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—Me asustaste —llevo una mano a mi pecho.
Me alejo al instante mientras Steve me regala una de sus más encantadoras sonrisas. Mi mirada lo recorre antes de siquiera ser consciente de mis propios actos. Lleva ropa de deporte; unos pantalones de gimnasia y una camisa blanca y sin mangas que se amolda a su cuerpo como si hubiera sido diseñada especialmente para él. Su cuerpo sudoroso y brillante no hace más que hacerme querer escapar y evitarme pensamientos no habituales en mi.
—Buen día —saluda—. O buenas tardes, considerando la hora.
Tengo ganas de reír. ¿Tiene que ser tan malditamente correcto a tiempo completo?
—Son las once y media —ruedo los ojos en un gesto chistoso—. No todo el mundo se levanta a las cinco de la madrugada, Rogers.
Él ríe. —Pensé en despertarte para que fueras a correr con Sam y conmigo. Pero supuse que querrías descansar.
—Supusiste bien —me encojo de hombros, omitiendo el hecho de que le hubiera tirado con mi almohada si se hubiera parecido en mi habitación para despertarme antes del amanecer—. Ya no soy parte de los Vengadores, así que ya no necesito entrenarme tan constantemente. Aunque gracias por pensar en mi.
—¿Dejarás el equipo? —pregunta, su ceño frunciendo notablemente en señal de consternación.
—Vamos, Steve —digo en medio de un suspiro profundo— ¿Realmente fui parte de Los Vengadores alguna vez? Jamás los acompañé a ni una sola misión, más bien creo que mi participación en el equipo fue la excusa perfecta que uso Fury para traerme con Tony.
—No tienes que verlo de esa forma, fuiste de gran ayuda cuando atacaron la torre —me reconforta, su mano da un leve apretón en mi hombro y mi anatomía de paraliza por medio segundo—. Además, ahora que tienes mayor control en tus habilidades, creo que serías de gran ayuda.
—¿No eres tú el mismo que no me quería en el equipo?
—Eso fue porque apenas llegabas y no te conocía del todo, pero me cerraste la boca, tengo que admitirlo —su cara enrojece, y yo tengo que morderme el labio para retener la sonrisa que amenaza por mostratse— ¿Tony no quiere que seas una Vengadora?
—No lo sé, y de todas formas él no decide por mí. Ahora mismo tengo otras prioridades antes que ocuparme de asuntos que estoy segura que ustedes pueden resolver tranquilamente sin mi ayuda —respondo mientras me pregunto de manera silenciosa de donde le salió tan de repente tanto interés por mi—. Y hablando de Tony, me está esperando abajo, así que...
