Capítulo 23º

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Dylan estaba seguro de que, la cara más divertida de todas las que los observaban, era la de Wes. El joven director parecía tener un conflicto interno, como si no supiera si regañarlos por llegar tarde o por tener esas muestras d cariño delante de todos o si, por el contrario, estaba tratando de asimilar que sus dos estrellas se acababan de besar con una complicidad que dejaba pocas dudas al respecto de lo que estaba pasando allí.

- Ay, dios mío, la que se va a liar - oculta su cara detrás del libreto de la película.

- Bueno, Ki, ahí tienes la prueba que querías - Kaya extiende la mano hacia su amigo asiático que pone los ojos en blanco antes de tenderle un par de dólares.

- Uauh, uuuaaaauuuuh - Rosa tiene los ojos abiertos de par en par, después de todo ella no los conoce de tanto tiempo como los demás.

- ¿Nadie les ha sacado una foto? Will no me va a creer - pregunta Kaya a la multitud en general.

Jacob y Dexter alzan la mano, lo han captado absolutamente todo.

- ¿QUÉ? ¿FOTOS? ¡DE ESO NADA! - Wes parece salir de su letargo.- Entregadme todos vuestros móviles, venga.

- Estás exagerando, Wes - Dylan llega hasta él y le pasa un brazo sobre los hombros.

- ¿Ah, si? ¿Tú crees? Parece que, al contrario que tú, Thomas sí entiende la gravedad de la situación.

Dylan mira a Thomas extrañado, el rubio ha pasado del rojo de un tomate maduro al blanco de una hoja de papel.

- Bien. Reunión, ¡a los camerinos! - todos lo miran tratando de procesar la orden ya que parecía que los estuviera castigando.- ¡Ahora!

- ¡Sí, señor!

Mientras enfilan el pasillo hacia el lugar mencionado, Kaya se adelanta hasta llegar a Thomas y le codea juguetona el costado.

- Qué calladito te lo tenías, eh, eh, eh. Pensaba que sería una de las primeras en enterarme si pasaba algo entre ustedes - compone una expresión triste y muy dramática, consiguiendo que Thomas ría un poco.

- Pero si acaba de pasar, Dylan ni siquiera me ha dado tiempo a acostumbrarme...

- En realidad es mejor así, Thomas.

- ¿Tú crees?

Dylan trató de abrirse paso hasta el rubio, pero Wes lo cogió de la oreja antes de que diera un paso y lo obligó a permanecer tranquilo a su lado.

- Ay, ay, ay, Wes - se acaricia el lóbulo irritado.

- Te lo mereces por imprudente.

- Tarde o temprano iba a ocurrir, ¿por qué pareces tan sorprendido?

- Porque no me esperaba que fueras capaz de ser tan irresponsable. Dylan, está bien por tu parte, pero te recuerdo que la prensa ya tiene a Thomas en el punto de mira.

Cuando todos estuvieron dentro del camerino que compartían los tres protagonistas principales (y, por tanto, el más grande de todos), Wes los observó uno por uno, de hito en hito, profundamente pensativo.

- Bien. Varias cosas: por una parte, chicos, me alegro por vosotros, sinceramente ya era hora, la tensión sexual en el set era insoportable - todos rieron con complicidad ante el sonrojo de Thomas pero, sobretodo, ante el de Dylan. Wes era el único capaz de avergonzar de aquella manera al muchacho.- Por otra parte, esto puede causar algunas... - se detuvo un momento para buscar la palabra correcta - variables desagradables. Thomas, la prensa ya la tomado contigo a pesar de las entrevistas que ha concedido Isabella. Tú habías decidido no dar ninguna, así que sería un poco extraño que de repente aceptaras alguna petición. Y, Dylan, eres un ídolo entre el público femenino. Piensa en el gran impacto que supone una noticia de este calibre. Por tanto, por el bien de vuestra relación, de vuestros amigos, del mío propio y de la película, tengo que pediros algo: sed prudentes, sed discretos.

- Wes, eso no es justo - Kaya le robó las palabras  Dylan.

Wes sabe que está siendo duro con ellos, lo sabe, pero quiere protegerlos por encima de todas las cosas, por encima del mundo. Ellos son sus protegidos.

- Lo sé - admite.- No os pido que os escondáis, os pido que dejéis pasar un tiempo prudente y que luego, poco a poco, os dejéis ver en público juntos con muestras graduales de cariño. Eso hará que la prensa rosa empiece a mascar la exclusiva y será mucho más apetitosa que la que tienen ahora. Quizás eso haga que no sean tan críticos.

- Los van a machacar igual - comenta Ki, de brazos cruzados y muy pendiente de las reacciones de Thomas, que no ha abierto la boca.

- Sí, pero pensadlo, chicos - Rosa interviene.- Si lo hacen de esta forma cuando la noticia salga a la luz habrá gente que los critique, pero también gente que los defienda. Estamos en pleno siglo XXI, por el amor de todo.

Dylan tiende la mano hacia el silencioso Thomas, que parece volver a la tierra con el gesto, y une su mano con la contraria. Dylan cierra los dedos alrededor de la fina y suave mano del rubio.

- Muy bien, Wes, haremos lo que dices. Somos actores después de todo y de los mejores - la sonrisa socarrona le llega hasta las orejas antes de ponerse serio de nuevo.- Pero este trato se acaba con el estreno de la película.

- Quedan tres meses - masculla Ki.

- Muy bien. Trato hecho, Dylan - acepta el director.- Por suerte todos os hospedáis en el mismo hotel, pero creo que os voy a cambiar a habitaciones en pisos más elevados. Aún así, si vais a hacer cosas indecentes - y se dirigía a todos al decir aquello.- Corred las puñeteras cortinas que no os cuesta nada.

- Okai, Wes - aceptó el equipo entero.

Continuará...

n/a: se acercan tiempos difíciles para nuestros chicos, pero tres meses pasan volando.

Entre líneas #DylmasNewtmasAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora