xii. ataque sorpresa

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Maria Hill monitorea cada misión de los Vengadores desde una oficina especial en lo torre

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Maria Hill monitorea cada misión de los Vengadores desde una oficina especial en lo torre. Allí cuenta con todo el material necesario para ayudarlos desde su lugar, ya sean pantallas especiales, computadoras de alta tecnología, incluso micrófonos y audífonos para poder comunicarse con ellos a cualquier distancia en que se encuentren.

Como era de esperarse, quedo boquiabierta ni bien poso mis pies en ella. Sigo sin acostumbrarme a toda la tecnología que de pronto me rodea en cada puñetero lugar en que me encuentre en la torre. Literalmente este edificio podría considerarse el paraíso mismo para cualquier geek.

Yo he crecido en un pequeño pueblo bastante alejado del centro de Verona, dentro de una diminuta familia de clase media que luchaba día a día para llegar a fin de mes con su sueldo. La vida no me regaló nada así porque sí y todo lo que tengo me lo gané con esfuerzo y merito propio. Los únicos artefactos "a la moda" con los que he interactuado son un IPhone 5 que mis abuelos me obsequiaron para mi cumpleaños número diecisiete y una vieja laptop que yo misma me compré luego de pasar meses ahorrando.

Por eso me es inevitable quedar pasmada por cada ocasión en la que me encuentro con algún aparato avanzado en mi camino.

—Ten, colocate este en el oído y este otro lo enganchas así en tu camisa —me indica Maria, extendiéndome un pequeño audífono y un micrófono del tamaño de una cucaracha—. Con ellos podremos oír a los demás mientras estén en acción y, así, si necesitan alguna coordenada o cualquier tipo de información que no esté a su alcance se la brindaremos desde aquí.

Asiento mientras tomo asiento a un lado de ella en una silla giratoria lo suficientemente cómoda como pasar un buen rato allí.

—Bien.

Maria me brinda una media sonrisa y luego comienza con su trabajo.

—Aquí agente Hill desde la base, ¿me copian? —habla presionando el audífono sobre su oído— Hola, ¿alguien me copia?

—Aquí agente Romanoff, te copio —se oye la voz de Natasha, algo entrecortada pero entendible—. Nos dividimos. Barton y yo estamos en la entrada de la base, ¿pueden vernos?

Observo con interés como Maria teclea algunas cosas en la computadora, haciendo que de pronto apareza en una de las pantallas las puertas cubiertas de hielo de lo que parece un enorme edificio. En uno de los costados se puede ver las figuras de Natasha y Clint estampados con cautela en una de las paredes. El lugar es horrible, aunque eso sí que no me sorprende. Hill me ha hablado un poco sobre HYDRA antes de que empezáramos, para que estuviera un poco al tanto a lo que los Vengadores se enfrentan constantemente.

—La estructura del edifico se ve débil —observa Falcon, quien se encuentra vigilando el perímetro desde el aire—. Podría desmoronarse en cualquier momento.

—No hay rastros de ningún individuo dando vueltas, ni en el exterior, ni en el interior —informa Hill inspeccionado las pantallas. Todas se encuentran libre de cualquier cuerpo humano—. Pueden proceder.

OUTSIDE THE DARK ― steve rogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora