Thomas fue el primero en despertar a la mañana siguiente, pero se dio cuenta de que no podía moverse. Esperó a que su vista se adaptara a la claridad del día mientras asimilaba lo que sucedía. Unos brazos musculosos lo rodeaban, eran levemente morenos... respiró con fuerza al entender que Dylan lo había estado abrazando mientras dormían. ¿En qué momento...? Ah, ¿Qué más da? El característico olor corporal llegó hasta su nariz. Tuvo un leve cosquilleo en su intimidad sin poder hacer nada para evitarlo.
Masculló una maldición ante su poco o casi nulo autocontrol y se dio la vuelta con cuidado entre los brazos de su amigo, quería observarlo mientras dormía. Cuando estuvieron por fin cara a cara sus ojos enseguida captaron sus labios. Por el amor de...
"Quiero besarte, Dylan, te verdad que quiero hacerlo".
De nuevo, el globo de su interior soltó aire.
Thomas rozó suavemente los labios de su amigo, solo un poco...
Entonces, sintió el globo a punto de estallar y se alejó de golpe.
Lo miró asustado. No, no se había despertado. Seguía durmiendo plácidamente.
Tocó sus propios labios, afectado por las miles de sensaciones que lo habían recorrido de arriba abajo cuando lo besó. Se levantó, su problema había crecido. Se mareó levemente antes de ir al baño para poder ponerle una solución...
"Oh, joder, soy un pervertido".
Dylan comenzó a despertar tiempo después ajeno a todo lo que había sucedido. Se sintió extraño cuando notó que no había nadie más en la cama. ¿Thomas se había ido ya? Pero entonces escuchó el ruido proveniente del baño.
- En esta habitación nos damos demasiadas duchas me parece a mí... - soltó una pequeña risa.
¿Se habría levantado Thomas con ese pequeño problema tan normal en los hombres?
"Cualquier sabe, con lo correcto que es siempre, si reacciona como una persona normal".
Divertido se arrastró hasta el otro lado de la cama en busca del mando de la televisión, una vez que lo encontró encendió el aparato en un canal cualquiera, pero no pudo evitar sorprenderse con la noticia que había pillado.
El titular rezaba "el amor no dura para siempre" y en la pantalla estaba Isabella, la novia de Thomas. Subió un poco el volumen para poder escuchar lo que estaba diciendo.
- Vaya, qué poco han tardado en enterarse.
La voz de Thomas hizo que diera un brinco en el sitio y que incluso se sintiera culpable, aunque... ¿por qué? Él no estaba haciendo nada malo, solo había encendido la televisión para distraerse un rato.
- ¿Es que es verdad? - preguntó, señalando la imagen de la pantalla, al asimilar las palabras dichas por su amigo.
Thomas lo miró profundamente. Se había sentado a su lado. Luego su mirada chocolate pasó a examinar a su ahora ex novia, parecía estar bien aunque quizás fuera cosa del maquillaje. La admiró un momento más. No, estaba bien.
Llegó al lugar de la cita un poco tarde, pero allí estaba Isabella, esperándolo pacíficamente en una de las mesas de la cafetería, en la terraza. Miró a su alrededor como si pudiera descubrir a algún paparazzi antes de acercarse a ella quien lo recibió con una pequeña sonrisa.
- ¿Ha pasado algo, Bella?
- Thomas, quiero saber qué te pasa - se cruzó de brazos para dar más fuerza a sus palabras y la mirada tranquila se convirtió en severa.
- No me pasa nada ya te lo he dicho por teléfono, no sé a qué te refieres.
La chica frunció el ceño y lo miró con los ojos entrecerrados.
- Parece mentira que realmente creas que puedes llegar a engañarme a estas alturas, Thom.
- Bella...
- Ya no me quieres, ¿verdad? - soltó, de repente, la alarma en la mente del rubio comenzó a sonar con fuerza.- Al menos, no como antes.
- Bella...
- Thom, por favor, solo responde.
Las palabras no le salían, ¿cómo lo había notado? ¿En qué había fallado? Así que solo asintió levemente con la cabeza, esperando que Isabella empezara a gritarle y a increpar, que se enfadara..., pero no sucedió así.
- Lo sabía - sonrió con tristeza y Thomas pudo notar el cansancio acumulado.- Entonces, se acabó. Por el bien de los dos.
- Bella, espera.
- No, Thom, basta. Nos conocemos desde hace mucho y hemos estado mucho tiempo juntos, lo sé, por eso mismo te conozco. Estás haciendo lo mismo de siempre, te estás dando de lado por intentar no hacerme daño y... y-yo no puedo con eso. Te quiero, me duele, sí, pero... p-pero no puedo ser responsable de que no seas feliz. No puedo, simplemente.
- Lo siento...
Isabella lo miró de hito en hito y una pequeña sonrisa surcó su rostro.
- Sé de quién se trata.
- Isabella, yo... Espera, ¿¡QUÉ!?
Ella rió.
- Se nota demasiado. Si quieres mantenerlo oculto un poco más hasta que el revuelo que va a causar lo nuestro se calma... deberías intentar observarlo menos.
Thomas se había puesto tan rojo que parecía un tomate maduro y ella rió más fuerte.
- Dicho esto... nos vemos, Thomas.
Le dio un beso en la mejilla y se dio la vuelta para irse. Thomas la observó hasta que la perdió de vista y pudo percibir el ligero estremecimiento de sus hombros. La había hecho llorar, justo lo que había querido evitar todo ese tiempo.
- Sí, Dylan, es verdad - respondió, escapando de sus recuerdos gracias al aspaviento que Dylan estaba haciendo con las manos para llamar su atención, pero se detuvo nada más abrir él la boca.
"¿Debería sentirme la peor persona del mundo por alegrarme tanto?".
- Y... e-esto... - se rascó la nuca, nervioso.- ¿Estás bien?
- En teoría lo hemos dejado por mi causa, así que - se encogió de hombros.- Sólo es un poco extraño.
Dylan asintió levemente. Joder. Se sentía enormemente feliz y culpable a partes iguales.
Continuará...
n/a: ¡he vuelto! Y esto no es bueno, en serio, creo que estoy demasiado enganchada a este mundillo~ las cosas por fin se empiezan a mover, ¡muchas gracias por todo y espero que os guste el último capítulo de hoy!
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Entre líneas #DylmasNewtmasAwards
FanficDurante el rodaje de la segunda película, Dylan es consciente de que está experimentando una cantidad de cambios respecto a su amigo y compañero. A pesar de saber que se trata de ficción, el momento del rodaje en el que se encuentran y la obtención...