22 años:
Año y medio sin saber de Derek y es todo una tortura. Creo que me ha ocurrido lo que tanto he temido: me enamoré de él; pero es precisamente por esto que pienso, que es mejor que se haya ido. No pienso en buscarlo ni en preocuparme por él, quizá y esté mejor sin mi.
Estando en la universidad (ya a mitad de carrera); rechazando toda propuesta amorosa y aceptando las sexuales (no todas, sólo con chicos que no sean muy inteligentes), recibo una carta. No es muy común que a mi me envíen cartas y menos en el día de mi cumpleaños.
Espero a llegar a la casa para leer lo que parece un mensaje de él. Pero, ¿Por qué aparece sólo así? Radicalmente .... y esto no significa que haya aparecido, es sólo un mensaje.
Me digo a mi misma: "Jul.. calma!
He buscado la manera de intentar explicarte lo que ha sucedido durante todo este tiempo; explicarte por qué me he alejado sin más.
Antes que nada, quiero desearte un feliz cumpleaños. Un día como hoy, hace 3 años te conocí, y solo en ese momento supe que lo que estaba sintiendo, se quedaría por mucho tiempo.
Me enamoré de ti... desde ese día en que me besaste y desde el momento en que decidí cuidarte sobre todas las cosas. Quizá no lo notaste porque sólo te interesaba mi amistad; pero era una amistad que yo no quería tener. Siempre te respeté y lo seguiré haciendo. Acepté que no me amabas como yo a ti; o quizá sólo acepté que tú no querías amarme. Pero sí lo sentías. .. y siempre me he preguntado Jul. ¿A qué le temes?? Si te he dado la oportunidad de conocerme y conocer mis intenciones, pero fue más sencillo para ti obviar todo lo que sabías, y estar con alguien más sólo para que yo desistiera de todo.
Te quiero, y siempre lo haré. Espero y que algún día puedas estar con alguien que de verdad te valore y te cuide; pero sobre todo, que ese alguien pueda corresponder a lo que sientas; porque puedes llegar a una etapa de tu vida en la que la persona que tú quieres, no te quiera a ti ... ¡suele suceder!
Algún día te vas a enamorar Jul... y sólo en ese momento, me entenderás.
Deseo lo mejor para ti y que puedas ejercer tu carrera de la mejor manera. Nunca te lo dije, perp tu personalidad siempre me ha parecido excelente ... tienes mucha creatividad y podrías escribir cosas fantásticas.
Feliz cumpleaños de nuevo, siempre será un honor haberte conocido. Me enseñaste mucho aunque no lo creas.
Derek!
Este es el momento en el que por una extraña razón, que no me atrevo a aceptar, no puedo parar de llorar. ¿Se supone que aún pasando todo este tiempo, debe doler??
*** Me limito a pensar en la carta, y en las palabras que él expresaba en ella. Pero hay algo que no puedo sacar de mi cabeza: "puedes llegar a una etapa en la que, la persona que tú quieres, no te quiere a ti". Creo que estoy en esa etapa desde el momento en que te fuiste sin explicación Derek.
.... ...
Recuerdo que al recibir esa carta, sólo en el momento que la leí, sentía que mi mundo se desmoronaba. Pero no me voy a engañar. En ese momento, mi vida era una porquería. Era divertido sí, el hecho que estaba con chicos a los que no les importaba nada más que una aventura de una noche, o par de horas; y era precisamente eso lo que yo buscaba.
En ese momento no entendía la razón de por qué me importaba tanto Derek, y estar con otros, me hacía pensar que podría olvidarme de él; pero es que era casi imposible.
No podía estar con alguien ni siquiera en una cita. Nunca las acepté, incluso, recuerdo haber recobrado una escena de un libro muy famoso en ese entonces: "Diario de una Ninfomana". Sólo que en este caso, el chico no lo vi en la calle, sino en una fiesta de la universidad.
Recuerdo que era un chico alto y bronceado, sexy y con una voz ronca, que te hacía pensar en cómo sería conseguir un orgasmo por parte suya; era excitante con sólo verlo. Su mirada era penetrante y hablaba por él. No era necesario que moviera sus labios para decir palabra alguna; bastaba con que sus ojos negros se fijaran en los míos.
Nos dirigimos a la azotea de la casa en donde se celebraba aquella fiesta universitaria. Tal y como ahora, todo era alcohol y Muchas drogas. Yo había tomado un poco, bueno, lo suficiente como para tener ganas de olvidar a Derek y sentir las manos de alguien como el chico que tenía en frente. Nunca supe su nombre, y él tampoco preguntó el mío.
Nos desnudamos y tuvimos sexo. Fue algo rápido, pero salvaje y excitante a la vez. A pesar de que era de noche, la luz de la luna permitía que pudiera ver sus ojos fijados en los míos; captando cada expresión, cada gesto que hacía con mi boca y mis ojos, a medida que él entraba y salía de mi cuerpo. Besó mis labios de manera ruda; dejando una leve marca, por una de sus mordidas en mi labio inferior.
Luego de terminar.. me quedé un momento en el suelo, viéndolo vestirse. Yo sólo me deleitaba con la imagen que me regalaba la noche. Ni pensaba nada, sólo me limitaba a observar cada detalle del cielo en eso momento. Ni siquiera noté el momento en que se fue, y mi mente sólo pensó una cosa, que recuerdo como ahora: "Espero no tener que volverlo a ver".
Fue una de las cosas que hice en mi juventud y que nunca he podido borrar de mi mente; no porque haya estado mal (creo que nunca pensé que estuviera mal acostarme con un desconocido); sino porque, además de ser un sexo excelente, nunca podré recordar Qué me detuvo a observar la imagen del cielo esa noche, y tampoco sé por qué razón pensé que ese chico podría ser Derek y no alguien a quien veía por primera vez.
Dicen que las acciones que cometemos, al final son como las fábulas: "tienen su moraleja". Mmm quizá, en este caso sólo puedo decir que: Hacer el amor con alguien que amas, puede ser lo mejor del mundo; pero el sexo sin compromiso, pero seguro, será siempre más excitante.
No quiero sonar contradictoria, pero se supone que estoy "reflexionado". Si mi hija en algún momento llega a leer este capítulo de mi historia, sólo te aconsejaría que no tengas sexo en tu primera cita.
...... ...
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Reflexionando Después De Los 40 '!
Novela JuvenilDicen que la vida a veces no se disfruta en total plenitud por la monotonía y la rutina; se vuelve aburrida, y que es decisión propia que se quede así o no. Mi juventud fue como una montaña rusa de emociones; alegrías , tristezas, llantos ; pero nun...