Capítulo 20

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Elena

En un principio todo parecía tan... diferente a lo que es ahora. Se creí una persona con algo de madurez y comprendí que no. Pero y ahora ¿Qué se supone que haré con mi vida? Sé que decidí eliminar el embarazo porque lo sentí un estorbo, pero ahora es más doloroso tener este cargo de conciencia conmigo; eso, junto a la decepción de mis padres.

Al menos sé que papá podrá ser un poco mas comprensivo, pero mamá es un poco loca. No quiero ni imaginar en qué quedará todo esto; y sé que ea sería hasta capaz de golpearme por la estupidez que he hecho, y en verdad ... yo no la cuestionaría.

Han pasado tres horas desde que estoy en la habitación de la clínica recuperandome y papá sólo dice que mamá no está lista para verme porque está muda. Cuando esto ocurre, es porque dentro de ella hay un infierno; y en este momento no la culpo. Para mí sería más fácil que saque todo lo que lleva dentro y luego me abrace, porque en serio lo necesito.

****

-Elena...

-¿Sí papá?

-Tu madre pasará a verte.

-¿Debo prepararme?

-Con Jul siempre hay que estar preparados.

Miro a mi papá sin expresión alguna en mi rostro y espero a que mamá entre. Para mi sorpresa, también llega inexpresiva y eso da miedo.

-¿Y bien? -le pregunto al ver que sólo me observa y no dice nada - ¿No piensas decirme nada?

-Creo que es suficiente con lo que te imaginas que te puedo decir.

-Lo sé, pero ya no me quiero torturar más. Lo siento mamá, de verdad.

-Jaja en serio que estás mal. ¿Me estás diciendo a mi, que lo sientes?

-Sí.

-Necesitas ayuda, y yo no te la puedo dar.

-¡No estoy loca!

-Pronto lo estarás si sigues como vas.

-Es suficiente mamá. No quiero que me digas lo que hice mal, porque lo sé; no quiero que me trates como a una niña de 10 años, porque no lo soy y por favor, deja tu sarcasmo.

-En primer lugar cariño, bajale a tu tono porque te estoy hablando de la forma más dulce posible; tampoco te estoy diciendo lo que estás haciendo mal, porque en un par de días, cuando tu pequeña conciencia empiece a molestarte, sabrás lo que hiciste mal ... y no sé que no eres una niña de diez años, pero te comportas como tal.

-¿Por qué tienes que ser así conmigo?

-No vengas a ponerte sensible que ya no estás embarazada. Estando en mi lugar, entenderías por completo el por qué hablo así contigo. Es que yo de verdad no entiendo, ¿Por qué hacer tantas estupideces Elena? No me digas aún por llamar la atención, porque eres hija única, nada te falta; tu familia siempre está contigo; se te da amor, cariño, y la confianza que obviamente ya perdiste y tendrás ayer en cien morir ganar de nuevo.

-¡Me sentía mal por lo que me decían en la escuela mamá! - y aquí es donde empiezo a llorar.

-Eso no se justifica. Derek y yo en un principio fuimos el hazme reír de todos los padres de tus "amigos"; y eso no nos importó. Siempre te lo he dicho: "Le das mucha Importancia a cosas y a personas que no la merecen".

-Me sentí presionada, además de saber que sería madre soltera me aterraba y Alan ni siquiera había querido saber de mi.

-Y dale con lo mismo. ¿A caso es malo ser madre soltera? Hija mía, ni parece que estas viviendo en el siglo XXI. Pero ¿Sabes qué? Dejaré que seas tú misma quien se dé cuenta de cómo son las cosas. Porque en vista de que con decirte, no aprendes nada; pues hazlo por ti misma. Si te caes, no esperes a que venga yo o Derek a levantarte... y procura que el próximo idiota con el que acuestes, al menos use condón o protégete tú.

-No volveré a tener sexo...

-Sí, claro.

-Mi mejor amiga se acostó con Alan...

-¿Qué te he dicho de las amigas?

-Lo sé mamá, lo sé.

-No parece... porque todos los consejos que te di los mandaste al carajo. No sabes lo que yo hubiera dado porque mi mamá me diera todo esto que tú no has apreciado. Como es la vida. Nunca dejará de castigarme.

-Perdón mamá. De verdad ...

-No tengo nada que perdonarte.Que te mejores, más tarde envío a la nana para que te traiga algo de comer.

-No tengo hambre.

y luego de esto es cuando la veo salir por la puerta, igual que cuando llegó: sin decir palabra alguna, y yo sin parar de llorar, porque sé que todo lo que me ha dicho, es verdad, y eso duele más que todo lo que he hecho.

Ahora lamento mucho el daño que le hice a una personita inocente ... sé que esto a penas empieza y que poco a poco lo voy a pagar. Sólo espero que mi vida no sea más dura que ahora porque no sé si seré capaz de soportarlo.

Reflexionando Después De Los 40 '! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora