Capítulo 14

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DULCE NAVIDAD III (¿QUÉ ESTÁ PASANDO)

Poseidón

Estaba en mi palacio revisando los avances de mi hijo. Quería ayudarle aunque fuera en contra de las leyes. Después de todo, él es el héroe del Olimpo y luego de dos guerras, merece más ayuda de parte de su padre.

Estaba viendo todo, hasta que una escena me perturbó. ¿Qué hacía mi hijo con el hijo de Hades? Una cosa era clara: necesitaba hablar con él. Tenía que cumplir mi rol como padre.

"He estado ausente la mayor parte de su vida. ¡No dejaré pasar esta oportunidad!" —Pensé.

Sabía que la misión era en la escuela favorita de Hécate pero, por alguna extraña razón, la esencia de mi hijo no se encontraba allí.

Cuando pude percibirlo, fue en un lugar apartado. ¿Dónde estaba? Me transporté por el agua hasta un riachuelo que había cerca de una extraña casa. Al salir, noté prados y algunos pequeños animales o seres que se escondían de mí.

—¡Percy! ¡¡Percy!! —Escuché no muy lejos. Llamaban a mi hijo, pero yo no podía verle. Seguí observando a los alrededores para ver si lo divisaba. No tuve éxito. Me preocupé. Le estaban gritando a mi hijo y este no acudía.

Luego de un minuto, una fuerza me jaló dándome vuelta. Al principio no sabía que pasaba. ¿Mi hijo me había visto? Ningún otro semidiós se atrevería a actuar tan atrevido ante un dios.

—¡Percy!

Entonces lo vi.

Un chico de ojos verdes, cabello negro desordenado y gafas me miraba como exigiendo una respuesta. Se veía delgado y apretaba un libro de mitología entre sus manos.

Era muy lindo.

Para mi pesar, me recordó a Pélope, un amor de mi pasado (Léase las Odas de Píndaro).

Este chico, se veía tan bonito con esa expresión firme y las mejillas coloradas por la carrera que de seguro había corrido. Me tarde unos minutos en darme cuenta de que era a mí a quien le hablaba.

—¿Me hablas a mí? —El chico me miró raro.

—¿A quién más, Percy? —Eso me sorprendió. Al parecer los otros dioses tenían razón: con mi hijo éramos demasiado parecidos. Lo miré y no pude desaprovechar mi oportunidad.

—Lo siento, pero soy Poseidón... Un gusto —dije con mi sonrisa más encantadora. Él me miró de pies a cabeza como evaluando si creerme o no pero, de igual modo, apretó mi mano extendida.

—Harry Potter —Se presentó. ¡Era el chico al que mi hijo debía proteger! ¿Era una coincidencia o qué estaban haciendo las Parcas?—. Siento haberlo confundido, pero es igual a un amigo.

La forma en que dijo "amigo" gritaba que tenía sentimientos más profundos. Le gustaba Percy.

—Percy. Eso dijiste, ¿cierto? —Asintió—. Bueno... yo también lo estoy buscando.

—¿Para qué? —cuestionó con desconfianza. Lo miré y no pide evitar sonreír. Él terminó imitándome—. En serio, eres igual a él.

—Eso me han dicho.

—¿Quién? —preguntó inclinando la cabeza.

—La familia.

—¿Quién es usted? —cuestionó. Sin embargo, ya sabía la respuesta o la intuía.

Olympus en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora