𝟬𝟬𝟳 problems

4.9K 440 30
                                    

• SEGUNDO ACTO •CAPÍTULO SIETE:problemas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

• SEGUNDO ACTO •
CAPÍTULO SIETE:
problemas.

      —Parecía un hombre, pero cubierto de plata y volaba como en una

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

      —Parecía un hombre, pero cubierto de plata y volaba como en una... tabla de surf. Sé que suena una locura—, hablaba Johnny mientras Amber, sentada a su lado, lo observaba preocupada. Sue se acercó y le tendió un vaso de agua a Johnny para, luego, sentarse a su lado.

      —Oh, no. Para nada—, habló Ben, vertiendo sarcasmo con cada palabra que cruzaba sus labios —. ¿Lo seguiste a la Tierra del Dulce o a la Terminal del Arco Iris?

      —Yo sé lo que vi—, el tono de Johnny dejaba ver lo irritado que se encontraba.

      —Basta—, irrumpió Reed —. Sea lo que sea, puede transformar la materia en energía.

      —Entonces, ¿eso causó las anomalías?—, habló el General. Amber dejó de concentrarse en Johnny al escuchar su voz y miró fijamente al General. No le gustaba que esté con ellos ya que le recordaba a su pasado.

      —Parece irradiar energía cuando se esfuerza afectando a la materia. Evidentemente, esta entidad, este...—, desvió la mirada a Johnny y agregó —. Silver Surfer no quería ser detectado. Destruyó el sensor.

      — ¿Sabía que lo vigilábamos?—, las chicas, Sue y Amber, hablaron al mismo tiempo, preocupadas.

      —Y lo rastreó hasta aquí. Estamos lidiando con algo que es muy inteligente y hábil.

      Johnny se levantó, suspirando, bajo la atenta mirada de Amber. Algo no estaba del todo bien.

      — ¿Te sientes bien?—, preguntó su hermana.

      —Sí. Voy a caminar para que se me pase—, fue lo único que dijo antes de abandonar la habitación.

      En cuanto Johnny cruzó la puerta, Amber se levantó y fue tras él. Sue, después de intercambiar una mirada con Reed, imitó la acción de la castaña.

      —Tenemos que encontrar otra forma de saber dónde esta. Necesitamos pararlo antes que produzca otro ataque—, informó el General y abandonó el lugar, dejando a Reed pensando sólo.

      Amber buscaba a Johnny, pero no fue hasta que escuchó los gritos de las personas que tuvo la esperanza de realmente encontrarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

      Amber buscaba a Johnny, pero no fue hasta que escuchó los gritos de las personas que tuvo la esperanza de realmente encontrarlo. Corrió hasta la otra esquina, de donde provenían los gritos, y vio a Johnny en los aires. La castaña frunció el ceño al notar cómo las llamas alrededor de su amigo se apagan y volvían a encender, como si de un foco roto se tratara.

      — ¡Johnny!—, gritó preocupada, aunque no obtuvo respuesta. De repente, las llamas se extinguieron y no volvieron a aparecer, provocando que Johnny cayera al suelo, cerca de un taxi. Amber volvió a correr hasta él, examinando su rostro —. ¿Johnny? ¿Te sientes bien?

      —No estoy seguro. Me siento extraño desde mi encuentro con el Surfer—, admitió. Amber posó la palma de su mano en su frente y sintió como si una corriente pasara a través de su brazo. En cuanto lo sintió, apartó su mano de Johnny, pero las llamas se expandían por su brazo; hasta cubrir todo su cuerpo en llamas.

      — ¡Johnny!—, gritó, ganándose la mirada del rubio.

      — ¡Amber! ¿Qué...? Tírate al suelo y rueda—, gritó el rubio, provocando que los nervios en las personas que se encontraban cerca aumentara. Johnny observó a su amiga elevarse en los aires y entró en pánico —. Tranquilízate, voy a buscarte. ¡Llamas a mí!—, gritó pero, lo único que logró, fue que todo comenzara a temblar a su alrededor.

      Amber seguía volando por los aires, hasta llegar a una ventana en donde pudo ver a Reed y Susan a través de ésta. Comenzó a gritar lo más alto que pudo, sabiendo que ellos dos eran su última esperanza. Al verla, la pareja bajó lo más rápido que pudieron, aunque los temblores no se lo facilitaban.

      —Johnny—, exclamó Reed al encontrar al chico en medio de la calle, sin saber qué hacer —. ¿Qué sucedió?

      —No lo sé. Los temblores, no paran—, dijo Johnny, sintiendo crecer las nauseas en la boca de su estómago.

      — ¡Toqué a Johnny y esto sucedió!—, gritó Amber, a unos metros del suelo. Reed intercambió nerviosas miradas con los tres y, después de un momento, una idea pasó por su mente.

      —Vuelve a tocarlo, entonces—, sugirió y Johnny se acercó a Amber. Pero la castaña no era capaz de controlar los poderes lo suficiente como para acercarse. En cuanto sus manos se rozaron, Amber cayó al suelo. Johnny abrió y cerró sus manos, demostrando que había recuperado el control sobre su cuerpo. Todo seguía temblando y, en cuanto Amber se percató de ello, evitó que esto continuara.

      Reed se sacó rápidamente su chaqueta y la colocó sobre el cuerpo de Amber y, cuando ella le dedico una mirada confusa, él apretó los labios en forma de incomodidad. La chica bajó la vista a su cuerpo y, en cuanto se dio cuenta que se encontraba desnuda, abrió los ojos e intentó taparse lo más que podía.

 La chica bajó la vista a su cuerpo y, en cuanto se dio cuenta que se encontraba desnuda, abrió los ojos e intentó taparse lo más que podía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
QUAKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora