Zootopia

Capítulo 26

Despierto con Nick a mi lado, mirándome con una media sonrisa. Le veo a los ojos nada más despertar, y no existe nada más hermoso.

- Judy, te quiero. (dice Nick sonriendo) 

Hago una mueca de sonrisa, pero solo ha durado unas décimas de segundo.

- Estoy feliz de haber nacido en la misma época que tú. Estoy feliz de haberte conocido, y sobretodo estoy feliz de quererte. (continúa diciendo Nick)

Me levanto de cama y Nick también. Camina hacia mí y me abraza, poniendo mi cabeza en su pecho.

Siento su piel desnuda sobre la mía. Siento su calor en mí y mis latidos se aceleran. Me muerdo los labios. Me separo de Nick y le beso, poniéndome de puntillas. Nick acerca su cuerpo al mío, y vuelvo a sentir su abdomen sobre mí. Me muerde el labio y luego se separa de mí. 

Me visto, y de reojo veo como él también se viste.

Se acerca a mí, con pantalón pero sin camiseta, y he de admitir que eso revoluciona mis neuronas.

Me abraza otra vez y me besa en la frente.

- Me voy, Judy. (dice Nick. Luego se separa de mí, coge la camiseta y se va, cerrando la puerta)

Me muerdo el labio y siento tristeza. Quiero que Nick se quede. Quiero vivir con él y que no haga falta volver a casa, porque ya estamos en ella. Quiero que Nick sea mi hogar, y yo sea el hogar de Nick.

Fue ahí cuando entendí que siempre recuerdas a quien sentiste, no a quien pensaste. Algunas personas pueden hacerte pensar en ellas todo el día, pero hacerte sentir, pocas.

Recibo un mensaje de Will:

Will: Judy, no me contestas a las llamadas ni me respondes a los mensajes. Ya no quieres quedar conmigo y yo quiero verte. Desde aquel día en mi habitación no has vuelto a venir. ¿Es por mí, o es por ti? ¿A caso es por tu otro amor? ¿Habías roto con él, o lo nuestro solo era una aventura?

Me cabreo, y eso hace que pierda los estribos y le contesto:

Judy: Estoy harta de tus mensajes y de tus conclusiones tontas. ¿Quieres quedar? pues quedemos. ¿Cuándo y dónde?

Will: Hoy dentro de dos horas. ¿O a caso ya has quedado con tu amor?

Judy: Acepto

Dejo el móvil y me preparo para quedar con Will. El malhumor que siento ahora no me deja ver más allá, y no sé lo que estoy haciendo. No sé lo qué supone esto. Ésto supone que voy a volver a quedar con Will. Que sigo con el engaño, y que yo soy el monstruo que pensé que era Nick.

Con ésto aprendo a que no puedes convertirte en la persona que te hirió, y que si lo haces, sería un infierno para todas las personas que ames, porque les harás daño. No es bonito hacer daño a las personas que amas.

Al pasar el tiempo, salgo del apartamento y me dirijo a casa de Will.

Al llegar, me encuentro con todo abierto y subo a la habitación de Will. Sigo con el malhumor de antes, o incluso peor. Estoy harta de sus llamadas. Quiero a Nick, y parece que a Will le cuesta entenderlo. Parece que le cuesta entender que un buen físico no lo es todo. 

Veo a Will con una llave en la mano y la luz sólo entra por unas ranuras de la ventana. Hay algo de claridad, pero no la de siempre.

Will se acerca y cierra la puerta. Me coge de la mano y me empuja sobre la cama.

- Judy, sé que quieres a otra persona. Y yo te quiero. Estoy enamorado de ti. Me has echo enamorarme de ti, y ahora me haces esto. ¿Sabes? Estoy muy enfadado. ¿Sabes lo que pasa cuando estoy enfadado? que tengo ganas de castigar a alguien. (dice Will, y se muerde el labio fuertemente, hasta hacerse sangre)

Se acerca al armario, ese armario que siempre está cerrado y no permite nunca ver lo que hay ahí dentro. Mete la llave en la cerradura y gira. Abre las puertas del armario y contemplo herramientas sádicas. Herramientas sexuales y de tortura. Observo fustas, bridas, látigos, mordazas, cuerdas, cintas aislantes...

Will coge una fusta y se gira. Me mira a los ojos y yo le veo con terror.

- No te preocupes, Judy... A mí me provocará placer. El placer de pegarte. Y a ti te provocará el placer de ser pegada. Veo que no te han enseñado a no hacer daño a las personas, y creo que es necesario que veas lo que duele. El dolor y el placer de ser amado. (dice Will)

Se acerca a mí y me quita los pantalones. Se sube a la cama y ambos nos ponemos de rodillas, uno frente el otro. Will me quita la camiseta y me tira hacia atrás, haciendo que me quede boca arriba.

Se pone sobre mí y vuelve a suceder lo de la otra vez. Vuelvo a sentir ese cosquilleo y su aliento en mi piel. Aprieto los labios y gimo.

Will se separa y pasa la fusta sobre mi abdomen, golpeando sobre mi ombligo y haciendo que me encoja. Will se muerde el labio, sintiendo el placer de castigarme. Está sin ropa, como yo, pero no siento nada al ver su cuerpo desnudo. No siento lo mismo que al ver a Nick. Eso es lo que separa el sexo del amor. Los besos sin amor saben a lo mismo, pero este beso de dolor es diferente y adictivo.

Termina la tarde, y termina mi malhumor. Y con esto termina una etapa. Will sabe que mi amor no le pertenece, pero algo me dice que ahora le pertenece mi cuerpo. Soy su esclava. No se sabe si fisicamente o emocionalmente, pero algo en mi le pertenece, y quiero liberarme de él.