x. unobtainium

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Steve

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Steve.

Camino a paso firme y decidido hacia la oficina del director de S.H.I.E.L.D.

Soy consciente de que probablemente esta pequeña visita que le haré no será de demasiada ayuda ya que, conociendo la personalidad de un hombre como Nick Fury, lo más previsible es que termine con aún más dudas de las que ya tengo. Pero tengo que intentarlo, después de todo sé que si no consigo la respuesta que espero, yo mismo me encargaré de averiguar la verdad sobre todo el asunto. Todo es demasiado extraño. Charlotte no se ve como alguien amenazante, y sé que Fury tampoco traería a alguien que lo fuera, pero después de todo lo que hemos vivido me parece algo bastante prudente preocuparme y buscar las explicaciones que necesito.

La puerta automática de la oficina se abre por si sola cuando mis pasos se acercan a ella. Me adentro al lugar sin dudarlo y muevo mis piernas hacia el gran escritorio donde un pasible Fury ya me espera con los dedos entrecruzados sobre su regazo.

—Te tardaste —formula el moreno mirándome con cierta gracia.

No me sorprende que él haya predicho mi visita. Ya conozco a Fury y actitudes extrañas como estas no me sorprenden más.

—Si ya sabías que vendría entonces debo suponer que también sabes el asunto que vengo a discutir —manifiesto descansando mis brazos sobre el escritorio de cristal—. Sabes muy bien que necesito respuestas.

—Siempre las necesitas —articula con pesadez el hombre del parche.

Deja salir un casi inaudible suspiro y se incorpora de su silla. Sin decir nada presiona algunas teclas en su computadora, y enseguida un vídeo holográfico comienza a reproducirse delante de nosotros; en el se ve a una muchacha pelirroja caminado por medio de una calle desolada con una mochila colgando en su espalda, todo parece tranquilo hasta que de repente dos tipos encapuchado salen de la nada e intentan, aparentemente, asaltarla, aunque sin resultados ya que se puede ver cómo ella los noquea sin poner mucho esfuerzo. No tardo más de cinco segundos en darme cuenta de que aquella muchacha es Charlotte. Su cabello anaranjado resalta a la vista.

—¿Eso es todo? —cuestiono cruzando los brazos sobre mi pecho— ¿La reclutaste simplemente porque logró dejar inconsciente a dos delincuentes?

Fury, sin expresión alguna, me envía una mirada y vuelve hacia su computadora para ponerle play a otro vídeo.

Nuevamente se observa a Charlotte, estaba vez se encuentra en lo que parece el patio trasero de una casa sentada sobre la rama de un árbol y leyendo un libro con tranquilidad, pasan algunos segundos hasta que ella decide bajarse al suelo de un salto haciendo que, como si fuera por arte de magia, una enorme bola de tierra se eleve hasta quedar a su altura. Ella se muestra asustada y con ambas manos tapando su rostro sale corriendo hacia la casa.

Antes de que pudiese decir algo al respecto, otro vídeo comienza a reproducirse instantáneamente; en esa ocasión están Fury, y Charlotte charlando en el living de una bonita casa, según parece ella se enoja por algo que él dice, lo que causa que de sus manos broten pequeñas llamas de fuego que dejan a todos allí perplejos.

OUTSIDE THE DARK ― steve rogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora