XIII. Allen Loves Nikki.

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Cuando abrió los ojos, una luz cegadora estaba encima de ella y la obligó rápidamente a cerrar los ojos, al mismo tiempo que una jaqueca empezaba a amenazarla levemente. Nikki cerró los ojos y soltó un suspiro algo bulloso, al mismo tiempo que movía su mano hacia su cabeza y empezaba a sobar su cien con tranquilidad, tratando de relajar el dolor.

—Cariño... —Un murmuro llamó su atención, haciéndola abrir los ojos y volteando su rostro a un lado. Fue entonces cuando notó la presencia de Paige al lado de ella. La inglesa se veía preocupada, le observaba con sus ojos cafés apagados y su moño desbaratado— ¿cómo te sientes?

—Me duele la cabeza. —dijo ella.

—Dean es un gilipollas. —Gruñó ella, rodando los ojos. Paige miró hacia la puerta, buscando a alguien al parecer— ¡Sasha! ¡Ya despertó!

Entonces, una morena de cabello rosa se dio a mostrar por la puerta. Nicole le miró y la morena le ofreció una sonrisa agradable que hizo que la castaña adolorida le respondiera con otra. Sasha entró a la habitación y se posó a un lado de la cama con ella.

—Lo lamento tanto, lindura. Dean siempre es así de tormentoso...espero que puedas perdonarnos a mi esposo y a mí por su comportamiento. —dijo ella.

Nicole agrandó su sonrisa, para después alzar sus hombros, restándole importancia a lo que había ocurrido.

—No importa, el pobre estaba borracho. La verdad es que ya estoy acostumbrada a lidiar con este tipo de personas. Mi novio es un bueno para nada, ¿qué te puedo decir? —dijo ella, con un tono suave, tratando de no empeorar el dolor.

Las tres féminas rieron. Sasha se veía más calmada ante el hecho de que Nicole estuviera bien y Paige estaba feliz de que su chica estuviera bien. Había estado inconsciente durante casi una hora y Paige estaba con los nervios de punta, aunque el doctor le hubiera dicho que ella estaría bien, ver a Nikki en una cama sin hacer nada le dejaba un mal sabor en la boca.

— ¡Oh, veo qué ya despertaste!

Las tres miraron a la puerta y miraron a tres hombres. Uno sostenía una bolsa con hielo y el otro cruzaba sus manos detrás de su espalda, mientras dibujaba una sonrisa amable en su rostro con dirección a Nicole. Este mismo hombre llevaba una bata blanca, lo cual hizo saber a Nicole que él debía de ser su médico mientras el otro, si mal no recordaba, era el moreno que había visto antes de caer inconsciente.

—Ten esto. —dijo el moreno, ofreciéndole la bolsa con hielo a Nicole— Es para que el dolor desaparezca.

—Muchas gracias. —dijo ella, sonriéndole al moreno.

La mujer de cabello rosa se posó al lado del moreno de cabello lado, y abrazó su brazo con cariño, para después sonreír con dirección a las dos féminas.

—Sabiendo que ya estás bien, nosotros nos retiramos. Una vez mas, lo lamentamos mucho, Nicole. —dijo ella.

—Sí... es que Dean es un idiota. —comentó el moreno.

—Dímelo a mí, Roman. —gruñó Paige— Debes adoptar a Dean, estoy segura de que lo llevarás por buen camino.

Roman sonrió ante el comentario.

—Suena como una pésima idea... probablemente lo hagamos. —rió él— Adiós, Paige. Adiós, Nicole, recúperate pronto.

Nicole alzó su brazo y movió este, despidiéndose de la adorable pareja que salió por la puerta de la habitación. Dejando a las dos mujeres junto con el médico en la habitación. El castaño de bata blanca se posó a un lado de la cama de Nicole, llamando la atención de la castaña.

Boys Loves Nikki.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora