Boys Loves Nikki.

Final. Yes, Paige Loves Nikki.

Su pecho se llenó de ire. Una, dos, tres veces. El nerviosismo aún podía con ella y sentía que si daba un paso se caería por el temblor de sus piernas. Su cabello estaba recogido y el velo blanco y algo transparente caía por encima de su rostro. El vestido se ajustaba a sus curvas y a su respiración agitada.

Faltaban solo mimutos para salir al altar, ya se lo había dicho uno de los chicos que se encargaba de la música junto con Elias —el cual le había dicho que se veía hermosa como quince veces hasta desaparecer con su guitarra acústica—.

—Hey, hey, solo faltan dos minutos. —Brie corrió hacia ella, con su celular en la mano. Nicole sintió como Brie se mantenía a su lado mientras hablaba con alguien por su celular— Sí, Heath… Ya estamos en posición. Dile a los de la banda que estamos listos. Salimos en dos minutos.

A penas ella colgó, volteó a mirar a su hermana, la cual parecía que se desmayaría antes de los malditos dos minutos se fueran.

—Oye… ¿Estás bien?

—Necesito que me digas que estoy haciendo lo correcto. Que no voy a levantarme en diez años arrepintiéndome de esto.

Brie se inmutó por un momento ante el pedido. Y casi agradeció en voz alta que su padre, el señor García, apareciera de la nada vestido como un gánster de los ochenta.

— ¡Aquí están mis niñas! —Brie le sonrió a su padre.— Hey... ¿Está todo bien?

—Sí. —Nicole apretó la mano de Brie ante su respuesta.— Iré a colocarme en donde debo. Ustedes hablen.

Brie se alejó y fue más hacia el frente, donde estaban las demás damas de boda. Nicole a su padre, sonriéndole con nerviosismo con sus labios de carmín.

—Parece que vas a desmayarte. —Nicole soltó una pequeña risa ante las palabras de su padre.— Todo está bien, mi niña... Por cierto, oí lo que le dijiste a Brie...

Maldición.

—Uh... Papá, yo…

—Tal vez deberías decirte eso a ti misma.

— ¿Disculpa?

—Dile a tu yo interior que estás haciendo lo correcto, que no te arrepentirás en diez años de esto. —Su padre sonrió.— Si no sientes que te calmas después de eso, es porqué no debes casarte. Sea lo que desees hacer, te apoyaremos.

La música empezó a sonar cuando Nicole sonrió. Las damas empezarón a entrar a la inglesia mienteas Nicole se sujetaba del brazo de su padre.

Estás haciendo lo correcto...

No. No lo estás haciendo. Lo que estás haciendo es mostrar una vez más que la opinión de los demás valen más que tus sentimientos.

No te vas a arrepentir en diez años de esto...

¡Por supuesto qué sí! ¡Te vas a arrepentir el resto de tu vida de esto! ¡No lo hagas, Nicole!

La sonrisa se mantuvo en su rostro a pesar de que sentía que iba a llorar en cualquier momento. Finn también le sonreía cuando llegó a su lado en el altar.

No estás haciendo lo correcto. Te vas a arrepentir el resto de tu vida por esto. Si te sientes así, no debes casarte.

Contra todo pronóstico, Nicole levantó el velo de su rostro. Finn le miró con sus ojos verdes llenos de preocupación. Ella le sonrió, como alguien sonríe cuando va a hacer algo estúpido, para después acercarse. Besó sus labios por una milésima de segundo y soltó un pequeño lamento.