22. Padres

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- Que te ganaste el respeto de las chicas más populares del cole.

- ¡¿Ah sí?! - le dije sorprendida, aunque ella parecía más sorprendida que yo.

- ¡¡Sí!! - dijo emocionada - ¡Ya no te fastidiarán como hacían conmigo hace un tiempo! ¡Tienes una gran suerte de tener un hermano guapo!

- Pues en eso tienes razón...

Lol, ¿Era eso cierto? Pues que suerte la mía, con lo extrañas que me parecían esas chicas... Pero gracias a Cris ahora tengo ventaja sobre lo que parecería ser ¡Todo el colegio!

- Oigan, ¿Qué tal les va? ¿Me extrañaron?

- No Logan, estábamos bien hasta que llegaste. – dije fastidiada.

Wendy se nos quedó mirando de una manera extraña a mí y a Logan.

- ¿Qué? - le dije extrañada.

- Ah nada, es que me da gracia verlos juntos. – dijo sonriéndome.

- Lo que pasa es que tengo tanta belleza que te me quedas mirando, ¿No es así Wendy?

Ella se giró avergonzada dándole la espalda a Logan, llegué a ver que se había sonrojado.

- ¡No tonto! Sólo me enteré de que las chicas más populares del cole le tienen respeto a Celeste.

- ¿Te refieres al trío de estúpidas que fastidian a las chicas?

- ¿Trío de estúpidas? - que feo apodo.

- No me mires así, muchos chicos le llamamos así porque sólo fastidian a las chicas haciéndoles bullying, aunque con los chicos nos miran coquetamente, no tienen vergüenza.

- Ah... – qué extraña manera de fastidiar.

- Bueno, ¿Y cómo conseguiste su respeto? - me preguntó Logan.

- Ah bueno, llegué al colegio con mi hermano, y cómo es guapo pues se interesaron por él, y cómo quieren saber de él pues yo les ayudo con tal de que me respeten.

- Ah, chantaje. Eso me gusta. – dijo mirándome coquetamente.

- N-No, no es chantaje, es sólo un acuerdo entre ambas. – dije incómoda.

- Ñe, es lo mismo, pero bueno, vayamos al patio, que está más tranquilo ahí. – dijo Logan mientras caminaba.

Wendy y yo lo seguimos con distancia, mientras conversábamos de nuestras cosas, y Logan le sonreía a las chicas que pasaban por ahí como un egocéntrico, algo que me fastidiaba mucho.

Comimos juntos mientras caminábamos por el patio, y finalmente tocó la campana indicando el final del recreo, y subimos juntos al salón para nuestra siguiente clase. Cuando llegamos hicimos una clase acerca de las familias y sus tipos, y llegó la tarea.

- Muy bien chicos, ahora como tarea quiero que sus padres escriban una "carta" dónde digan sus defectos y sus cualidades, y finalmente firmen ambos. – dijo la profesora.

Logan fue el único que levantó la mano.

- ¿Sí joven? ¿Tiene alguna pregunta?

- Sí... ¿Qué hago si mis padres no están en casa? - dijo incómodo.

- Pues cuando estén les pide que lo firmen. – dijo la profesora fríamente.

- Es que... – Logan miraba al suelo. – mis padres no se encuentran nunca en casa, pero no es por temas de trabajo, sino porque... – se demoró en responder – no están vivos.

Hasta el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora