Boys Loves Nikki.

XXIX. Nicole Loves Paige.

La vida es una cosa muy confusa.

A veces parece que tienes una vida perfecta completamente diseñada para ti y otras veces todo se te está cayendo en pedazos.

Nicole sabía que su vida no era perfecta, pero no podía quejarse. Tenía una cama donde dormir y comida que comer. Pero cuando Paige llegó a su vida, era como si de verdad ella se preocupara un poco más en acomodar su vida. Cosa que deseaba lograr.

Pero la vida es extraña. Y ahora todo deseo de Nicole por acomodar su vida, se había reducido a cenizas. Así que cuando despertó ese momento al lado de Paige, supo que debía terminar con todo eso.

Ella abrió los ojos y volteó a su lado, viendo la espalda desnuda de Paige, la cual descasaba boca abajo. Su melena azabache caía como una cascada sobre su espalda y su rostro se veía tan sereno que Nicole no tardó en sonreír.

Nicole se levantó con cuidado sin querer despertarla. Buscó su ropa tendida por todos lados, y se vistió mientras seguía mirando a Paige dormir.

Una sonrisita, tan adorable y tan suya, se dibujó en el rostro de Nicole al ver como Paige iba abriendo sus ojitos marrones.

—Buenos días. —dijo Nicole, tan bajito que Paige pensó que no había dicho nada.

—Buenos días… ¿Ya te vas? —Le preguntó la inglesa, tratando que no se notara el tono decaído con el que hablaba.

—Sí… De hecho, tenemos que hablar. —Murmuró Nicole.— Creo que es mejor que dejemos de vernos.

— ¿Qué? ¿Estás bromeando? —Paige había dejado atrás ese tono decaído. Ahora empezaba a enojarse.— Viniste acá, te acostaste conmigo y ahora... ¿Me dices qué no quieres tener nada conmigo?

—Quería cerrar lo nuestro. —dijo.— Voy a casarme con Finn. Tú misma dijiste que no querías estar conmigo...

Paige pudo oír perfectamente como su corazón se rompía. Sabía que había metido la pata con Nikki ese día, y ahora se arrepentía. Sabía que si le hubiese dicho a Nicole lo que verdaderamente sentía... Todo en este momento sería diferente.

No es como si en vez de casarse con Finn se estuviera casando con ella, pero al menos no se estaría casando con alguien más.

—Oye… Tú tenías razón. Nosotras no servimos para estar juntas. Tú sabes lo que quieres y yo no...

—Yo no sé tampoco sé lo que quiero. —Le interrumpió ella, tratando de evitar que su castaña se fuera.

—Pues no deberíamos estar juntas hasta saberlo. —Dio por finalizada la conversación Nicole. Paige apretó sus labios entre sí viendo como Nicole se colocaba sus zapatos.— Te quiero, Paige. Siempre lo he hecho. —Murmuró Nicole, tan bajito que Paige pensó que empezaría a llorar.— Pero nos hacemos daño. Y el amor no debería ser así. Así que… Debo irme.

Y Nicole se fué. Dejando a Paige desnuda, confundida y sola.