LA NOTA
Los semidioses permanecieron impertérritos pero, en el interior, Percy quería golpear algo para aplacar su ira, mientras que Jason, Leo y Nico, hacían que el viento fuese mas rápido, el aire mas cálido y las sombras más sólidas respectivamente.
Los magos sintieron temor, casi podían tocar el poder que emanaba de esos chicos, pero había un tipo idiota que, a pesar de todo, avanzó con paso altivo y mirada burlona a los semidioses.
Draco Malfoy se paró frente a Piper, quien le sostuvo la mirada, aunque estaba medio herida al saber que le culpaban del secuestro de su padre.
"¡Jamás lo dañaría!" —Pensó—. "La falta de memoria fue para que viviera en paz."
—Así que... solo te acercabas a mí por el dinero —comentó tocándole un mechón de cabello. Piper se alejó bruscamente, sorprendida por su actuar. Malfoy le lanzó una moneda—. Mi padre tenía razón, las más bonitas son unas verdaderas... No, un caballero no debería decir semejantes palabras. Recógelo, ramera.
—¡No le hables así, Malfoy! —exclamó Jason, furioso. Su rostro reflejaba lo molesto que estaba y la electricidad comenzaba a emanar de su cuerpo. Si no fuese por la mano de Percy en su brazo, hubiera reducido al idiota en cenizas.
—Y tú, asqueroso homosexual, ¿vas a intentar asesinarme? —Malfoy lanzó el contenido de un vaso al piso, luego tiró el utensilio y miró a Jason—. Lámelo y sigue los pasos de tu alcohólica madre. Ni alcohol tiene pero, para alguien como tú, no creo que importe.
Jason ya no lo aguantó más. Su vida había sido un infierno a causa de su madre, quien le había dejado a los tres años mientras le prometía volver por él y Jason había intentado ser fiel a sus palabras para que los demás no sintieran lo mismo que él. Para empeorarlo todo, en Ítaca la había vuelto a ver y sus temores regresaron, se sintió tan desprotegido y solo...
El hijo de Júpiter tocó el torso de Malfoy y una descarga eléctrica lo lanzó hasta la mesa arrasando con todo lo a su paso. Los magos se alejaron en el temor, excepto Harry, que no quería creer que le habían engañado.
"Ellos no son malas personas, Malfoy lo provocó". —Pensó.
Malfoy se levantó con el uniforme chamuscado y el cabello quemado en las puntas. Jason no había querido utilizar tantos voltios, pero fue tan natural... La ira le embargo y no pudo hacer nada contra ese impulso.
El Slytherin caminó con pasó decidido hecho un basilisco hasta Jason, mientras que Crabbe y Goyle franqueaban su espalda. Los estudiantes y maestros seguían sus pasos sin atreverse siquiera a mover un músculo, ¡ni los profesores! El Slytherin sacó su varita y apuntó al rubio con ella, pero Percy se paró en medio.
—Basta, Malfoy.
—¡No eres quién para darme órdenes! ¡Solo eres un maldito drogadicto, problemático, idiota, homosexuale e hijo de perra! —Malfoy estaba rojo de ira, pero la mirada sombría que se apoderó del rostro de Percy le quitó el calor del momento.
Al hijo de Poseidón no le pareció nada bien que llamaran a su madre de esa manera, pues Sally es la mejor madre del mundo, madre que soportó a un cerdo como Gabe para protegerlo.
—Te arrepentirás de esto, Malfoy. Retira tus palabras. —Percy hablaba con los dientes apretados, pero el rubio platino solo rio.
El pelinegro sacó su bolígrafo, dejando a los demás semidioses sorprendidos, quienes no creían que Percy pudiese ocupar su espada para dañar a un mortal o mago, pero por lo visto, este había pasado los límites de su amigo.
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Olympus en Hogwarts
FanfictionPercy, Nico, Leo, Jason y Piper deben ir a una escuela de magia llamada Hogwarts. La misión: proteger a Harry Potter. Dumbledore pide ayuda a su amigo Quirón, ya que el Torneo de los Tres Magos está a las puertas y el futuro de Potter pende de...