Capítulo 17.

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Foto multimedia, Tatiana... ¡verdad que es una morena hermosísima!.

- Qué dices... ¿lo intentamos de nuevo?... Pero esta vez... ¿casados? -me dice Frank de rodillas frente a mí.

La verdad... Es que no estoy muy segura.

Quizá me puedo mostrar confundida por el beso mío y de Christian.

Pero no a sido capaz de si quiera buscarme para ver como sigo...

Quizá ese beso fue una despedida... Quizá por eso se fue de esa manera...

Que mal que me deje a mis propias conclusiones.

Pero, el tiene "su familia" el me lo dijo cuando me fue a ver, y creo que ya es hora de que yo comience la mía.

Pero pensandolo bien, Christian y yo jamás podríamos estár juntos... O sea, ya no. Bueno, podríamos si ambos estuvieramos disponibles...

Podré vivír con esto. Me siento segura de que con el tiempo lo olvidaré.

Y yo tengo que seguir con mi vida. El siguió con la suya, es mi turno.

-¡Sí!. ¡Acepto!. -digo con una sonrisa de oreja a oreja.

Frank se para y toma mi mano. Coloca el hermoso anillo azul. Es precioso.

En su rotro se vé la felicidad que siente.

Frank me dejo a mi cargo la organización de absolutamente todo. No sé di me dió en el gusto, pero me parece bien.

***

- Mamá, ¿que tal me veo? -miro a mi madre y ella sonríe.

- ¡Hija te ves hermosa! -dice sonriendo.

Me miro en el espejo pero de una u otra manera no me convence el vestido... Creo que es muy abultado.

Tuerso los labios y voy en busca de otro.

- Me gustaría uno con encaje en mas mangas... De preferencia mangas largas... Que tenga la espalda descubierta. Que sea ajustado hasta la cintura... Y con una caída de sirena... No sé si me entiende... -le digo a la chica que me está ayudando.

Mientras me saco el vestido llega la chica al camarín con un vestido precisos. Justamente como yo lo quería...

Camino hasta donde está mi madre y veo que a llegado Daniel.

Al verme ambos abren los ojos como platos y sonrien abiertamente.

- Te ves... ¡hermosa Jennifer! -Dice Daniel.

Le miro y sonrío.

- Hija, ese es el correcto vestido... ¡te queda perfecto!.

- Verdad que sí...

Digo mientras doy media vuelta y me observo en el espejo... Como es que se marcan mis perfectas curvas...

A decír verdad me gusta como me queda...

Miro a la chica y le digo que me llevo éste.

Ya han pasado dos semanas... Y tengo el horario totalmente alterado.

- Hija, no puedo seguir acompañandote en los trámites de la boda... -mira la pantalla de su móvil- me surgio un inconveniente y me tengo que ir de inmediato...

La miro y hago un puchero. Últimamente mi madre a estado bastante ocupada... Pero es entendible.

- Bueno, no te preocupes madre... -bajo la cabeza.

Cuando Nos Volvamos A Encontrar... (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora