28. Gracias

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Permanecimos abrazados por unos minutos, sentía el corazón de Logan latir con fuerza, y también rápidamente, parecía que estaba nervioso o emocionado, aunque no lo aparentaba, pero bueno, las lágrimas habían dejado de salir, Logan me había ayudado, por lo que levanté un poco mi cabeza, y vi que estaba con los ojos cerrados, mientras sonreía.

-         Oye Logan...

-         Dime.  – movió sus labios pero no abrió los ojos.

-         Te agradezco por todo esto, pero... ¿No se está haciendo un poco incómodo?

-         Para mí no.

-         Ya.

Me siguió abrazando, y justo antes de soltarme, me abrazó con fuerza, como si no quisiese volverme a soltar, yo sólo abracé su cuello y me dejé llevar.

*POV Logan*

No podía soltarla. ¡Simplemente no podía! Me sorprendió que me aceptase abrazando mi cuello, pero bueno... Que su padre le pegase a su madre, a su familia y... ¡A ella! No podía explicar lo que sentía, una mezcla de sentimientos en mí interior se encontraba, como una mezcla de odio, rencor, miedo y lástima. ¡Y encima volver a su casa! ¡Sinvergüenza! Ese hombre no razonaba con claridad. Pero lo que más me sorprendía era que Celeste no dijese nada. ¿Por qué no se quejaba? Claro, yo no pienso como ella, tal vez, al ser tan tranquila, no le gustaba ocasionar problemas.

Sentirla junto a mí... Hacía que se me erizara la piel, y como su cabeza llegaba hasta mi pecho, estaba seguro de que sentía que estaba nervioso, pero tenerla tan cerca...despertaba una emoción extraña en mí.

¡Ah, es verdad! Había olvidado por qué había ido rápido a verla, nada más oír lo que indicaba el inicio del recreo.

Tuve que separarla de mí para poder decirle lo que quería hacer en primer lugar, aunque cuando la separé, vi una expresión de sorpresa en el rostro de Celeste, yo sonreí.

-         Oye...

-         Dime.

-         ¿Puedo ir a tu casa hoy?

Abrió los ojos bien abiertos, lo que me hizo reír mucho, y se inclinó hacia adelante ligeramente y yo le toqué la nariz divertido, para que luego ella cerrase los ojos inmediatamente, yo me seguí riendo.

-         ¿P-Pero qué dices?

-         No te preocupes, no te quiero stalkear...

Ella rodó los ojos. Yo sonreí y seguí hablando.

-         ...sólo que había olvidado por completo la tarea de química, pero estoy al día en todos los temas explicados a lo largo del curso, por lo que no tienes que preocuparte por el tema, si no por tenerme en tu pequeña casita.

-         ¡Oh, es cierto!

Parecía que ella también lo había olvidado, que alegría, no soy el único.

-         Bueno...  – se quedó pensativa un momento – Está bien, después de todo es mejor hacerlo lo más rápido posible, que estoy segura de que así como nos olvidamos de esto, también nos olvidaremos de hacerlo próximamente, y no quiero empezar mi año escolar con una mala nota, así que... Ok, puedes venir a mi casa.

-         ¡Yeeeee!

Podré ver al papá de la pobre Celeste, necesito saber si pasa algo en mi presencia... Celeste me preocupa, y más si lo mantiene todo en silencio, quedarse callada no le ayuda a sentirse mejor, pero no sé por qué no lo demanda, o por qué su madre no se divorció cuando tuvo el momento, no sé.

El día transcurrió bastante rápido, ella llamó a su casa y me dejaron ir, y yo la animé muchas veces, pues no quería que volviese a colapsar, y bueno, luego del abrazo que le di, ella estuvo mejor, antes se le veía un poco más pálida, y gracias a mí, jeje, luego de un rato la sonrisa volvió a su rostro, lo cual a mí me alegró bastante.

Rápidamente llegó el fin del día, y Celeste y yo nos dirigimos camino a su casa.

Hasta el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora