Capítulo 20

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Despierto y Nick no está. Tengo una aguja metida en mi brazo y un medidor de pulsaciones en mi dedo índice. La aguja está conectada con un tubo pequeño, el cual está conectado con una bolsa de plástico. No me preguntes qué tiene esa bolsa porque no lo sé. Lo único que sé es que estoy sedada, adormilada, cansada, confusa y me duele todo el cuerpo. Me siento como si me hubieran dado una paliza o como si hubiera muerto. Supongo que no he tenido esa suerte.

Me levanto y desconecto todo lo que está conectado a mi cuerpo. Veo un ramo de rosas en un jarrón, sobre la mesita de noche, y veo una lata de zanahorias en conservas. Nick no perdió su humor. 

Tengo una bata ridícula de hospital, así que para no llamar la atención me pondré mi ropa y saldré de este sitio como si fuera alguien que vino de visita.

Me quito la bata de hospital y me pongo mi ropa.

Abro la lata de zanahorias y las como. Salgo de la habitación, dejando las rosas sobre la mesita de noche. Me quedé con hambre, pero no me refiero a las zanahorias, sino de volver a hacerlo. Volver a intentarlo. Intentar acabar con todo.

Camino por el pasillo y a lo lejos observo a Nick, camino hacia la habitación, así que pienso rápido y entro en una habitación al azar.

Cierro la puerta y observo que no hay nadie visitando a esa persona que está sobre la cama.

Me acerco y observo de cerca al paciente. Tiene una especie de pijama (o por lo menos solo la parte de abajo) y en el pecho tiene una venda. 

Su vendaje está lleno de sangre centrado en un punto del pecho.

Me acerco y le observo la cara. El paciente se despierta y se sienta rápidamente.

-¿Quien eres? (dice el paciente)

- Emm... perdón. Me equivoqué de habitación. (digo)


Doy media vuelta para marcharme, pero el paciente me coge de la mano y me detiene.

- Espera, por favor. Me aburro mucho. Los días aquí son eternos. Quédate un rato. (dice el paciente)

Arqueo una ceja y afirmo con la cabeza.

Me siento en la silla que está cerca de la cama.

- ¿Cómo te llamas? (dice el paciente)

- Judy Hoops. 

- Encantado, yo soy Will


Extiende la mano como forma de saludo y se la estrecho.

He de admitir que es guapo. Es un zorro, como Nick. Qué coincidencia. Su pelaje es gris y la parte inferior (me refiero al abdomen, la parte del cuello por abajo...) es blanca.


Will observa mis muñecas vendadas y no duda en preguntar

- ¿Qué te ha pasado?

Me miro las muñecas y cruzo los brazos para intentar disimular la sangre

- Nada importante. (digo con una media sonrisa)


Will sabe que no es la verdad, pero no insiste y cambia de tema.

Se levanta de la cama y le observo de pie. Es alto y más fuerte que Nick. Tiene bastante músculo y me perdí en sus pectorales y abdomen marcados. No era gran cosa, pero se le notaban las divisiones, y eso me sorprendió. El vendaje le tapaba un pectoral, el cual estaba herido.

- ¿Y a ti que te pasó? (le pregunto)


Will se ve el pectoral con la venda y luego me mira a mí.

- Nada importante (dice con una media sonrisa)


Sonrío y él también sonríe.

Will se pone la parte de arriba del "pijama".

- Mañana me dan el alta. Si quieres puedes venir a despedirme (dice mientras se acuesta en la cama y se tapa con las sábanas)

Me levanto de la silla

- Sí, intentaré venir. (digo, no se lo puedo negar)

- Muchas gracias, Judy. Eres muy buena. (dice Will)

Sonrío y camino hacia la puerta.

- Hasta mañana, Will

- Hasta mañana, Judy


Salgo de la habitación y observo a Nick en una silla, preocupado, seguramente esperando a que alguien le dé información de en dónde puedo estar.

Nick me ve, vestida, saliendo de la habitación, con una media sonrisa.

Observo como camina hacia mí y yo me quedo quieta.


- ¿Qué hacías ahí? (dice mientras se asoma por la puerta) 


Suspiro

- ¿Te...gusta? (dice Nick triste)

- No, Nick. Sólo intentaba esconderme de ti y entré en la primera habitación que encontré. No quiero quedarme más tiempo aquí. Quiero irme a mi casa.

- ¿A tu casa? (dice riendo)

No entiendo por qué se ríe, pero me mantengo donde estoy.

- Irás a tu casa, pero yo tengo que dormir contigo (dice Nick como si fuera una cosa normal)

- ¿Qué? Estás loco

- No, Judy. Pero desde lo que pasó no puedo dejarte sola. No puedo correr el riesgo de que te vayas para siempre.

- No voy a hacer nada, Nick.

- Me prometiste que no lo volverías a hacer, y lo volviste a hacer, y delante mía. ¿Crees que me gustó ver como la chica que me gusta se intentó suicidar? ¿Crees que no quise morirme cuando te hiciste eso?

Bajo la mirada. Camino por el pasillo y sé que Nick acabará durmiendo en mi apartamento, pero no le dejaré dormir en mi cama. No soy de él, ni él es mío.

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