25. Jamás te creeré

17 5 3
                                    


Con sólo recordar la última vez que papá estuvo en casa se me ponían los pelos de punta, pero luego de eso, no quería ni pensar que pasaría si vuelve...

- No pienses en eso, lo vemos después, mientras tanto piensa en disfrutar estos momentos, y, ¿Sabes? Me gustaría pensar que ha cambiado en este tiempo sin él... – vi como una pequeña chispa de emoción llegaba a los ojos de mamá.

No deseaba desilusionarla, por lo que no le dije nada, pero no esperaba que el cambiase, pues aunque tal vez hayan personas que... si cambian, estoy segura de que gente como papá no cambia nunca, sólo tal vez "calman" por un tiempo sus sentimientos.

- Está bien, bueno, gracias por haber sido sincera conmigo, aunque sigo sin entender que quiere hacer aquí, y no me vengas con lo de que desea pasar un rato con su familia, estoy segura de que tiene otras intenciones, pero bueno, voy a mi cuarto, chau.

Le di un beso en la mejilla, y antes de que me pudiese decir algo me fui con un paso apurado en dirección a mi cuarto.

¿Por qué? ¿Por qué volver? Se me hizo un nudo en la garganta rápidamente, no aguantaba pensar en que el volviese, tal vez ya lo dije antes, no sé, no sé lo que digo... No puedo explicar lo que siento... ¿Miedo? ¿Terror? Sólo con pensar en tenerlo aquí, en comer con él, respirar el mismo aire que él...

No sé si sonaré muy drástica, tal vez un poco sí, pero es que yo siempre he odiado la violencia familiar, y desde que ese hombre que dice ser mi padre se fue de casa, he vivido mucho mejor, y hablo por mi madre, mis hermanos y yo, los cuatro somos más felices sin él.

Pero bueno, ya vería que es lo que pasaría cuando llegase, y aunque me producía una cierta inquietud, no iba a fastidiarme mis días sólo por llegar, y si intentaba algo, no iba a dudar en demandarlo.

Luego de un rato llegaron Axel y Cris de no sé dónde, y luego estuve conversando con Wendy, haciendo un poco de tarea y revisando mis redes sociales, hasta que oí como sonaba el timbre de la casa, pero lo ignoré, si era el, no deseaba verlo para nada, pero mi mamá me llamó para que fuese a "recibirlo". Nerviosa fui hasta la puerta para verlo. Axel y Cris aparecieron detrás de mí serios, parece que ya se habían enterado.

Mamá abrió la puerta y vi a un hombre completamente distinto al que yo recordaba, el que yo recordaba era un hombre descuidado, siempre despeinado, y con el ceño fruncido, y éste se veía arreglado, más contento y con una sonrisa que iluminaba su rostro.

- Hola, ¡Estoy muy contento de verlos otra vez! - dijo con una sonrisa.

Pues yo no estoy nada alegre de verte aquí otra vez, maldito. – pensé.

Cris se quedó mirándolo con odio, parece que al igual que yo no tenía ningún interés en perdonarlo, y Axel más parecía que tenía miedo, claro, él era algo pequeño cuándo él estuvo en casa por última vez, y en ese tiempo cambió mucho, un poco para mal según yo, pero aunque a veces fuese pesado, me daba pena.

- Sí, bueno... – mamá nos miró, para luego mirarlo a él. - ¿Qué tal te ha ido el tiempo qué no estuviste con nosotros?

- Sí, ¿Ya pensaste en lo mal que te comportaste? - le dije yo.

- Claro, he reflexionado sobre todo, y sé que lo que hice fue horrible, lamento haber reaccionado así, en serio.

No te creo para nada, pero si deseas seguir gastando tu voz, habla y ya.

- Lo lamento tanto hijos... lamento haberles causado traumas sin pensar en lo que ocasionaría... – se le veía triste.

Que falso.

Como ni mis hermanos ni mi mamá dijeron nada, él siguió hablando.

- He venido aquí principalmente para enmendar mis errores, pues sé que lo que hice estuvo mal, todo el tiempo que no estuve con ustedes pensé mucho en eso, y por eso me quedaré unos días, intentaré hacer lo mejor posible para que se sientan bien y no les incomode, ¡Les juro que lo intentaré!

¿Quedarse unos días? Pff... Mi vida cotidiana tranquilita se acaba de arruinar.

Hasta el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora