Capítulo 1

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Recuerdo que en primaria siempre fui una niña más o menos, tranquila. Odiaba las horas de recreo, el ruido y todo lo que hacían los demás niños. Por lo general, daba a mostrar todo lo contrario, pues siempre he odiado las preguntas. Verdaderamente, creo que desde que tengo conocimiento, odio todo a mi al rededor.

Mis padres .... dos personas adineradas, y cómo era de esperar, siempre recibí todo lo que quería, no lo que necesitaba. A veces pedía cosas sólo para pasar al menos un rato con ellos, pero ni siquiera en eso estaban presentes.

Así que comprendí que debía madurar ... aunque fuese a temprana edad, sólo que esa madurez era un poco errónea. Ja! Cómico. Sólo Hasta ahora que tengo 42 pienso que esa madurez era errónea. En fin, me importaban pocas cosas, o eso quería que pensaran los demás. Al menos, sí tenía buen promedio siempre.

Ojo con esto: amaba mi apariencia tenebrosa, pero no quería que me vieran como una niña retardada... era todo lo contrario, era algo así como la chica linda, tenebrosa, pero inteligente.

Siempre escuchaba a mi padre decir: "Es mejor ser temido que amado" y fue precisamente en mi adolescencia cuando comprendí esto. Aunque no le temía a mi padre, siempre lo considere el mayor idiota de la faz de la tierra, no sólo por la ridiculez de sus frases, sino por su actitud.

¿Saben de las personas que creen que el dinero lo es todo en la vida?... pues mi padre, es una de esas personas; o era, porque hace 10 años que murió. Al menos en ese momento Dios se acordó de mi. No es que tenga mi mente tan dañada como para alegrarme de la muerte de mi padre, pero la vida me hizo un gran favor cuando se fue.

Mi madre, pues... esa sí que supo vivir su vida al máximo. Si mi padre al menos sé hubiese enterado de una de sus tantas infidelidades, creo que moría de un infarto, o alguna cosa extraña por la impresión. Mi madre... jeje, esa no era para nada una santa; y quisiera decir que heredé algunas cositas de ella, pero mi padre era peor, así que a ciencia cierta, no sé cuál de los dos salí tan desgraciada.

Siempre había pensado en escribir mi historia, pero cada día ocurría algo nuevo y emocionante; que sentarme a escribir sería todo un desperdicio del tiempo; y siempre vi eso como algo muy valioso. Querido tiempo... tan rápido que te vas... es por eso que a mis 14 años decidí enamorarme, pero lo hice de la persona equivocada, y lo note en el momento que decidí darle mi primer beso....

Siiii... yo lo besé, pero fue entonces cuando me dijo que era gay. No fue algo para quedar traumatizada, y como comprenderán, no podía perder la oportunidad de al menos conocerlo. La verdad es que lo mejor del mundo es tener un amigo gay o confundido.

*** su nombre era Alejandro. Recuerdo sus labios, rosados y carnosos y unos ojos color miel que me volvían loca. ¿A caso pensaba que yo podría vivir con eso?... mis padres me tenían acostumbrada a conseguir lo que quería, y nunca preguntaban como lo conseguía, así que además de que Alejandro y yo éramos "mejores amigos", decidimos experimentar algunas cosas...

Esperé a mis 15 años para tener sexo con él. Aunque ya no estaba enamorada, ese chico me gustaba, manteniendo el respeto a nuestra amistad, claro está.

Mi primera vez fue un maldito fracaso, y malditamente dolió... dolió tanto que me aterraba volverlo a intentar, pero al parecer, ya Alejandro no se sentía tan identificado con su mismo sexo; y seguimos experimentando. Cada día hacíamos algo nuevo, y buscamos una revista de posiciones sexuales que imitabamos cada vez que teníamos sexo.. era divertido y excitante.

Hasta que un día .... uno de los dos se enamoró de verdad y todo nuestro juego acabó. Al menos en el sentido de que sucediera algo formal. Indirectamente amaba a Alejandro, pero más amaba la intensidad con la que me hacía el sexo y todo lo demás.
Algo me quedaba bien claro y es que, yo no debía enamorarme; por lo que era más sencillo acostarme con alguien a quien llamaba "mejor amigo", antes que decir que eramos novios o algo por el estilo.

Y es que ahora que lo pienso, el mayor ejemplo de la campaña anti amor, estaba en mi casa: verdaderamente observando la porquería de relación de mis padres, me aterraba enamorarme y caer en lo mismo que ellos. Todos los días lo mismo, y cada vez los engaños se hacían más rutinarios.

Eso... Más que nada es lo que hace odiar la monotonía. Procure desde ese entonces no aferrarme a nada ni a nadie, porque simplemente era aburrido, sólo Hasta que supe que estaba embarazada a mis 17 y todo cambió por completo.

No era sencillo dejar la secundaria sólo por un embarazo que obviamente yo no deseaba, así que junto al imbécil de Alejandro, y la ayuda de mis padres... ese bebé fue abortado.

Es lo único que me hizo tener un poco de sensibilidad después de mi niñez y lo único que me hizo volver mi corazón de piedra.... no crean que esta es una de esas historias de amor en la que a la chica le rompe el corazón un idiota y luego no vuelve a creer en nadie .... bla. . Bla.. bla... eso sería aburrido, y creo haber dejado claro que lo aburrido, no va conmigo.

Mi nombre es Juliet Smith, y aquí estoy, contando parte de mi vida y Reflexionando acerca de cosas que debí mejorar en su debido momento, pero que simplemente... sucedieron como debían suceder..

Reflexionando Después De Los 40 '! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora