Capítulo 22

145 15 2
                                    

Después de comer me dirijo a casa.

Entro y observo a Nick sentado en mi cama. Nick levanta la mirada y me mira.

- Le has besado (dice Nick)

Me quedo en silencio y entro en el baño, cerrando la puerta.

- Se te nota en la mirada y en la forma que sonríes. (dice Nick gritando)


Me miro al espejo mientras escucho los llantos de Nick y sus gritos.

- Te gusta, ¿verdad? (dice Nick con un nudo en la garganta)

Miro la cuchilla sobre el lavabo, pero no me apetece aún. Creo que es Will. Desde que lo conozco no me volvió a apetecer suicidarme. Y menos ahora, que le prometí que no volvería a hacerlo, y él me prometió no volver a intentarlo.

Cojo la cuchilla y la arrojo al retrete. Tiro de la cadena y observo como la cuchilla desaparece.

Me siento en una esquina, apoyada en la pared mientras escucho los gritos de Nick.


- ¿Ya me has dejado de querer? ¿Así, sin más?

Me tapo los oídos intentando no escuchar, pero sus gritos atraviesan las paredes.

- Es guapo, ¿verdad? Mejor que yo. Él te hará feliz.

Se me forma un nudo en la garganta.

- Te dije que si querías que me fuera, me iba a ir. ¿Sabes por qué era? Porque me importan más tus sentimientos que los míos. Porque busco tu felicidad, no la mía. 


Escucho el sonido de un portazo, así que salgo del cuarto de baño y observo que Nick ya no está.

Suspiro y lloro.

Aún le quiero. Quiero a Nick. Pero Will me hace feliz.

No puedo ver a Nick sin pensar lo que ha hecho. Cómo me ocultó su aventura y como me mintió.

Sé que llegará el momento de elegir, y ese será el definitivo. Mi felicidad o mi desgracia.


Pasan los días y no recibo ningún mensaje de Nick. Era verdad que me iba a dejar en paz si era lo que deseaba. Era verdad que le importan más mis sentimientos que los de él. Era verdad que me quería.

No hay vuelta atrás. Hoy quedé con Will, así que me visto para ir a su casa.

Salgo a la calle y observo desde lejos a Nick. Él me ve y cruza la calle sin ver hacia los lados, con el semáforo en rojo. Y algo malo pasa.

Algo muy malo.


Corro hacia Nick pero no me es posible verle. Un pelotón de gente se acumula rodeándole y yo me quedo quieta, en el exterior, sin saber qué hacer. Se escucha el sonido de la ambulancia. Nunca me paré a pensar lo triste que es ese sonido.

Lloro, intentando empujar a la gente, hasta que lo consigo. Consigo vele.

Consigo verle tumbado en el suelo, derramando sangre por la nariz y una oreja, con los botones de la camisa rotos. 

Los médicos de la ambulancia salen y no me permiten ver más a Nick. Sólo puedo observar como lo meten en una camilla hacia la ambulancia y se aleja emitiendo ese sonido tan triste.

La gente se va yendo hacia sus casa y supermercados y yo me quedo en aquel sitio.

Nick. Mi Nick.


Cojo el móvil y le envío un mensaje a Will, diciéndole que no puedo ir a su casa. Le digo la verdad. Le digo que mi novio está en el hospital y debo ir a ver cómo está. 

Will me contesta indiferente, como si no le importara eso de "novio" aunque no es del todo cierto.


Arranco el coche y me dirijo al hospital.

Entro y observo a Nick sobre una camilla, con un montón de médicos a su alrededor, tomándole el pulso, poniéndole muchas agujas conectadas al maldito tubo, conectado a la maldita bolsa.

Se lo llevan a una sala donde no se permite entrar. Se escucha la tensión. La tensión está en el aire. Se respira tensión. Y angustia.


Al cabo de unas horas esperando en una sala me llaman, diciéndome que ya puedo entrar a ver a Nick.

Ya está en una sala común.

Se escucha un pitido que emite una máquina. Se escucha la respiración de Nick. Se escucha como baja el sedante por el tubo y entra en la piel de Nick.

Ahora puedo escuchar remordimientos, angustia, tristeza, culpabilidad... y se escuchan los mismos gritos de auxilio afónicos.

Acaricio a Nick detrás de la oreja.

Despierta, y él me ve a los ojos y yo le veo a los ojos.

Puedo sentir la misma vida que sentí cuando me besó Will. Con tal solo una mirada puedo sentir vida.

Puedo sentir alegría y vida al ver que Nick no murió. Y que lo primero que hace al despertar es verme a mí. Y sonreír. Sonríe, como si fuera lo mejor que le he pasado.

ZootopiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora