Al anochecer Lucas enciende la chimenea y prepara unas pizzas en el horno, nos sentamos en el sofá y mientras como de mi porción lo observo.
Por qué es tan atractivo. Ese rostro tan marcado. Esos ojos marrón claro, los cuales pueden hacerte perder la cabeza si los miras demasiado.
-Puedes tomarme una foto para admirarme siempre que quieras. - Muevo mi cabeza de un lado a otro saliendo de mi ensoñamiento y me encuentro con su enorme pícara sonrisa.
-No te miraba a ti, solo veía como una araña se posaba en tu cabello. - Créanme cuando les digo que tardo cero coma un segundos en ponerse de pie y empezar a sacudir su cabello. Empecé a reír sin parar, tanto que tuve que sostenerme la barriga pues ya empezaba a doler. - Dios tenías que haber visto tu cara. - digo entre risas y este únicamente me fulmina con su mirada, pero tampoco pudo aguantarse demasiado y sus risas se unieron a la mía.
No sé, aquello me hizo sentir tan a gusto, tan en calma. Escuchar el mix de nuestras risas hacía que mi corazón entrase en paz. Después de tanto reír, terminamos de cenar y nos quedamos unos minutos en silencio, mirando el fuego, ensimismados en nuestros propios pensamientos. Estas horas con Lucas, me habían hecho olvidar el incidente de esta mañana. Por primera vez me estaba sintiendo bien compartiendo con alguien más que yo misma y las cuatro paredes de mi habitación.
Narra Lucas
Verla reír hacía que mi cuerpo temblara y mi respiración se entrecortara. No se que me estaba pasando, pero no podía dejar de mirarla, siempre tenía ganas de que sus ojos se conectarán con los míos.
Tras tanto reír, ambos nos quedamos en silencio, pero a diferencia de ella yo la observaba sin que se percatará. Estaba ahí, con su mirada perdida en sus pensamientos, tan hermosa, con su pelo negro rozando sus hombros, sus labios entreabiertos, como si me estuvieran diciendo que me esperan.
Wow amigo, !!¿Eso quiere decir que quieres besarla?!!!!
¿Quería? Mierda, sí, a quien vamos a engañar, me moría de ganas por besarla. Pero ¿y si ella no quiere? Capaz y no sienta lo mismo. No podía arriesgarme a perder nuestra amistad y arruinar todo lo que habíamos construido, no podía simplemente lanzarme y ya está.
En un momento noto como sus ojos empiezan a cerrarse, seguramente estaría agotada. A pesar de que no quiso contarme que había pasado, sabía que aquello la había agotado mentalmente y que necesitaba relajarse y descansar.
Narra Claire
Mis ojos empezaron a pesarme, de repente me sentía muy cansada, así que de a poco me fui acomodando en el sofá. Pasados unos minutos sentí como unos brazos me rodeaban y me cargaban. Un delicioso aroma inundo mis fosas nasales y me acerque más para poder disfrutarlo.
Recosté mi cabeza en aquel pecho y rodeé con mis manos su cuello. ¡ESPEREN! Abro mis ojos levemente y la figura de Lucas aparece en mi campo de visión.
Okey, Claire, no entres en pánico, no te pongas nerviosa, nada más es un chico, por el que estas empezando a sentir cosas, llevándote en brazos seguramente a una habitación a que duermas.
Trato de respirar y calmarme, dejándome llevar. En cuestión de segundos, siento como me deja sobre una cama y me arropa con unas mantas. Lucas, deja un pequeño beso en mi frente, lo que hace que se me dispare el pulso, pero sin darme tiempo a hacer ningún movimiento, este sale de la habitación. Decido, no darle mas vueltas y caigo en los brazos de Morfeo.
Unas horas después escucho un fuerte trueno, que retumba por toda la casa, me despierto asustada y al desvelarme, decido ir a la cocina a por agua. Tomo del vaso mientras me acerco a las puertas de cristal que dan hacia el jardín y observo la increíble tormenta que está cayendo fuera.
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Inseguridades
RomanceLas palabras son como cuchillos que cuando penetran en lo más profundo, te dejan heridas de muerte. No hablo de muerte física, sino espiritual, pues sientes que todo tu interior se desvanece sumiendose en una profunda oscuridad. Perdí aquello que al...