36. ¿Quieres apostar?

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-    ¿P-Pero qué haces? - le dije a Logan confundida.

-    Jeje. - se había separado de mí con una sonrisa entre sus labios, y ahora me ofrecía su mano para ayudar a levantarme.

A regañadientes tomé su mano y me levanté también, pero al haber llovido el suelo se había mojado, y por eso... Toda mi espalda para abajo estaba... Mojada y helada D:

-    Ay, tu espalda. - dijo Logan.

-    ¿En serio Logan? ¿En serio? Ya me di cuenta. - le respondí con desdén.

-    Jaja tranquila. Ven, vamos a tu casa, necesitas cambiarte, no quiero que te resfríes.

Puso sus manos en sus bolsillos y se dirigió a mi casa, tranquilo, como si nada hubiese pasado.

Como si hace unos minutos no nos hubiésemos besado...

-    ¡Blue! ¿Qué te pasa? Estas toda roja, pareces un tomate, jaja.  - dijo él mientras reía, se había girado y estaba mirándome.

¿Por qué me había besado exactamente? ¿Para ponerme nerviosa o... algo más?

-    Eh... Es que esta pregunta me está dando vueltas por mi mente... ¿Por qué me besaste?

-    Ah, eso era. - dijo acercándose a mí. - Lo que pasa es que no podía aguantar no besar esa carita.

Sólo eso bastó para hacerme sonrojar, ¡Qué tonto!

- Ay, cállate.

- Tú preguntaste, no es mi culpa la respuesta que salga. - dijo él con los brazos en alto haciendo pucheros, en un intento de parecer tierno... No lo logró.

Volvió a girarse levantando los brazos como si estuviese apuntándolo con un arma, y caminó relajado a mi casa.

Cuando llegamos, le dije a Logan que esperase en el salón mientras yo subía a cambiarme, no tenía tiempo de bañarme, aunque quisiese, pues no me gusta hacer esperar mucho a las personas.

Me lave un poco y me puse una ropa un poco más cómoda: una camiseta blanca con mi jersey negro, mis leggins blancos y unas zapatillas viejas que tenía escondidas pero que no quitaban lo cómodas que fueran.

Baje luego de un rato al salón, viendo a Logan distraído con la televisión encendida, no hacía falta ni que le dijese "Ponte cómodo, estás en tu casa."

- Wow. - dijo él cuando se volvió a verme.

- ¿Qué pasa? - pregunté.

- Nada, solo que...

Baja su cabeza un poco avergonzado.

¿En serio?

Este chico es peor que una chica en sus días. Tan bipolar...

- ¿Solo que qué? - le preguntó impaciente.

- Por alguna razón extraña de mi mente, no me había fijado en lo hermosa que eres.

Otra vez siento como el color se me sube a las mejillas. Genial, ha vuelto a hacer que me sonroje.

- Logan, ¿Qué te pasa hoy?

- Ya te dije que no sé.

¿Y si...?

No, no creo.

Pero o sea, y si...

- Oye Blue. - su voz interrumpe mis pensamientos.

- ¿Qué?

- Me gustas.

¡¿Qué?!

- Logan, ahora no deseo que bromees...

- No estoy bromeando.

¿Y por qué tanta seriedad? Me está poniendo nerviosa.

- ¿N-No?

- Para nada, jaja.

Cuando me di cuenta, me encontraba con Logan delante mío sacando el poco cabello que me cubría el rostro.

- ¿Sabes? Tengo muchas ganas de besarte.

Mi corazón no paraba de latir rápidamente, ¡Estaba acercándose a mí y no sabía que hacer!

Dos opciones pasaron por mi mente, dejar que me bese o... Salir corriendo.

Opté por la segunda opción y me fui corriendo al piso de arriba.

- ¡Blue!

- ¡Lo siento! ¡Me voy a demorar! ¡Puedes irte si quieres!

Sinceramente, no tenía ganas de verlo en un rato... Me daba mucha vergüenza lo que estaba pasado...

Principalmente no quería verle la cara, pero parece que Logan no opinaba lo mismo que yo.

- ¡No te preocupes! ¡Te espero! - gritó él desde abajo.

Oh no.

Luego de estar un rato encerrada en mi habitación, me di cuenta de que no podía estar ahí dentro sin hacer nada, necesitaba... Salir.

Baje al salón con las pequeñas esperanzas de que Logan se hubiese ido, pero cuando dirigí mi mirada al salón, para mí mala suerte... Seguía allí, sentado en el mismo sitio de antes, pero esta vez revisando su celular.

- Te dije que te esperaría.

Ahora no se levanta, creo que es buena señal.

- No creí que lo harías.

Luego se hizo ese típico silencio incómodo que tanto odio en las conversaciones.

Hasta que...

- ¿No tienes nada que decir? - escuché decir a Logan.

- ¿De qué?

- De que hace unos momentos me confesé y te dije que me gustas.

- Ah si... - dije algo incómoda - lo pensé en poco cuando... Estuve escondida en mi cuarto, y lo siento, pero...

- Oye, oye, no te estoy pidiendo que me des una respuesta ahora, porque si de algo estoy seguro, es que te enamorarás de mí. Solo tenía curiosidad por saber que opinabas, pero si no opinas nada, todo normal.

- ¿Qué me enamorare de ti? ¿En serio? Sigue soñando.

- ¡Ay Dios! ¿Quién no se enamoraría de mí? - dijo señalando su cuerpo como si de un Dios se tratase.

- Ja, tal vez alguna chicas se enamoren de ti, pero será porque no te conocen. Yo sí, y sé que eso jamás llegará a pasar. Te lo aseguro.

- ¿Quieres apostar?

Hasta el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora