Los próximos días transcurrieron normal. Lucas y yo íbamos y volvíamos juntos del instituto, y siempre almorzábamos en mi rincón secreto. Aunque, cada vez más, siento que aquel lugar se estaba convirtiendo en nuestra pequeña burbuja.
No sé qué estaba ocurriendo, pero tengo claro que al lado de él he vuelto a sonreír, sus chistes malos y sus tonterías de niño pequeño, hacen que mis labios se curven en una constante sonrisa; aquello me hacía sentir viva, como si hubiese renacido otra vez aquella Claire alegre que decidí enterrar hace un tiempo.
No obstante, de mi seguía apoderado el miedo, las dudas, el no saber cómo gestionar todo aquello. No acababa de confiar y de creerme que aquello tan bueno pudiera estar pasándome a mí. Siempre me he sentido sola, y la gente de mi entorno se había encargado de que aquel sentimiento, fuese totalmente realidad.
Lucas, parecía ser esa luz al final del túnel que tanto tiempo llevaba buscando, pero realmente, el haberme acostumbrado a tanta oscuridad, me impedía admirar la luminosidad de aquella luz. Siendo sincera, estoy llegando a un punto, en el que ya estoy cansada de todo, de tener que sobrevivir en un mundo, del que realmente nunca me he sentido parte de él. Estoy cansada de tener que esconderme, de tener que ocultar quien soy, de pensar las cosas, de no darme la oportunidad de ser feliz.
Sin embargo, todo queda hermoso en palabras, y yo no tenía gestos para emprenderlas. Me había quedado sin ánimo y fuerzas para seguir intentándolo. A pesar de que Lucas, sea tan maravilloso, seguía sin serle suficiente a mi corazón.
Después de darme una ducha y vestirme, tomo un desayuno rápido y salgo de casa para esperar a Lucas en el porche. Tras unos minutos, mis ojos lo divisan hacia mi dirección con una enorme sonrisa.
Cómo hacía para verse tan guapo por las mañanas.
¿Acabo de pensar eso?
- ¡Hey Clai! ¿Lista para el viernes y poder darlo todo este finde semana? - Lo mire sin entender, pues no sabía a que se refería con este fin de semana.
-Mmm si te refieres a estar preparada para trabajar un mínimo de ocho horas, sirviendo y limpiando mesas, pues sí, estoy preparada. - Digo con pocos ánimos y poniendo mis ojos en blanco. Lucas suelta un risita y niega con la cabeza.
-De eso nada Clai, quizás alguien hablo con su jefa, le pidió dos días libres para poder llevarse a su mejor amiga a un lugar especial. - Rápidamente mis ojos se posaron en los suyos.
- ¿De qué estás hablando Lucas?, ¿Qué has hecho? - Este se encoge de hombros dándose la vuelta para caminar hacia el instituto. Camino tras el hasta alcanzarlo y lo detengo tomando su brazo. Lucas nada más me mira, y suelta la siguiente frase: "Te recojo a las 10:00 mañana".
El resto del día no pare de darle vueltas a aquella situación. A dónde mierdas pretendía Lucas llevarme, qué será lo que habrá planeado. Una pequeña parte de mí se encontraba emocionada por la idea, pues Lucas había dicho que llevaría a su mejor amiga, ósea yo, OH, DIOS, HA DICHO QUE SOY SU MEJOR AMIGA, a un lugar especial. Pero, por otro lado, me aterraba la idea de que fuera otro plan para humillarme, quien sabe si allá estarían esperándonos la novia de la cual nunca me hablo y sus cientos de amigos para reírse de mí. Tome una gran bocanada de aire, y miré por la ventana, como si allá afuera encontraría la respuesta a si debería de ir o no.
La clase de literatura se acabo al rato, así que recogí mis cosas y salí disparada fuera del aula. Caminaba por los pasillos, cuando siento que alguien choca mi hombro, haciendo que mis libros y apuntes caigan al suelo. Cuando me agacho a recogerlos, la chillona voz de Ámbar hace eco en mis oídos.
-Oh, pero si eres tu pequeña Claire, perdona no te había visto. Bueno, que cosas digo, si con lo gorda qué estas es super fácil verte. - Las risas no tardan en estallar. Sí, al parecer aquel numerito había captado la atención de todos los presentes en el pasillo. Recogí rápido mis cosas y salí corriendo hacia la salida.
Una vez más, me han vuelto a humillar, y yo no he hecho nada. Simplemente corrí, y dejé que todos tuvieran la oportunidad de burlarse de mí. Llegue a mi pequeño rincón y allí estaba Lucas esperándome con una hermosa sonrisa, pero al verme su rostro cambió, y sin pensarlo, corrí hacia el y lo abrace con fuerza. Sus brazos me recibieron y me rodearon, apretándome con fuerza. Las lágrimas no tardaron en aparecer y mis rostro se empapo de ellas. Lucas acariciaba mi pelo tratando de calmarme y me sujetaba para impedir que me derrumbará.
-Tranquila Claire, estoy aquí. - Susurro dejando un pequeño beso en mi mejilla.
Levante mi rostro para que mis ojos se encontraran con los de él. Mi corazón latía súper rápido y por un momento sentí como si todo a nuestro alrededor hubiera desaparecido, quedando solo él y yo. Por un momento miré sus labios, pero me reprimí.
-Llévame lejos Lucas. - Aquellas palabras salieron de mis labios sin poder detenerlas. El simplemente asintió, tomo mi mano y corrimos hacia la salida del instituto. Caminamos más allá de mi casa, llegando hasta la suya. Nos detuvimos frente a un auto, saco unas llaves y subimos, para apresuradamente ponernos en marcha.
Mientras miraba por la ventana, sentía la mirada de lucas observarme, esperando a que le contará lo ocurrido. - Solo quiero alejarme de todo, y sentir paz, por aunque sea unas horas. - murmure suave. Un suave tacto hizo pequeñas cosquillas en mi mano, mire hacia allí, y ahí estaban nuestras manos entrelazadas. Me dio un suave apretón, en señal de que lo entendía.
Tras una hora de trayecto, paramos frente a una enorme verja, la cual se abrió y seguimos un camino hasta llegar a una hermosa cabaña en medio de un inmenso jardín y rodeada por un lago. Aquel lugar era hermoso, y en cuanto bajamos del auto, respire hondo y suspire.
- ¿Esto es tuyo? - Miro hacia Lucas con una enorme sonrisa y este niega.
-Es del marido de mi hermana. - Mis ojos se abrieron de golpe y justo cuando iba a preguntar si podíamos estar allí... - Tranquila, me la ha prestado para este fin de semana. - Asiento y él se ríe.
Cuando aquella puerta se abrió, créanme queridos lectores, que mis ojos se maravillaron y mi boca se abrió de par en par. Si ya por fuera era increíble, por dentro era una locura. Para que se hagan una idea: dos plantas, rustica, pero moderna, muy luminosa y espaciosa.
- ¿Te gusta? - Volteo hacia Lucas y casi sin palabras señalo todo.
- ¿Qué si me gusta?, por favor, Lucas esto es increíble, es preciosa. - Digo emocionada y este toma mi mano para guiarme hacia unas cristaleras, las cuales abre y así poder ver el jardín de atrás conectado con el lago.
El atardecer se veía hermoso, así que camino hacia las pequeñas escaleras del porche, me siento y admiro las vistas. Al instante siento a Lucas a mi lado, así que recuesto mi cabeza en su hombro.
-Gracias por esto, es hermoso. - Susurro, y sus brazos me rodean pegándome más a él. Y allí estamos, los dos, disfrutando de la cercanía del otro, mientras admirábamos semejante atardecer.
Será que...
¿Estoy empezando a admitir mis sentimientos por Lucas?
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Inseguridades
RomanceLas palabras son como cuchillos que cuando penetran en lo más profundo, te dejan heridas de muerte. No hablo de muerte física, sino espiritual, pues sientes que todo tu interior se desvanece sumiendose en una profunda oscuridad. Perdí aquello que al...