreí.

-Me gusta tu sonrisa- dijo.- es preciosa así como tú.

-¡Come tu hamburguesa!- le ordene sonrojada.

-También te ves linda cuando te sonrojas pareces un bonito tomate.

-Oye gracias por esa magnífica comparación - dije con sarcasmo.

Ambos comenzamos a comer nuestras hamburguesas que ya estaban heladas.

-¿Qué somos?- preguntó al cabo de un rato para romper el silencio.

-Un error de los dioses- dije mientras le daba un sorbo a mi cajita de jugo.

Rió y me dio un pequeño empujón- me refiero a nosotros. Tú y yo.

-Oh... Personas mitad Dios y mitad mortal aunque eso ya lo deberías saber, Valdez.

-No eso- siguió riendo- ¿estás tratando de evadir el tema?

<<Lo has captado, amigo>>

-No- respondí.

-¿Entonces? ¿Qué hay entre tú y yo?

Sentí mis mejillas arder y una especie de adrenalina que corría por mis venas.

-Amigos ¿no?- trate de no sonar nerviosa.

-Amigos que se gustan y que se han besado- convino mirando hacia adelante.- lo normal.

-No somos nada, Leo- le dije con el corazón estrujado- respecto a tus preguntas.

-Sé que no somos nada... Pero sé que hay algo.