XII. Dean Loves Nikki.

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Entonces, ¿te quedaste ahí? Vaya...en serio que te quieres acostar con esa chica.

—Cállate, maricón. Yo solo quiero aclarar las cosas...

—Ajá, sí, claro. Déjame decirte que muy difícil hablar cuando tu vagina está siendo devorada.

¡Finn! ¡Dios, eres un idiota!

Su falso novio soltó una carcajada, al mismo tiempo que ella sentía como sus mejillas se teñían de rosa. Nicole se había quedado esperando a Paige, la cual salía de su turno a las cinco de la tarde. Finn la había abandonado después de decirle que esperaría a la inglesa, alegando que no quería meterse en asuntos vaginales. No entendía por qué a Finn le parecía tan graciosa la palabra "vagina", pero la decía todo el tiempo.

Nicole estaba nerviosa, demasiado tal vez. Pero no era algo que pudiera evitar. No sabía si Paige le gustaba, ni siquiera sabía que sentía por ella. Solo sabía que se sentía cómoda con ella, en plenitud, algo que no había sentido en mucho tiempo.

Tenía mucho tiempo sin sentirse segura, sin sentirse bien consigo misma y con su alrededor. Y cuando conoció a Paige, todo eso cambió. Tal vez sí le gustaba.

Por favor, Nicole —Comenzó a hablar el castaño por la otra línea—, déjate llevar. Sigue mi consejo.

—No soy de las que tiene aventuras a lo loco, Finn. No es mi estilo.

—Pues, discúlpame, pero Paige sí es de ese estilo. Tal vez solo deberías dejarte llevar por ella.

Nicole se mantuvo en silencio, pensando brevemente lo que su amigo decía.

—Debo colgar, Finn.

—Nikki...espero que mi comentario no te haya hecho enfadar.

—Yo no soy así, Finn —gruño ella— y tampoco quiero ser así.

Ella colgó el celular, aún pensando en lo que dijo su amigo. Sin embargo, su celular sonó nuevamente. Tomó el celular y contestó la llamada, sin mirar quien era el que le llamaba.

— ¿Aló?

Nikki, ¿dónde estás?

Ella sonrió de soslayo al reconocer la voz de su cuñado.

—En un bar.

—Nicole, el alcohol es malo. Dios santo, te presentaré a un amigo que no bebe alcohol para que te enseñé los beneficios de dejarlo.

—No estoy bebiendo para ahogar mis penas, si es eso lo que estás pensando.

No pensaba eso, tetas, estaba pensando que estabas bebiendo lo suficiente como para participar en un trío con mujeres cadentes sin arrepentirte al día siguiente.

—Eres un idiota, Colt.

Para tu entretenimiento, nena. —Ella soltó una risa, al mismo tiempo que su cuñado. Cuando su carcajada cesó, Colt retomó su hablar— Nicole, sé que en estos momentos te sientes como una mierda. Y en serio lo siento, Brianna está preocupada por ti ¿va? Aunque sabes lo orgullosa que es.

—Colt, en serio en estos momentos no estoy de humor para confrontar a Brie en estos momentos ¿de acuerdo? Prometo volver a casa cuando me sienta lista.

De acuerdo, de acuerdo... espero verte pronto, tetas.

Adiós, Cabana.

El colgó el celular, para acto seguido, levantó la mirada. Fue entonces cuando vio a Paige. La pelinegra caminaba hacia ella, colocándose una gabardina tan negra como su cabello, tratando de protegerse del frío. Nikki sintió como una sonrisa se escapó y se posó en sus labios al verla y cuando la inglesa le miró, ella le devolvió la sonrisa.

—Hola, rompecorazones. —saludó ella— Salgamos de aquí.

Nicole siguió la orden y se levantó de su asiento, para después empezar a andar al lado de Paige con dirección a la salida del lugar. Era de tarde, pero estaban tan cerca de las fechas dicembrinas que no era una sorpresa que el frío fuera un dolor de culo en éste momento del año. Aunque ella, a diferencia de Paige, no estaba tan protegida del frío.

—La verdad es que ya sospecho por qué me has esperado y por qué quieres hablar conmigo —dijo la inglesa, mirando al frente mientras caminaban por las calles—, pero me gustaría que tú me lo dijeras.

Antes de que las palabras salieran de los labios de Nicole, sintió como una tela suave se posaba sobre sus hombros desnudos, cubriéndolos. Nicole tomó entonces la tela, mirando de soslayo como Paige ahora caminaba sin la gabardina abrazándola. Una sonrisa tímida se dibujo en el rostro de la castaña.

—Solo quería hablar del beso. —dijo finalmente Nicole.

Paige abrió por un momento sus labios, antes de cerrar estos abruptamente al mismo tiempo que creaba una mueca enojada en su rostro mirando al frente. Nicole siguió la mirada de su amiga, pillando lo que esta veía. Eran un trío de amigos: Un moreno, una pelirosa y un castaño, el cual se veía bastante borrado del mapa con una botella de vodka en su mano. De hecho, de no ser por los otros dos, posiblemente estaría en el suelo.

— ¡Paige! —Oyó que exclamaba el castaño, con un voz temblorosa pero energética.

Sí, estaba completamente borracho.

—Maldición. —Oyó espetar a la fémina a su lado, la cual sonaba bastante irritada— Roman, en serio que por lo que veo no puedes controlar a esa perra.

— ¿Qué te puedo decir? Cuando se emborracha no hace nada mas que querer buscarte. —comentó el alto moreno, sosteniendo fuertemente a su amigo.

—Si sigue así, arruinará su relación. —comentó Paige.

—La verdad es que Dean la fortalece —dijo esta vez la peligrosa—, es como si nos preparara para nuestro hijo cuidándolo a él.

—Ya lo creo, Sasha. —Sonrió Paige.

Nicole se veía fuera de conversación hasta que el castaño escapó de las manos de sus amigos, y cayó por obra y gracia del destino, encima de ella. Nicole oyó como su cabeza golpeó fuertemente el pavimento.

Después de eso, vio como todo se puso negro.


***

lamento cortarlo ahí lol pero ya viene la bueno; nos leemos el próximo viernes, besitos pervertidos xoxox.

Amor eterno, Evelyn.

Boys Loves Nikki.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora