Capitulo 16
Mayo 25, 2008
Julia estaba enferma, tenía mucha fiebre y le costaba respirar al dormir. Me tenía muy preocupada, y no había podido ir a ver a Ana. Julia me necesitaba, y estaría allí para ella. Estaba en la cocina, preparando mi caldo de gallina para darle a Julia. Al mismo tiempo hablaba con mi Abue para coordinar el banquete de bodas que teníamos en un salón de Puerto Alegre. No podía ir a él bufet, ese día Roger era el que estaba trabajando, entre la oficina de Manuel y nuestro negocio. Se había quedado con Julia y conmigo toda la noche, y aun así, se había levantado para trabajar, a cumplir con sus responsabilidades y algunas de las mías.
Mientras hablaba y picaba las verduras, Julia empezó a llorar. Era muy difícil mantener a mi Abue en la línea, y cargar a Julia. Seguía ardiendo en fiebre y empezó a vomitar.
-Abue, te tengo que dejar. Voy a llamar al pediatra de Julia, acaba de vomitar... te llamo cuando lo resuelva.
Ella balbuceaba y lloraba mientras continuaba con las arcadas. Acaricie su espalda y llame al doctor Alex. El atendía a Julia desde que llegamos al país. La niña no dejaba de llorar y yo me estaba desesperando. Quería gritar y sacudirla. Me recibirían en el hospital apenas llegáramos. Tuve que llamar a Roger y el pobre llego en un santiamén.
Yo estaba hecha un desastre de ojeras y vomito, pero no le di tiempo siquiera de bajarse del auto. Solo envolví a Julia en una manta y me subí al asiento del copiloto, tratando de consolar a mi niña.
-Ya casi llegamos, Manu. Respira.
Estaba hiperventilando, no sabía cómo lidiar con Julia así. Estacionamos en el área de emergencias y me baje desesperada. Una brigada nos espera allí y se encargo de Juli. Roger me abrazo y vimos a Julia viajar con su médico.
Sabía que me veía patética, tenía el cabello enredado, los ojos hechos un mar de lágrimas y el rostro hinchado. Aun así, Roger me abrazo, y me consoló mientras esperábamos. Nos sentamos en la sala de espera, temblando y rezando. Al parecer era un simple virus, pero era la primera enfermedad seria de Julia. Podía lidiar con una fiebre, tos, vómitos... pero no todos juntos.
Después de una hora, el doctor Alex se acerco a nosotros, haciéndome levantar de un salto.
-¿Cómo esta Juli, está bien, que necesita?
Alex rio y miro la historia médica.
-Tiene un virus estomacal, pero va a estar bien. La fiebre bajo un poco, y le suministramos algo para el dolor. Quiero dejarla en observación esta noche, solo por si acaso.
Suspire aliviada y asentí.
-Oh, qué bueno- abrace a Roger y él me sostuvo.
-Los dejo, ya pueden ir a ver a Julia.
Ni siquiera le prestamos atención, solo absorbimos la felicidad de saber que Julia estaba bien. Cuando me soltó, nos dirigimos a él cubículo donde estaba nuestra niña. Estaba dormida y tenía una vía en su pequeña manito izquierda. Me senté a su lado y la observe dormir.
-Voy a buscar una muda de ropa para ti y las cosas de Julia- me beso en la cabeza, y salió. Peine el cabello de Julia y me quede allí esperando.
Estaba dormitando en la silla, cuando Roger entro nuevamente. Se había cambiado de ropa y traía dos bolsos en su mano. Le sonreí y él me abrazo de nuevo.
-Si quieres, puedes cambiarte, que yo cuido de la niña, ¿te parece?
-Estupendo- dije y me levante. Conduciría a casa, necesitaba con urgencia una ducha y podía lavar la ropa llena de vomito.
ESTÁS LEYENDO
La Vida Sigue
RomanceAna y Manuela son hermanas inseparables, invencibles, que siempre han estado para la otra. La circunstancias de sus vidas, tan distintas las hacen aprender día a día que la vida sigue, sin esperar, sin detenerse. ¿Podrán Ana y Manuela lograr superar...