Capítulo 10

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Christian.

Pero que día...

Era Jennifer. Mierda era ella...

Hermosa no la define para nada. ¡Es que está preciosa!.

Y ya es toda una mujer...

Acepto, por su puesto... que cuando la ví... quedé perplejo. Sorprendido. Quien iba a pensar que justamente el día en que llegaría a Chile sería el mismo día en el que la volvería a ver. Jodeeer.

Y Frank... ¿a caso está con Frank?. De que mierda me he perdido... ¿dueña de un restaurante de casi cinco estrellas?... o algo así me dijo Frank. De verdad, me perdí los que pudieron ser los siete mejores años de nuestras vidas.

Aún que fué mi desición... yo lo quise así.

Pero ¡mierdaa!, ¿y ésto que sentí al volver a verla...?, ¿qué?.

- Amor, podrías ir y hablar con tú hermano... no sabe que éstas aquí... menos que has llegado hoy. -me dice Tatiana, mi esposa mientras carga a Kimberly en sus brazos, mi hija Fernanda.

Suspiro y la miro fruncido los labios. Me sacó de mis pensamientos.

Me paro del sofá y me dirijo hacia la puerta.

Tatiana me queda viendo y ladea su cabeza.

Le sonrío y luego le deposito un suave beso en sus labios.

Salgo y camino hacía el primer piso, recepción.

Cuando llego un señor ya de edad, con bigote me atiende.

Pregunto por la habitación de mi hermano y me la dice.

Subo por el ascensor y una vez afuera toco la puerta.

En eso escucho unos pasos dirigirse en dirección de la puerta.

- No me digas, olvidaste las lla...-ves... -queda boquiabierto cuando me ve detras de la puerta.

Yo sonrío abiertamente. No me sorprende su expresión, el no me esperaba.

Pero... ¿a quién esperaba?.

- Hermano -digo con una gran y abierta sonrisa y le abrazo.

Me incodo al darme cuenta que el no me ha de vuelto el abrazo.

- Entiendo que estás sorprendido... pero... por lo menos un saludo ¿no crees?...

Daniel retrocede y se adentra a la sala.

Le sigo y dejo la puerta algo junta.

No es eso... simplemente no... -Daniel está casi balbuceando, está nervioso- no me lo esperaba. Digo, hoy... pensé que vendrías en unos cuantos meses más. No hoy.

¿Qué? Entiendo que le sorprenda todo ésto... pero no es forma de recibirme.

- Pensé que te alegrarías más, hermano -digo dolido- simplemente hubo un cambio de planes, nada más...

- Pero si quiera me hubieras avisado, Christian... -dice Daniel alzando sus brazos y apoyandolos en su nuca. Su tono es molesto.

¿Qué es lo que le ocurre?, ¿por qué tiene esa reacción?.

- ¿Qué pasa Daniel?, Te noto algo nervioso, insatisfecho. ¿Qué es lo que ocurre? -miro hacia el fondo de la habitación, hay unas maletas con diseño femenino- ¿de quién son esas maletas?...

Daniel gira su cabeza y vuelve la mirada rápidamente hacia mí. Va a hablar pero una voz fuera de la sala nos interrumpe.

- ¿Señorita?, ¿se le ofrece algo? -pregunta una señora .

Cuando Nos Volvamos A Encontrar... (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora