14.Capitulo Corregido

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Narra Lucas

Una vez ya vestido me dispuse a bajar a la cocina. De camino, el olor a beicon y huevos inundo mis fosas nasales. Entre y ahí estaba... caminando de un lado a otro, preparando las tortitas y friendo el beicon junto a los huevos.Me quede en silencio, mirándola recostado en el marco de la puerta. Se veía tan hermosa así, un tanto despeinada y acalorada, mientras mordía su labio inferior.

Como me gustaría morder ese labio...

En seguida menee mi cabeza desviando aquellos pensamientos y carraspeo mi garganta para llamar su atención.

-Hey, huele increíble.- me acerque a ella y le dedique una pequeña sonrisa.-

-Gracias.- Esta me mira con una gran sonrisa y la miro divertido. – Encontré algunas cosas y pues este es el menú del desayuno de hoy. – Se encoge de hombros tímidamente y asiento.

En seguida, me dispongo a ayudarla a terminar de preparar el desayuno y a ir colocando la mesa. Decidimos comer en el porche, para así disfrutar de las vistas mientas degustabamos unas exquisitas tortitas.

-Espero no hayas planeado envenenarme.- Bromeo mientras llevo un trozo de tortitas a mi boca. Claire rueda sus ojos y suelta una pequeña risita.

-No prometo nada, quizás ahora empieces a notarte un poco mareado. – río junto a ella y así entre risas y con un ambiente de calma absoluta disfrutamos del desayuno.

Narra Claire

Después de desayunar, dimos un último paseo por el lago y sobre las 5 de la tarde regresamos a casa.

-Otra vez gracias Luc, ha sido increíble. – digo mirando sus ojos y sin querer me desvío a sus labios. Rápidamente noto como me sonrojo al recordar nuestro beso. Ante esto, decido salir cuanto antes del auto, pero su mano me detiene.

-No hay de que, pero...Clai, por favor, no quiero que las cosas se pongan raras entre nosotros. Se que puede ser complicado, pero por mucho que intentes apartarme o guardar distancia, eso no hará que dejes de gustarme. – levanto mi mirada hacia la suya y siento como mi corazón empieza a acelerarse. Sin previo aviso, Lucas besa mi mejilla, haciendo que mi pulso se dispare. Rápidamente, sin dar respuesta a su declaración, tomo mis cosas y salgo del auto para entrar a toda prisa en casa. Una vez cierro la puerta tras de mi, dejo salir todo el aire contenido e intento relajar mi pulso.

También me gustas Lucas...

Suspiré y subí a mi cuarto. Guarde mis cosas y me metí en la cama. Necesitaba desconectar, escapar de tantos pensamientos y que mejor manera que durmiendo. Así que cerré los ojos y poco a poco fui dejando que el sueño me abrazara. Los próximos días Lucas y yo no hablamos demasiado, algunas palabras y cruces por los pasillos. La verdad, que agradecía aquello, pues necesitaba aclarar mis ideas, y sobretodo mis sentimientos. El trabajar me ayudo bastante cuando necesitaba despejarme y centrarme en otra cosa que no fuera el beso con Lucas, mis sentimientos por el y todo lo que le envolvía.

-Oye, ¿Te apetece después de cenar quedarte en mi casa a dormir? Mis padres no están, solo está mi primo y no me apetece morir del aburrimiento. – Mire a Tania mientras limpiaba la cubertería y me quede pensativa.

En verdad, seguramente me vendría bien pasar tiempo con una amiga y quizás contarle mi rayada actual. Seguramente hablando con ella, podría aconsejarme y darme cuenta de cosas que yo ahora mismo no estoy notando.

-Claro, encantada. Pero primero pasemos por mi casa y así cojo algunas cosas.- sonrió y esta asiente emocionada.

Horas después nos encontrábamos entrando en su casa. La verdad que era bastante grande: dos plantas, un jardín delantero espectacular y un toque rustico, pero moderno. Su primo Alex nos recibió con una encantadora sonrisa. En verdad era bastante atractivo. Destacaban sus increíbles ojos verdes, pelo negro y sonrisa amigable. Tras presentarnos, subimos a la habitación de Tania, donde deje mis cosas y ambas nos pusimos cómodas. Había sido un día bastante ajetreado en el restaurante y necesitabamos una buena ducha. Tome mis cosas de aseo y tras indicarme donde estaba el baño de invitados, salí del cuarto.

Bajo la ducha, los pensamientos irrumpieron de golpe en mi cabeza. Hasta ahora no he tenido que preocuparme por sentimientos. Tenía más que claro que nunca volvería a sentir nada por nadie, o bueno al menos intentarlo. Me aterraba la idea de volver a pasar por la misma mierda... de que me hieran sin escrúpulos y me hagan añicos el corazón. Lo sé, se lo que piensan. Se que es parte del ciclo de la vida, que posiblemente puede que me rompan el corazón miles de veces, hasta encontrar al indicado...pero...aún así a todos nos da miedo el llegar a sentir tanto por alguien y que al final, por equis circunstancias, lleguemos a perder la oportunidad de amar y nos acostumbremos a estar solos. Pero, creo que el amor es un arma de doble filo; puede o salir muy bien o salir muy mal. 

Realmente, a veces si me gustaría enamorarme, el dejar que alguien robe mi corazón. Pero, mis miedos, mis inseguridades, me impedían el abrirme del todo...

Creo que te estas olvidando de que estas empezando a sentir por Lucas.

Cierto, Lucas, ha sido la excepción a todo, quien ha sacado una versión de mi que creía ya muerta. Y sí, me gusta, joder, diría que demasiado. Sin embargo, no quiero perder lo que habíamos construido. Me siento tan bien cuando estamos juntos, que temo que nuestros sentimientos vayan por encima y todo pueda torcerse o cambiar radicalmente.

Al rato, tras secar mi cabello y ponerme el pijama, regreso con Tania. Bajamos a la cocina y ponemos al horno un par de pizzas. Alex, prepara un par de bebidas, mientras nosotras vamos poniendo más cosas para picar en diferentes boles. Habíamos decidido ver una película de terror, algo que me encanta, pues disfruto ver el miedo en los otros, no se...ver como dan saltitos o sueltan suspiros, me genera demasiada diversión. Cuando lo tenemos todo colocado en la mesita del centro, nos acomodamos en el sofá. Alex enciende la gigante pantalla de televisión y reproduce en Netflix la película de Anabelle. Sí, la película de la muñeca diabólica, que seguro escucharon se escapó del museo de los Warren y estuvo varios días desaparecida.

InseguridadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora