Capítulo 32°

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Thomas exhaló fuerte en un intento de mitigar el pánico que crecía en su interior. Delante suya se encontraba su mayor enemigo, su rival, el único capaz de hacer temblar su determinación (aunque era increíblemente bonito... -NO, THOMAS, NO CEDAS ANTE SU ENCANTO-).

Suspira por fin, sólo es un vestido, no puede ser para tanto... reúne fuerzas recordando el por qué lo hace.

- Bueno... - se rasca la nuca.- Lo más probable es que algún día me ría de esto. Espero...

Desde fuera del probador Will se masajea las sienes en un vano intento de mitigar el dolor de cabeza.

- Thomas, de verdad que no tienes que hacerlo. Sé que debe ser humillante... - repite, aunque ya ha olvidado las veces que lo ha dicho.

- Hemos hecho un trato, Will. Sólo necesito que te calles un momento.

Se pasa la mano por la cara, resignado.

- A la orden.

Entonces, su móvil vuelve a sonar. Pensando que se trata de Ki lo mira enseguida, pero juraría que su corazón se ha detenido por un segundo al ver el nombre del contacto en whatsapp. Intenta recordar cómo se respira mientras desbloquea el móvil y abre la conversación.

'Piensa seriamente en los motivos que han llevado a Thomas a aceptar tu trato. Él no hace nunca nada porque sí. Hazte una mínima idea entonces de lo importante que eres para él. Si le haces llorar te las cortaré, Poulter'.

- Gracias por contarle, Ki - masculla con sarcasmo guardando el móvil sin responder el mensaje de Dylan.

Oye un gemido ahogado desde dentro del probador y se sobresalta. Abre la puerta de golpe, asustado. Y al instante siente el calor abrasador instalarse en sus mejillas ante la visión que tiene delante suya.

No está seguro de si se ha caído o se ha sentado por sí mismo, pero Thomas está sobre la elegante moqueta roja, en el centro de una insana cantidad de tul y encaje con las manos tapando su rostro.

En su fuero interno Will se pregunta cómo es posible que parezca aún más un ángel. Tiene que inmortalizar ese momento, debe hacerlo por el bien de la humanidad. No puede ser el único que contemple semejante obra divina.

Traga saliva y se acerca a él.

- Thomas... - pero el rubio no responde, así que se arrodilla a su lado para tratar de quitarle las manos de la cara.

- ¿Sabes qué es lo peor del caso? - murmura, Will es más fuerte que él y no le permite volver a esconderse detrás de sus manos cosa que intenta cada vez que el otro lo suelta.

- ¿Que te queda bien? - aventura, recibiendo una mirada asesina del contrario que él interpreta como un sí.

Thomas se mira de nuevo en el espejo.

- En el fondo es bueno saber que sería igual de guapo e increíble siendo mujer.

- Cuidado que el probador ya está muy lleno y tu ego no cabe - Thomas ríe.- Creo que pasas demasiado tiempo con Dylan.

- Normal, ¿no? - se encoge de hombros.

"Sí... supongo que sí".

Will no ha podido apartar los ojos de sus hombros desnudos desde que entró.

- Aunque creo que si fuera mujer esto tampoco lo llenaba - comenta, pensativo.

Will sigue la mirada de Thomas hasta el busto del vestido y no puede evitar estallar en risas.

- ¿Te ríes, mal amigo? - le pincha el costado, haciendo que ría aún más.

- Creo que si fueras mujer estaría todo el rato diciéndote lo bien que serías como hombre, pecho plano.

Thomas alza los ojos al cielo.

- Aquí el caso es molestar al personal.

- Por supuesto, los amigos están para eso.

El rubio deja caer las manos sobre el regazo del vestido y su mirada color chocolate se vuelve seria de repente. Will sabe lo que se aproxima.

- Bueno, he cumplido. Me debes una explicación - se cruza de brazos.

- Thomas, no puedo tomarte en serio vestido así - lo ayuda a levantarse.- Cámbiate y hablemos mejor en otra parte.

- ¿Seguro que no quieres que mi yo con vestido guarde tu secreto? Mi yo con pantalones no se enterará.

- ¿Significa eso que será la última vez que te vea con vestido?

- ¿Acaso lo dudabas? - otra mirada asesina por parte del rubio lo hace salir del mostrador.

- Si no te importa, preferiría hablar con tu verdadero tú.

El otro se encoge de hombros.

- Vale, pero primero ayudame a bajar la cremallera. No te imaginas lo que me costó subirla - se da la vuelta para ofrecerle el mecanismo.

Will contiene la respiración y sus manos se dirigen a la cremallera. Debe tener especial cuidado para no rozar demasiado la suave y pálida piel de Thomas, pero su instinto puede más que él y una vez que ha bajado toda la cremallera recorre el centro de la espalda contraria con un dedo. Nota a Thomas sobresaltarse por su toque y eso es suficiente para devolverlo a la realidad.

- Nos vemos afuera.

Thomas se queda quieto un momento, tratando de procesar lo que acaba de pasar, pero no puede.

"¿Qué diantres...?".

Continuará...

n/a: siento que no debería habérmelo pasado tan bien escribiendo la parte del vestido xD pero no he podido evitaaaarlooooo.

n/a2: se acerca el momento, ¿cómo reaccionará Thomas?

Entre líneas #DylmasNewtmasAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora