Capítulo 21

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¿DÓNDE ESTAMOS?

Todo Hogwarts estaba en silencio. Había pasado un día desde la última competencia y Dumbledore había explicado lo sucedido a los estudiantes. Ellos se asombraron ante el relato y la idea de que los transferidos no eran magos. No se les informó qué eran específicamente, pero admitieron que tampoco eran muggles. Mayor fue la sorpresa cuando supieron que esos chicos habían derrotado a muchos mortífagos y al mismo Voldemort cuando quiso alzarse. Supieron que Moody era Barty Jr., un aliado de Voldemort, que intentó dañar a Harry después de la competencia.

Aunque parecía imposible creer, todos vieron cuando los trasferidos y Harry volvieron del laberinto. Lucían sombríos, imponentes y el dolor se reflejaba en cada uno de ellos. Sin embargo, Percy era el peor. Al observar que Jason lo iba consolando, se preguntaron por el paradero de Nico. ¿Dónde estaba?

Percy intentó de todo. Se negaba a creer que su novio se había ido. Probó poner comida de McDonald's en su cama, le gritó fanstasmita para ver si salía molesto y lo buscó en cada sombra que veía. Eso último le quitó las esperanzas. Nico era parte de las sombras ahora y no volvería a él. Ni siquiera tenía un cuerpo al que llorarle...

Nico se había ido.

Hogwarts entero supo del sacrificio del chico al que habían juzgado. Todos lamentaron su pérdida y les destrozaba ver el dolor de un chico tan vivaz y alegre como Percy.

El hijo de Poseidón no quería nada. ¿Cómo le explicaría a Hazel que no fue capaz de cuidar a su hermano? Primero Bianca... ¿No le había prometido a Nico que también lo cuidaría? Tampoco pudo cumplir esa promesa... Percy quería volver al campamento y encerrarse hasta morir. No quería ver un mundo sin Nico. No podría soportarlo.

Después de la guerra, ese chico lo había sacado de su dolor. Le había dado una nueva esperanza de ser feliz a su lado. ¡Hasta había pensado en cómo serían sus hijos! Aunque estaba 80% seguro de que no podrían tenerlos. Quería pasar a su lado mientras su vida durara pero, ¿de qué servía en ese momento? Nico, su amado Nico, ya no estaba.

*****

Los días habían pasado y la tensión se seguía sintiendo en el aire. Los semidioses se dirigieron a su habitación después del almuerzo. Irían junto a Percy que no se había movido de su cama. Todos estaban preocupados, pero debían sacarlo de ahí, puesto que ese día volverían a sus hogares. Habían completado la misión y ya no tenían nada más que hacer en ese lugar. No cuando les traía malos recuerdos.

—Adiós, Percy —susurró Harry.

Los semidioses estaban abordando los carruajes para irse. No había nadie más porque ni siquiera se quedarían hasta el fin de curso. El hijo de Poseidón se había apartado del resto y a Harry le dolió verlo en ese estado: sin brillo, sin una sonrisa sarcástica, sin su porte relajado y sin amabilidad en sus ojos... Nada era como él.

—Fue... un gusto conocerte —dijo, al tiempo en que extendía su mano. Harry no sabía si Percy apreciaría un abrazo de la persona que había llevado a Nico a su muerte.

—Adiós —respondió mirando la mano del mago. ¿No se la iba a estrechar? Eso dolió porque entendió que el espíritu de Percy se había ido junto a Nico—. Supongo que esta no será la última vez que te veamos. Estás saliendo con mi padre, después de todo.

—Mm, sí. Que tengas un buen viaje —Percy asintió y se alejó. ¿En serio esas serían sus últimas palabras? Harry no estaba dispuesto a que eso sucediera. Corrió rápidamente y lo abrazó por la espalda. El semidiós no reaccionó—. Lo siento, lo siento. Todo fue mi culpa. ¡Por favor, perdóname! Si yo no hubiera sido tan estúpido, si hubiera hecho más... Voldemort no me habría atrapado y Ni-

—Cállate. No se puede cambiar el pasado y no es tu culpa —dijo sin girarse y en su voz se reflejaba el dolor que estaba sintiendo. Harry lo apretó más fuerte y los otros semidioses veían la escena en silencio—. Fue mía. Yo no pude protegerlo y...

