𝟬𝟬𝟱 cinema

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• PRIMER ACTO •CAPÍTULO CINCO:cine

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• PRIMER ACTO •
CAPÍTULO CINCO:
cine.

      Las semanas pasaban y Amber mejoraba, tanto en salud como en el hecho de controlar sus poderes

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      Las semanas pasaban y Amber mejoraba, tanto en salud como en el hecho de controlar sus poderes. La castaña ya no lucía débil como solía hacerlo, en realidad, tenía el porte de una mujer fuerte y saludable.

      Los días de Amber se basaban en alimentarse y entrenar hasta el anochecer. Inclusive, había descubierto que era capaz de hacer otras cosas. Gracias a Susan comprendió que si concentraba las vibraciones a su alrededor, crearía una clase de escudo, evitando que cualquier cosa lo traspasara —algo parecido a lo que la rubia podía lograr—.

      —Tira algo más grande—, pidió Amber a Susan después que un par de bolígrafos hayan caído al suelo en cuanto impactaron contra su escudo.

      — ¿Cómo qué?

      — ¿Qué tal... una silla? ¿O un escritorio?—, sugirió Amber, demostrando lo confiada que estaba de sus poderes.

      — ¿Estás segura?—, vaciló Susan. Aunque ella estaba más que contenta con los avances de Amber, no estaba seguro sobre la repentina presión a la que se estaba sometiendo la joven.

      —Muy segura. Hazlo.

      Susan utilizó sus poderes para levantar una silla, lo que le pareció una opción más segura frente a la otra alternativa de un escritorio. La castaña se concentró y, cuando estuvo segura que podría soportarlo, asintió. La mujer rubio dejó que la silla cayera sobre Amber, y esta logró que la silla rebotará. No obstante, la silla cayó sobre un escritorio, provocando un desorden de papeles alrededor del lugar.

      —Reed va a matarme—, declaró Amber al dejar de formar su escudo.

      —Y a mí—, torció el gesto Sue.

      —Más bien, Reed va a obligarlas a ordenar todo—, habló Reed desde el marco de la puerta, causando que ambas chicas se sobresaltaran.

      —Creo que preferiría que me mates—, bromeó Amber, mirando todo el desorden que había causado.

      —Creo que preferiría que me mates—, bromeó Amber, mirando todo el desorden que había causado

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