Capitulo 15
Mayo 7, 2008
Ese día, nuestra pequeña Julia cumplía su primer año. Ese día, Ana cumplía ocho meses en coma. Estaba en el departamento que había alquilado junto con Roger, en las afueras de Puerto Alegre, para estar cerca de Gramado y de Ana. Julia estaba hermosa, llena de vida, sonrisas y amor. Ya daba sus primeros pasos en una andadera que le había regalado a sus nueve meses. En el negocio nos iba muy bien, y la entrada de dinero nos había ayudado a mejorar la calidad de vida de Julia, y la de Ana.
El catering en Gramado era muy solicitado, y apenas habíamos terminado de amoblar y comprar los suplementos habíamos recibido nuestro primer pedido. No habíamos dormido en toda la noche y habíamos hecho un menú elegante. Poco a poco habíamos logrado conseguir prestigio y ahora éramos una empresa reconocida. Roger había terminado la carrera de leyes, y nos ayudaba en los gastos de la pequeña.
Ana seguía en el mismo estado, y los médicos habían perdido el inveteres y las esperanzas. Solo el doctor Lucio aun creía en que Ana saldría de esa situación, y por eso la mantenían en el hospital. Mi madre estaba enloqueciendo, y ya no salía del hospital. Yo iba todos los días, al menos media hora. No me había encontrado con ella, todo lo que quería saber de Ana, lo hablaba con el doctor Lucio. Eva no quería recibir ayuda de nadie, ella solo estaba enfocada en Ana, como siempre lo había estado. La compadecía, pues podía entender sus sentimientos. Pero Eva tenía una nieta, una nieta a la que jamás visitaba, que no le importaba.
La última vez que la vi, fue en el cumpleaños de Ana. Una de esas raras ocasiones en la que pudimos estar en la misma habitación sin herirnos. No hablamos, solo observamos a mi pobre hermana, que era tan vital, tan fuerte...
Su entrenadora, Victoria, había desistido de esperar. Las esperanzas de que Ana despertase, y recuperara su estado físico eran casi inexistentes. Así que había pasado de ser la estrella a ser una leyenda que esporádicamente aparecía en los noticieros.
Por más que habíamos buscado información, a los mejores neurólogos, nadie daba con el tratamiento adecuado. Pero hoy no podía sentir la tristeza que siempre me acompañaba, pues mi bebe cumplía su primer año y habíamos pedido un permiso en el hospital para que ella entrara a ver a su madre por primera vez desde el accidente.
Estaba haciendo el desayuno de Julia, que leche y cereales de bebe. A Julia le encantaba. Para Roger, hacia tortilla y tocino. Yo solo comía fruta así que solo la trocee.
Julia dormía en mi cuarto, en la cuna de madera que le había comprado, y ya estaba despierta y con el pañal cambiado. Solo tomaba tetero antes de dormir y de merienda. Era un bebe excelente y nos lo hacía muy fácil.
— ¿Qué bebe esta de cumpleaños?—ella se rio y yo le bese su naricita— ¡Mi bebe esta de cumpleaños!
Le canté, hasta llegar a nuestra cocina. Su andadera estaba en una esquina, cerca de nuestro sillón beige, frente al televisor de plasma. La coloque allí y termine nuestro desayuno.
— Mmm—oigo decir a Roger—huele delicioso.
Me rio y sirvo su desayuno.
— Hoy es un desayuno especial, pues Julia está en su primer cumpleaños.
Roger de seguro no se acordaba. El pobre era tan despistado.
— Pero si mi niñita preciosa cumple años— él la levantó en sus brazos y empezó a besar su dulce rostro, haciendo sonreír a Juli. Era difícil recordar que hace un año, Ana y yo la veíamos venir al mundo y simplemente mi hermana ya no estaba aquí para verla.
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La Vida Sigue
RomanceAna y Manuela son hermanas inseparables, invencibles, que siempre han estado para la otra. La circunstancias de sus vidas, tan distintas las hacen aprender día a día que la vida sigue, sin esperar, sin detenerse. ¿Podrán Ana y Manuela lograr superar...