Capítulo 13

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DULCE NAVIDAD II (NÓTESE EL SARCASMO, DE NUEVO)

De la luz apareció el director de Hogwarts. Miró a los transferidos a punto de enfrentarse a Remus Lupin y su expresión se volvió indescifrable. Dumbledore sabía lo que los chicos habían pasado y del enfrentamiento de Nico con Licaón. Su viejo amigo Quirón le había contado las historias, pero no dejaría que mataran al hombre lobo.

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó con una ceja alzada.

—Es un hombre lobo —acusó Nico. Estaba molesto porque el director no les había comunicado sobre Lupin.

—Pero querido señor di Angelo...

—No me llame así —dijo, mirándolo con el ceño fruncido.

—Lo siento, señor di Angelo, pero no pueden atacar al señor Lupin.

—¿Y eso por qué?

—Porque a diferencia de donde vienen, aquí existen hombres lobos buenos. Lupin es un amigo de la familia y no les hará ningún daño, excepto si lo atacan, obviamente —dijo firmemente y con calma.

Los demás presentes estaban algo confundidos, recelosos y muy curiosos por todo lo que pasaba. ¿Cómo eran los hombres lobo en la Academia Delfos? ¿Querían matar a Lupin? ¿Cómo se suponía que lo harían? Pero el más importante: ¿Cómo supieron de la condición de Lupin?

Percy guardó su bolígrafo ante la atenta mirada de Harry, Hermione y Sirius. Jason asintió, pero Nico no sabía si confiar.

—Niks... creo que está bien. —Le dijo Percy al oído. El hijo de Hades asintió a regañadientes y se paró junto a un sonriente Percy que, con un brazo, lo rodeó por la cintura. Eso atrajo las miradas curiosas y más aún cuando el hijo de Poseidón tomó la mano de su amigo rubio en señal de que todo estaba bien.

—Lo sentimos, señor Lupin, pero en nuestra escuela fuimos atacados por los hombres lobo. Lo sentimos, sinceramente —dijo Percy. Jason se acercó para besarle la mejilla pero Nico se puso a toser.

—Lo siento, Nico. —Se disculpó Jason. Sirius miraba toda la escena divertido—. Y concuerdo con Percy, lo sentimos.

—Está bien. En su situación yo también desconfisria. No se preocupen. Pero, ¿cómo supieron que lo era?

—Porque ellos pertenecen a un grupo de élite a cargo de la protección de nuestra academia. Son los mejores, así que deben saber de estas cosas. Para eso fueron entrenados. —Todos quedaron impresionados ante las palabras de Piper, aunque ella igual había usado su encanto para que fuese más creíble.

—Me olvidada. —Comenzó el profesor Dumbledore—. Tienen visitas. Ciertas personas vinieron a verlos y pasarán las vacaciones de navidad con ustedes.

Los semidose se miraron preguntándose quiénes serían, pero las dudas fueron aclaradas cuando el director agitó su varita y de un remolino aparecieron Hazel, Frank, Will, Reyna y Thalia.

—¿Chicos?

Todos corrieron a abrazarse entre sí. Al menos Jason abrazó a Thalia al igual que Piper y Percy. Leo recibió un puñetazo de la cazadora. Frank y Hazel los abrazaron a todos. El primero, le dio la mano a un muy serio hijo de Hades. Will corrió junto a Nico para atraparlo en un abrazo y Reyna los saludó a todos.

—Will... deja a Nico —dijo la pretora.

—Lo siento, Reyna. —La hija Belona fue hasta el pelinegro y lo abrazó feliz. Nico se sentía más o menos incómodo, pero le correspondió.

—¿Qué hacen aquí?

—¿No oíste al hombre de la barba? Vinimos a verlos, Sesos de Alga —dijo Thalia riendo.

Olympus en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora