Una historia sobre viajes en el tiempo.
Giselle Andrew, es una joven novata londinense que sueña con convertirse en chef gourmet; Un sueño que se ve interrumpido por su excéntrico jefe quien le hace la vida imposible. Giselle no se da por vencida...
Aunque no sé si alguien haya notado mi ausencia....
Buen Día... Me gustaría pedirles una disculpa por demorarme en actualizar, espero no me odien, quería escribir pero tenía un bloqueo y aparte con mi escuela no tenia tiempo, muchas veces pensé en dejar esta historia pero Jean y Giselle no me dejaron jajajajaj ok no.
Bueno me gustaría comentar que trataré de actualizar más seguido y buscaré un tiempo para escribir capítulos.
Espero no me odien...
Y por si algunos ya olvidaron la historia pueden leerla de nuevo... lo siento sé que detestan esto. :(
Sin más les dejo el capítulo 14.
Gracias
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Jean Vighers se encontraba sentado en su estudio con una mano en el mentón, estaba muy preocupado y esto era evidente; Temía que su padre muriera o le pasara algo. Pues era obvio que alguien estaba atentando contra su familia, y él no permitiría dicha atrocidad. Se preguntaba a menudo quién había envenenado a su padre y quién le había dado órdenes al doctor para después asesinarlo.
Tenía que reconocer que si no hubiese sido por esa chica extraña, su padre no seguiría con vida. Aunque le costaba reconocerlo, sentía que debía darle las gracias, pero por alguna razón no quería hacerlo. Además esa chica tenía que disculparse primero, de acuerdo con él, aparte de lidiar con el problema de su padre, tenía que resolver el problema de su supuesta "prometida".
Jean no veía ningún beneficio en tener una esposa, la idea nunca le agradó. Sin embargo, su madre Eline siempre insistió en emparejarlo con una de las chicas de sociedad, de hecho, hace tres años aproximadamente estaba comprometido con una chica de familia muy adinerada, pero ésta huyó con un sujeto a América y nunca más supo de ella. Jean ya no quería pasar por este tipo de vergüenzas, por lo que se reservó de tener una esposa o de estar comprometido. Detestaba la idea de que él fuera nombrado entre los chismes de la sociedad por tener una prometida o esposa. Por ello se encontraba enojado con esa chica extraña quien difundió entre toda la soirée que ella era su prometida, tratando de sacar provecho de la situación. De ahí que Jean se resistía agradecerle haber salvado a su padre.
Dejo esos pensamientos a un lado y se dirigió a la habitación de su padre, en donde se encontraba Eline cuidándolo desde la noche.
— ¿Cómo se encuentra mi padre?— Decía Jean acercándose al lecho de su padre.
— Parece que está un poco mejor que el día de ayer. Sin embargo su temperatura está aumentando, es mejor que llame a algún doctor —contestaba Eline con un rostro lleno de preocupación y una voz apagada.
