Abrí mis ojos y vi el blanco techo de mi habitación, demoré un poco en recordar todo lo que había pasado ayer, con lo que no me dieron ganas de levantarme, pero eso significaría no ir al colegio, y no ir al colegio sería meterme en problemas, y meterme en problemas... ¿Sería enfrentarme a papá?Espero que no.
Bueno, me puse una camiseta azul un poco larga, unos jeans negros y unas zapatillas normalitas, con mi cabello suelto, pues no tenía mucho interés en peinarme, y extrañamente me sentí un poco nostálgica, como si tuviese un nudo en la garganta que me impidiese hablar bien, pero simplemente lo ignoré y seguí con mi día.
Salí de mi habitación y vi a papá haciendo leche con chocolate en la cocina, olía bastante rico, por lo que me senté en una de las sillas.
- ¡Hola hija! ¿Qué tal dormiste? - me dijo mientras ponía la jarra con leche chocolatada en la mesa.
Yo pasé saliva esperando que ese nudo que tenía no me malograse mi conversación ahora.
- Bien. ¿Dónde está mamá? - le dije mirando a mi alrededor.
- Está durmiendo. Le dije que no se preocupase, ya que yo podía ayudarle con el desayuno.
Me serví la leche chocolatada y la bebí, estaba rica, y de hecho mamá nunca lo hacía, pero bueno.
Rato después llegaron mis hermanos, Axel lo miraba asustado, y Cristian siquiera lo miraba, pasamos el desayuno en silencio, y con papá limpiando la cocina mientras silbaba una canción, nos levantamos uno a uno, nos cepillamos los dientes y salimos cada uno por su lado camino al colegio, aunque antes Cristian me detuvo.
- ¡Oye hermanita!
- ¿Ah? Dime.
- Recuerda que te tengo que recogerte todos los días, ¡todos!, a la salida, y aunque ayer no lo haya recordado, da lo mismo, porque aunque lo olvide, ¡Tu debes de hacerme recordar! No lo olvides ¿Eh?
- Ok, ok, trataré de no hacerlo, aunque que tu lo olvides también es responsabilidad tuya, ¡Que conste!
- Lo siento, me distraje con unos amigos, aunque ya no volverá a pasar, ¡Te lo aseguro! - dijo en un tono vacilón.
- Jajaja, está bien, nos vemos en la tarde.
- ¡Adiós!
Lo vi caminar en dirección contraria a la mía, rápidamente, que es como el normalmente camina.
Bueno, luego de esa breve conversación, llegué al colegio tranquilita, saludé a las chicas estas que son populares, y caminé un rato por el patio intentando distraerme, pues no veía a Wendy, hasta que sonó la campana que indicaba que debía subir a mi salón, y como sonó, subí lentamente hasta mi salón.
Y por si se preguntan por Logan, no lo vi. ;)
Las primeras horas de clase antes del recreo fueron aburridas, típicas de un colegio dónde te tocan clases que no te terminan de agradar, aunque siempre con ese extraño nudo en la garganta que me fastidió mi concentración, que triste :c
Cuando finalmente llegó el recreo, yo salí despacio y pasé por la puerta. (Ni modo que pase por la ventana)
- ¡Hola Celeste!
Me giré hacia mi lado izquierdo y vi a Logan sonriéndome, pero siempre con su mirada egocéntrica presente, y no sé si se habrá percatado o no, pero tenía unas cuantas chicas detrás de él, algunas lindas, otras no, mirándolo embobadas.
- Hola Logan.
- Wendy me llamó anoche, parece ser que le dio una indigestión por algo que comió, y no pudo venir.
- Ah, con razón no la vi en clase.
- Bueno, ¿Y tú qué tal?
- Em...
Vi a las chicas esas, no parecía que estuviesen prestando atención a nuestra conversación, pero por si acaso...
- ¿Y si vamos a otro lado? - le dije señalando con la mirada a esas chicas.
- ¿Ah? - se giró para verlas, y cuando éstas se percataron de su presencia, le sonrieron de forma amable – ¡Hola! Me voy para otro lado con mi amiguita, no me sigan, ¿Ok?
Ellas primero lo miraron de forma extraña, pero luego asintieron y sólo lo miraron.
Logan me susurró que lo siguiese, y eso hice. El bajó las escaleras, y fue hasta unas bancas que se encontraban justo al lado del comedor.
- Y... ¿Qué pasó?
- Pues...
De alguna forma, sentía que contarle a Logan lo que me había pasado haría que me sintiese mejor, por lo que eso hice, y el me escuchó con atención, siempre mirándome, y esa sonrisa que tenía al principio fue formando poco a poco una mirada más seria.
- Y ahora papá se ha quedado en casa, no sé realmente por qué motivo realmente, pero...
De repente sentí como se cortaba mi voz sin razón. Para sorpresa mía vi como lágrimas brotaban de mis ojos sin parar, y aunque quería contenerlas lo antes posible, no podía.
Simplemente no podía.
- No tienes por qué seguirme contando, sé que esto es difícil para ti, pero no te preocupes, si necesitas a alguien para desahogarte o contarle tus problemas, recuerda que yo siempre estaré para ti. – Logan me miraba, pero con una mirada muy distinta a todas las demás, como... ¿Más amable de lo normal? Había perdido por completo su típica mirada egocéntrica.
Me jaló para sí mismo, y terminó abrazándome con cariño, lo cual yo no evité.
- Tú siempre tendrás mi apoyo, querida Celeste. – dijo él. – Siempre.
ESTÁS LEYENDO
Hasta el final
Novela JuvenilCeleste vivía con muchos problemas, después de todo, así es la vida: con muchos problemas. Conocer a Logan no ayudó de mucho. Pero aún así, con tantos problemas, su vida dio un cambio inesperado apenas el llegó. ¿Llegarían a estar juntos hasta el fi...