Capítulo 8: Confusión.

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Aquel sujeto quien me mira furiosamente me dice: - salga de ahí señorita- diciéndolo de manera enojada.

Salgo gateando lentamente de la mesa. Puedo sentir como la gente murmura y me mira. A lo lejos escucho la risa del duque ese, quien se acerca a nosotros

-Hajajaja, no te lo dije Eline esta chica es diferente, muy diferente a las demás.-dice el viejo en tono burlón.

-Pero Giselle, querida ¿qué haces ahí?-pregunta Eline preocupada.

-yo estaba...- iba a decir algo pero el sujeto que me encontró comenzó a hablar.

-Madre ¿conoces a esta chica descuidada?-pregunta un poco sorprendido

-Pero Jean, como no la voy a conocer si es tu prometida-dice Eline mientras me mira y acomoda mi cabello que se alborotó por estar bajo la mesa.

-¡Que! -responde el dichoso Jean en un tono muy fuerte y este al ver que atrajo la atención de los invitados de la fiesta me toma del brazo bruscamente y me lleva a una sala cerrada cerca del salón. Supongo que para no arruinar su fiestecita. Mientras Eline nos sigue por detrás.

Al llegar esa persona Jean Vighers me suelta bruscamente haciendo que caiga sobre un gran sofá. –Auh- <<sin duda la gente noble era la más respetuosa>>

Eline entra a la sala y Jean alzando la voz comienza a preguntarle acerca de todo lo ocurrido en la fiesta y acerca de mí. Eline un poco nerviosa pregunta

-Acaso ¿no es ella tu prometida Jean? -dice Eline desilusionada.

-No, fíjese que yo... - digo tratando de explicar. -¡SILENCIO! -de inmediato soy detenida por esa persona: Jean. << ¡Que sujeto tan arisco!, esto no se va a quedar asi, ¡cada vez que quiero hablar nadie me deja! >> pienso mientras aprieto mis puños contra mi vestido.

-Madre por favor, dime que soy el primero que se entera de este asunto de la "prometida" -dice haciendo énfasis en la palabra prometida y esperanzado.

Eline un poco nerviosa comienza a explicarle lo que ya sabemos: << que lamentablemente no, que él es la última persona en enterarse que tiene una prometida pues Eline se encargó de difundir la noticia incluso entre los caballos del establo. >> pienso mientras rio silenciosamente con una sonrisa macabra. No sé porque pero el hecho de que esa persona Lord Vighers esté sufriendo me causa satisfacción. <<Se lo merece por ser un altanero>>

Jean se sienta colocando sus dedos en sus sienes. Comienza como que a reflexionar en el asunto. De repente esa persona se levanta y comienza a decirle a Eline.

-Madre sabes que realice esta fiesta con el único motivo de convencer al duque de Hamilton que me brindara su apoyo en la corte para efectuar mi plan. ¡Este pequeño error puede afectar todos mis planes! -Dice casi gritando, Eline solo se limita a guardar silencio.

De momento hay un silencio infernal que invade la sala. <<Creo que es mejor que intervenga ahora>> Es entonces cuando aclaro mi garganta y me dispongo a confesar la verdad que me aqueja.

-Disculpen -digo con voz firme atrayendo la atención de Eline y Lord Vighers. -En realidad yo soy... -digo media frase, sin embargo soy interrumpida por el duque de Hamilton quien entra azotando la puerta y riendo a carcajadas. << ¡No puede ser! ¡Esto ya es el colmo! ¡Nadie me deja hablar! Hasta parece una cómica situación. >> digo mientras desprendo un sonido de desagrado.

- Disculpen, ¿Ya terminaron su charla?- dice el duque Hamilton con un tono casi infantil. –Lord Vighers ¿me permitiría charlar un rato más con su prometida y con su madre?- Dice de repente el viejo. << ¿Charlar o seguirse burlando de mí? >>

-Disculpe, Duque de Hamilton por todos los disturbios acaecidos en la fiesta, fue un gran error.-dice Lord Vighers un poco apenado.

-El único error que usted cometió, Lord fue el llevarse a su prometida de la fiesta- dice el viejo en tono divertido.

¿Disculpe? – Contesta Lord Vighers en modo interrogativo.

-Si lo que pasa es que afuera es demasiado aburrido y a mí  parecer la fiesta es más divertida si tu prometida está afuera haciendo destrozos. –El duque se comienza a reír escandalosamente, de momento parece muy tierno, luego se detiene y comienza a decir: -No pienses mal, es que tu prometida me recuerda mucho a mi hija Alice que murió hace 3 años por causas desconocidas. Ella también era diferente a las demás chicas y a menudo se metía en problemas. Me gustaría poder observar su rostro debe ser tan linda como el de mi hija, pero gracias a esta mala visión mía, que no puedo ver rostros de las personas, no puedo ver la cara de tu prometida. <<Acaso es... ¿prosopagnosia? O... ¿no? >> Me pregunto mientras escucho la conversación del duque y Lord Vighers quien sorprendido por el relato aclara su garganta y mirándome con picardía dice.

-Bien de ser así puede pasar el tiempo que desee con mi madre y mi prometida- Dice Jean mientras ríe maliciosamente y disfruta del rostro de sorpresa que se refleja en mi cara.

-¿Eh? Pero si dijiste que ella no era... --Dice Eline demasiado sorprendida pero Jean la detiene y complementa su frase. –Si madre dije que no era mala persona, todos estos disturbios deben de ser un error.

Sorprendida por todo lo que está ocurriendo alzo la voz y digo –Esperen, esperen todo esto es un error, ¡yo no soy prometida de este cabeza dura!- digo casi gritando.

-Lo siento querida, pero ahora eres mi prometida y debes comportarte como tal, ¿Crees que al duque de Hamilton le gustará tu desapropiado comportamiento? –dice Jean de manera pretenciosa y arrogante.

-Es cierto señorita Giselle, no apruebo este comportamiento, así que acompáñeme a la fiesta- Dice el duque en tono burlón mientras hace una señas con sus manos para salir de la habitación.

-¡Que! , No puede ser, no sé en qué momento la situación se volvió así pero ¡no puedo soportarlo más!- Digo de manera casi furiosa mientras observo las caras de sorpresa de Eline, Jean y el duque. Y en un movimiento brusco, salgo enojada de aquella habitación tomando mi vestido con mis manos para poder caminar más rápido. No me detengo a observar sus expresiones de este acto, pero escucho que conversan y de momento los 3 comienzan a seguirme por detrás tratándome de detener. Así que comienzo a acelerar el paso. <<No sé en qué momento me involucre con estos locos, pero escapar es la opción más razonable, después buscare al tipo del sombrero >>

Voy casi trotando por medio salón tratando de escapar, cuando escucho gritos de las doncellas y de algunos caballeros pidiendo ayuda. Volteo mi cabeza para observar la situación y al parecer un anciano vestido muy elegantemente se ha desmayado, hay muchas personas alrededor. Eline y Lord Vighers que me persiguen parecen detenerse sorprendidos ante tal situación, Esa persona, Jean se dirige hacia ese anciano gritando – ¡Padre, Padre! Se encuentra bien.- dice un poco asustado. Pero al parecer el anciano se ha desmayado. <<Tal vez pueda ayudar, recuerdo que en mi mochila había una bolsa con medicamentos>> pienso en se momento reacciono, me golpeo un poco y digo – ¡Es mi oportunidad para escapar y que nadie me detenga!- digo mientras veo la puerta.

Sin embargo hay un fuerte sentimiento de culpa al ver a esa persona y el anciano tirados en el suelo. Recuerdo que en la escuela de medicina (antes de que la dejara,¡claro!)  una vez nos dijeron que teníamos que hacer todo lo posible por preservar vidas. Sin embargo es mi única oportunidad de escapar de este lió. Mi vida también tiene que ser preservada. ¿O.. no?

Me detengo por unos segundos observando la puerta y al anciano tirado en el suelo, creo que es el momento de decidir. ¿Escapar o Ayudar?

Y después de un momento, decidida me dirijo hacia esa dirección... -¿Por qué mi conciencia no me deja en paz? –Me replico enojada.

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--¿Desde cuándo se desmayó? –Pregunto a una señorita observando el reloj de mi muñeca mientras tomo su pulso.


Sueño a Flor de TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora