Zootopia

Capítulo 18

Me despierto y lo primero que hago es ver el móvil. Lo que me esperaba, un mensaje de Nick.

Nick: Buenos días. ¿Te lo has pensado ya? ¿Puedo hablar contigo? Quiero explicártelo, Judy. Aunque no me perdones.

Judy: No me hables, Nick. No quiero sufrir más.

Al cabo de unos minutos me contesta:

Nick: Quédate con la peor versión de mí, que es la mejor cara que poseo de la moneda. Recuerda siempre que ahí un día hubo alguien que estuvo dispuesto a poner en orden hasta su cordura, cuando el desastre era él. Y nadie impidió que se hiciera semejante daño. Los locos buscan que los quieran con todo y su locura. Quédate con las veces en las que maldijiste mi existencia y escupiste mi nombre al aire.Quédate con el chico malo que jamás presentaste a tus padres, con el que mandaste a callar y a tomar por culo, con el que jamás te enorgullecerías de envejecer con él. Quédate conmigo. Y no me sueltes jamás.

Me muerdo el labio y suspiro.

Judy: Nick, en serio. Déjame.

Nick: De corazón espero que jamás extrañes a alguien así como yo te extraño a ti. No sabes el dolor que se siente, la pesadez de no tenerte, la frustación de no saber de ti y saber que esto jamás se va a arreglar. De corazón espero que jamás extrañes a alguien así como yo te extraño a ti.

Lloro. Lloro porque le quiero y él me quiere a mí.

Judy: ¿Cómo haces para escribir cosas tan bonitas?

Nick: Siempre pienso en ti.

Dejo el móvil en la cama y me levanto. Pongo mis manos en la nuca y lloro. No sé que hacer. Si no le perdono me voy a arrepentir. Por lo menos tengo que saber por qué lo hizo.

Cojo el móvil.

Creo que la peor parte de perderlo a él... fue perderme a mi.

Judy: Te perdí, me perdiste, y me perdí yo. ¿Cómo piensas arreglar mi propia pérdida?

Nick: También se necesita de otros para ser más uno mismo.

Judy: ¿Cómo sé que no va a pasar lo mismo?

Nick: Si te quedas, yo nunca me iré.

Me quedo viendo la pantalla, sin fijar mi mirada en ningún mensaje.

Me dijo mentiras que me hicieron feliz. Pero me hizo feliz.

Judy: Ven dentro de tres días y explícame lo que tengas que explicar, luego de eso, vete.

Hubo silencio. No más notificaciones. Solo los latidos de dos corazones en distancias paralelas, como siempre.

Cojo la cuchilla de nuevo, me acerco al lavabo y corto mi muñeca de la misma forma que la anterior vez, pero más fuerte. Debo olvidarme del dolor y fijarme en otro tipo de dolor más placentero. El desamor duele, pero a veces no hay dolor que lo supere, y con cortarse no es suficiente para calmar los gritos del corazón.

Nick me llama por teléfono pero no escucho el móvil.

Meto mis manos bajo el grifo de agua y me seco la sangre.

Empiezo a tener moratones y el brazo dolorido. Cojo el móvil y observo la llamada perdida de Nick. 

Sonrío porque el destino se pone de mi parte. Si Nick me llamara cuando tuviera el móvil en mano no podría aguantar y seguramente respondería la llamada. Es algo de lo que debo privarme.

A veces alejarse de una persona durante unos días hace bien. Pero a mi me hace mal. Necesito de Nick. Necesito saber de él.

Durante estos días voy al centro de Zootropolis con un coche nuevo que me regaló mi padre. No es de coleccionista, sino de marca. Una marca buena. Me acerco a las oficinas en las que trabajaba de policía y sobre la mesa me espera mi uniforme y un papel con un bolígrafo para firmar mi contrato de regreso, pero esta vez es trabajo fijo, para siempre.

Supongo que fue obra de Nick para que no fastidie la oportunidad de mi vida por tonterías, o tal vez para mantenerme cerca de él.