Olympus en Hogwarts

Capítulo 18

¿QUÉ ESTÁ PLANEANDO?

Harry

Percy me miró como si mis palabras fueran extrañas o no conociera el idioma. Cuando le hizo señas a los demás para que no lo esperaran, lo llevé a un pasillo solitario del castillo. Ninguno dijo nada en el camino y Percy solo lucía perdido, como si pensara que yo estaba loco. ¡Él me había dado el libro! ¿Por qué se comportaba así?

—¿No dirás nada? —pregunté. Percy estaba frente a mí y apoyado en la pared—. Ya sé quién eres. ¿Te harás el desentendido?

—¿...entonces? ¿Quién soy según tú? —cuestionó alzando ambas cejas.

Yo confirmé mi teoría sobre su identidad después de escuchar a los peces... No pregunten cómo pude hacerlo porque no tengo idea, y ver lo cómo manipuló el agua. ¡Estaba seguro de quién era! Sin embargo, decirlo en voz alta me parecía una locura y ue Percy me mirara como si no supiera de lo que hablaba, no estaba ayudando. ¿Qué tan descabellada era mi teoría contra la existencia de los magos?

—E-Eres el hijo de un... dios. —Mi voz no reflejó la convicción que deseaba. Esperé a que Percy se riera de mí, pero eso no pasó. Él solo sonrió. No sabía que si corresponder porque su sonrisa no era de esas que te hacen querer abrazarlo, sino de esas con las que uno quiere decir: "Así se hace. Buen chico".

—El término es semidiós o mestizo —dijo, como si fuera algo trivial. Se sentó en el alféizar del ventana y me observó.

—Entonces... ¿es cierto? —pregunté incrédulo. Ya lo sabía pero, ¡Vamos! No cualquiera te dice que es un semidiós y le crees. Percy alzó una ceja y soltó una risita.

—Tú lo dijiste, ¿no?

—Sí, pero pensé que lo negarías o hablarías de lo loco que estaba. —Percy parecía estar divirtiéndose.

—Harry, Harry, ¿no fui yo quien te dio ese libro? —Asentí.

—Sí, pero es bastante difícil de creer. Creo que me tomó más tiempo creerlo que adivinarlo.

—Bueno, es casi tan extraño como enterarse de que los magos son reales —dijo. Me senté a su lado.

—Uh, ¿no sabías sobre nosotros antes de venir aquí? — Negó al tiempo en que jugaba con un bolígrafo. ¿De dónde lo sacó? Ni siquiera lo vi.

—No. Nos arrojaron la noticia a la cara y nos enviaron a otro continente.

—¿Quiénes y por qué? —Eso me dio curiosidad. ¿Qué era tan importante como para que les revelaran el secreto de los magos?

—Eso... no es una conversación para ahora. —Guardó silencio y yo no insistí al verlo tan cerrado a compartir la información—. Y bueno... ahora lo sabes. Supongo que ya no tenemos que ocultarnos.

—Como si hubieras sido sutil —dije riendo. Él hizo un puchero—. ¿Eres el único?

—No. Hay muchos de nosotros. Nico, Jason, Leo, Piper y los que pasaron las vacaciones con nosotros, también lo son.

—Tengo una duda... ¿Poseidón es realmente el dios del mar? —cuestioné. Percy frunció el ceño y me observó como si buscara algo.

—Sí. Por eso te dije que no te acercaras tanto a él. Las cosas no son buenas para quienes resultan ser la atracción de un dios. —¿Atracción? ¿De qué estaba hablando? Yo no podía ser... En todo ese tiempo, Poseidón no aprecia querer dañarme.

"¿Qué tiene de malo que sea amable conmigo?". —Pensé.

—¿Todos los dioses son reales? —pregunté para desviar el tema, pero él lo notó. Me miró y asintió—. Pensé que eran solo mitos.