𝟬𝟮𝟭 sokovia accords

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• CUARTO ACTO •CAPÍTULO VEINTIUNO:ACUERDOS DE SOKOVIA

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• CUARTO ACTO •
CAPÍTULO VEINTIUNO:
ACUERDOS DE SOKOVIA.

                    —Johnny, Amber—, habló Reed Richards a través del micrófono

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                    Johnny, Amber—, habló Reed Richards a través del micrófono.

      — ¿Sí?—, preguntó Johnny mientras Amber volvía a pararse a su lado.

      —Necesito que saquen a los civiles que quedan. Su deber es protegerlos.

      —Entendido, Reed—, contestó Amber antes de que Johnny la tomará por la cintura y ambos volaran.

      La pareja volvió al suelo cuando vieron a una familia atrapada dentro de su vehículo. Ambos comenzaron a correr en su dirección, ya que los destrozos hacían complicado el acceso a ellos.

      Amber saltó los restos de lo que parecían ser un edificio cuando notó que una granada aterrizó a los pies de Johnny. Ella reaccionó rápido, alejando lo más posible la granada de su novio.

      Pero esos tres rostros quedarían grabados en su mente por el resto de sus días. La pequeña niña de ojos marrones y pelo rubio, la mujer de azules esferas y rubio cabello, junto con el hombre que abrazaba a ambas con fuerza, de castaño cabello y ojos marrones. Los tres la miraron fijamente antes de que una explosión se escuchará.

      Amber quiso correr hacia ellos, pero Johnny la detuvo, sabiendo que otra explosión se llevaría a cabo a causa del combustible que llevaba el vehículo. Después de la segunda explosión y que el polvo se alejara, permitiendo ver a la pareja el escenario, las lágrimas comenzaron a escapar de los ojos de la castaña.

      Johnny, sin pensarlo, la atrajo hacia él y la abrazo. Pero Amber, con esfuerzo, se alejó de él.

      — ¡No me toques!—, gritó y Johnny se acercó un paso, pero Amber se alejo unos cinco; por lo que Johnny prefirió quedarse quieto, con las manos alzadas.

      —Amb––.

      —No, ¿no viste lo que acabo de hacer? ¡Soy un peligro!—, volvió a gritar la castaña, mientras intentaba mantenerse en pie. A lo largo de la batalla, se había visto obligada a utilizar sus poderes, por lo que ahora se encontraba exhausta.

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