Entonces, Percy se giró, abrazó a Harry y, por primera vez desde el cementerio, el hijo del mar lloró.

*****

En la plataforma 9¾, Percy quedó agobiado por los recuerdos. Había vuelto al inicio, pero faltaba uno a su lado. Sintió como sus ojos se nublaba, pero empujó sus lágrimas a la distancia. No podía echarse a morir (aunque quisiera), muchos lo necesitaban.

Después de unos minutos, ninguno dijo nada. Entendieron el problema, pero plantearlo sería muy insensible. En especial, cuando a todos les dolía.

¿Cómo volverían a casa?

Ya no estaba quien los había llevado...

Se miraron unos a otros y antes de que pudieran hablar, una potente luz los envolvió. Inesperadamente, aparecieron en el Olimpo con todos los dioses presentes. Ninguno pudo mirar a Percy directamente. Poseidón se sentía destrozado. No había podido ayudar a su hijo, aun cuando prometió hacerlo, ¿qué clase de padre era? Hades están en silencio, incapaz de articular palabra. Bianca y Nico eran los hijos que el más amaba, por eso los había escondido, y ninguno estaba ahora. Percy, por su parte, no miró al dios del Inframundo pues su parecido con Nico era doloroso.

—¡Semidioses! Felicitaciones por su victoria en esta misión —anunció Zeus, formalmente. Percy le lanzó una mirada fría—. Héc-

—¿Nos felicitas cuando hemos perdido a Nico? —cuestionó un tono más bajo del usual, dándole un aspecto amenazador—. No nos felicites cuando hemos perdido a otro de los nuestros, ¡en otra de sus estúpidas y malditas misiones!

Silencio.

Nadie dijo nada por un tiempo. Zeus quería enfadarse, pero todos a su alrededor se encontraban mal y les sería fácil unirse en su contra.

*****

Lejos de todos, las Parcas y Hécate maquinaban en su plan para traer paz al hijo de Poseidón, al Mundo Mágico y al Olimpo. La primera fase estaba completa y decidieron que necesitaban de la historia del pasado, para ayudar al futuro y lograr la victoria a través del dolor.

*****

El Olimpo comenzó a brillar y girar a una velocidad alarmante. Los dioses no parecían notarlo, pero los semidioses estaban más que perdidos. ¿Otra amenaza? Eso querían saber.

Cuando la habitación se detuvo y la luz se disipó, los dioses seguían ahí, pero se veían diferentes y la arquitectura del lugar no era la diseñada por Annabeth. ¿Era la anterior a la segunda guerra titán?Los tronos de Hestia y Hades no estaban y faltaba en segundo dios. Entonces, los notaron y los truenos retumbaron.

—¡¿Quiénes son y qué hacen aquí?! ¡Insolentes! ¡¿Se enfrentan a los dioses sin ser llamados y no muestran el debido respeto?!

—¿No nos conoces? —preguntó Jason confundido. Más truenos retumbaron.

Esto ha sido obra nuestra. Nuestros planes pronto serán revelados. Por estos semidioses se harán cambios definitivos. Uniremos mundos y el Olimpo se hará más poderoso. —Los dioses sabían que las tres voces eran de las Parcas y se sorprendieron e intentaron ante la expectativa—. Por ahora, esperen la llegada de quienes faltan. Llamen a Hades y asuman sus errores.

Luego, varias luces inundaron la sala. Un montón de personas aparecieron en medio del Salón del Trono. Entonces, Percy los vio.

—¿Harry?

—¡Percy! ¿Qué está...? ¿Qué es este lugar?

¡Hola! Recuerden que esta historia consta de tres partes.
Si has llegado hasta aquí, gracias por leer.
Atte. Alex

Olympus en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora