3. Problemas

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Perfecto, estoy aquí en el colegio y no tengo ni idea de donde está mi salón, aunque tengo que admitir que este colegio es mucho más grande y bonito que el anterior, si sólo estuviesen mis amigas podría disfrutar un poco esta mañana.

Decidí ir buscando mi salón, pero waw, que cantidad de gente hay en este colegio, bueno, iba caminando por el colegio cuando me topé con un chico, y pues si sienten curiosidad o encontraba algo atractivo, alto y castaño de ojos verdes, del tipo de chico que es difícil que encontrar pero bueno, el caso es que me producía una cierta sensación, algo como que amabilidad, y algo...

- Disculpa, tengo que dirigirme a mi salón...

- Y... ¿Qué te lo impide?

- Pues... No sé si te has dado cuenta de que estás a mitad del pasillo...

Bueno, no me había dado cuenta de que estaba parada en medio del pasillo, aunque para una escuela tan grande, los pasillos son un poco (demasiado) pequeños, o al menos para mi gusto, y además había planeado hacer algún amigo y la estoy cagando apenas conocer a un chico, ¿Pero qué me pasa?

- Ehm... Perdóname por interrumpirte en tus pensamientos, pero de verdad necesito pasar...

- ¡Ah sí! Perdóname tu a mí, no deseaba interrumpirte ni nada, bueno, te dejo pasar, ojalá no llegues tarde a tu clase.

- Sí, bueno, gracias y hasta luego.

Me quedé quieta mientras que miraba como se iba y me di cuenta de que no le había preguntado su nombre. ¡Pero que tonta! Cuando me decidí a preguntarle él ya se había ido. Que mal. Me daba curiosidad conocerlo. ¿Lo volvería a ver?


Hasta el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora