Capítulo 23

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Llevo varios días visitando a Nick. Dos semanas, todos los días, durante las horas que me permiten estar. Se le ve mejoría. Durante estos días hemos hablado de nosotros, de Will... y la verdad es que no había mucho que contar.

En mi tiempo libre quedaba con Will. Hablábamos de nuestros gustos, trabajo, aficiones...

Mi contrato de trabajo empieza dentro de 1 mes, así que aprovecharé al máximo.

Resulta que Will también trabaja de mecánico, pero en su tiempo libre ejerce de bombero. 

Parece imposible, ¿no? 

Will es homicida, y salva vidas. Y yo soy suicida y salvo otras vidas, menos la mía. 

He llegado a la conclusión de que Will llegó a mi vida por azar del destino, pero ¿y Nick?


Estoy en casa de Will, sentada en la misma silla de siempre. Will está afuera, arreglando el coche de sus padres. El coche del accidente.

Me levanto y me acerco a Will.

Lleva un pantalón de chándal azul, una camiseta blanca y una chaqueta del mismo color que el pantalón. La chaqueta está abierta, por lo que se le ve la camiseta blanca, apretada, marcando abdominales. Me encanta el uniforme que lleva de mecánico, y supongo que por eso se lo pone.

Está tumbado en el suelo, boca arriba, debajo del coche (o por lo menos mitad de su cuerpo).

Se arrastra y sale de debajo del coche. Se levanta y me ve.

Está lleno de grasa y eso es algo que me gusta. La herida del pectoral ya la tiene curada.

Se acerca a mi, ya que le llevo un vaso de agua en la mano.

Lo coge y bebe todo de un trago.

Me vuelve a dar el vaso y lo dejo sobre una mesa que está cerca.

Me vuelvo a acercar a Will, que se apoyó sobre el coche.

Will se seca el sudor de la frente y me paro frente a él.

Le miro a los ojos, y nunca me había parado a ver el color. Son azules. Un azul precioso.

Will me coge de las manos y me acerca a él. Nos miramos a los ojos.

Arrima su nariz a la mía y cerramos los ojos.

- Judy... quise decírtelo pero no sabía cual podía ser el momento oportuno. Sigo sin saber cuál es, pero decido correr el riego. Sé que tienes novio, por eso te besé y pedí perdón el día que viniste a mi casa. Una suicida nunca iría al hospital para curarse, así que deduje que tenías novio. Fui asimilándolo, así que cuando me dijiste que tenías pareja no me sorprendió. La verdad... me pareces hermosa, y es natural que alguien se fije en ti. Incluso un depredador. Incluso yo.


Mis latidos se aceleraron. ¿Will me está confesando su amor? 


Will acerca su cara más y me pongo nerviosa.

- Judy... me gustas. Desde que entraste en mi habitación del hospital quise que te quedaras conmigo. Por eso te pedí que no te fueras. No era aburrimiento, me había acostumbrado a estar solo. Pero tu presencia me hacía sentir cómodo. Quise que te quedaras conmigo más. Conocerte fue lo mejor que me pasó.


Me muerdo el labio


- Judy, te quiero. 


Pone sus manos en mi cintura y me besa. Yo pongo mis manos en sus hombros y sigo el beso.

Will me gusta, pero siento algo por Nick. Quiero a los dos, y sé que debo decidir. Me está pasando lo que seguramente le pasó a Nick. Me siento culpable, pero no me echo atrás.

Sigo besando a Will, y noto que él sube sus manos, arrastrando mi camiseta.

Mi respiración aumenta y me doy cuenta cuando Will y yo estamos tumbados sobre su cama, besándonos. Está sobre mí y siento ligeros movimientos de caderas. Will gime y yo le beso. Will me muerde el labio y gimo.

Siento su piel sobre la mía y un cosquilleo en el estómago.

Will se separa de mí y se levanta. Yo le observo, cogiendo aliento. Will coge dos corbatas de su mesita de noche y ata mis manos en la cabecera de la cama.

Yo dejo que me guíe y observo como se vuelve a poner sobre mi. Me besa el cuello y me lo muerde despacio. La piel se me eriza y Will vuelve a hacer movimientos de cadera. Gimo y encojo los dedos de los pies, arrastrándolos sobre la sábana. Lo movimientos se aceleran y Will emite suspiros. Mis suspiros se unen a los de Will, al mismo compás. Nuestra respiración se acelera acorde con nuestras pulsaciones.

Nos mordemos el labio al mismo tiempo y Will me besa con deseo y pasión. Me muerde el labio con fuerza y gimo. Emito un fuerte gemido después de un movimiento de cadera que hace Will y él para.

Me desata las manos de la cabecera de la cama y se tumba a mi lado.

Cogemos aliento, y una parte de mí sale a la luz.

Me pongo sobre Will y hago movimientos de cadera mientras me muerdo el labio. Will coge aliento y lo echa al cabo de unos segundos. Gimo y sigo con los movimientos de cadera. Ato las manos de Will a la cabecera de la cama y ahora soy yo la que controla la situación. Will gime y en ese momento me acuerdo de Nick. Paro y Will me ve con preocupación.

- ¿Estás bien? (pregunta Will)

Me aparto de Will, le desato las manos y me tumbo a su lado.

- Sí. Todo va bien. (digo, aunque sé que es mentira)


A veces es mejor mentir, aunque eso puede causar confusión. Uno mismo, después de decir muchas veces la misma mentira puede acabar por creérsela. 

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