Narrador neutral
Jean de Vighers salió de la mansión en su caballo en búsqueda de Giselle, no sabía qué pensar, no sabía si creer que se habría escapado o de verdad la habían secuestrado. Solo estaba preocupado por ella, aunque lo trataba de ocultar.
Asi pasaron dos días de búsquedas sin respuesta, las sospechas de que había sido secuestrada, estaban más presentes. Incluso Agnés comenzó a extrañar a su compañera de clase y Robert comenzó a sentirse igual que antes.
Todos buscaron a Giselle, pero nadie la encontró. Jean se preguntaba cómo una chica podía escapar así como así. Alguien tenía que haberla visto, por lo que preguntó por todos lados, hasta que dio con una señora que le comentó que había visto una chica como la que buscaba, corriendo por el parque.
En ese momento Jean, recordó cuando se encontraba cabalgando en el parque y algo llamó su atención: una chica se encontraba oculta detrás de un árbol, en ese instante no le pareció relevante, pero comenzó a analizar la situación y se dio cuenta que esa señorita que se estaba ocultando era ella: Giselle y podía estar en el parque.
Se dirigió al lugar y buscó por todos lados, pero ella no estaba ahí. Molesto y preocupado tomó la correa de su caballo y comenzó a caminar de vuelta a casa, jalando de su caballo, pues estaba muy cansado como para cabalgar.
Pasó enfrente de una enorme casa, con un jardín y una reja. Él seguía su camino perdido en sus pensamientos, hasta que un sonido muy peculiar llamó su atención: al otro lado de la reja se encontraba ella, tarareando una canción. Estaba sentada sobre una silla colgante leyendo un libro, tenía un vestido ligero, sus pies estaban descubiertos y ella sonreía como nunca jamás la había visto. La esperanza llegó a Jean al verla ahí, a salvo; sin embargo fue rápidamente consumida por una enorme ira y un poco de celos que no quería demostrar. Aquella chica que deslumbraba parecía muy feliz, en la casa de ese malvado de Wright. No tenía que usar esos pesados vestidos, no tenía que acomodar libros o aprender la etiqueta. Solo...era ella misma. Estaba molesto y eso era evidente. Se acercaba la guerra.
Cuando ella lo observó detrás de la reja, realmente se sorprendió, sabía que estaba en problemas por haberse escapado. Se sintió culpable y solo agachó su cabeza incómoda mirando sus pies desnudos.
En ese momento Jean abrió la reja y dirigiéndose a la chica se colocó frente a ella, dispuesto a sacar toda la furia que lo estaba consumiendo por dentro, pero antes de que él pronunciara algo, ella habló primero.
— Lo siento —musitó Giselle mientras cubría uno con otro sus pies desnudos.
— ¿Lo siento? ¿¡Lo siento!? ¡¿Sabes cuánto tiempo te busque? Estaba preocu... — comienza a gritar sin embargo se detiene, tratando de controlar su ira.
— Vamos a casa —ordenó, recogiendo sus zapatos, encaminándose a la puerta.
— ¡Espera! No puedo irme necesito avisarle a —replicó Giselle sin embargo se detiene al ver a través de la reja que Evan Wright había llegado a casa.
Bajó de su caballo, estaba empezando a llover, observó a Jean de Vighers ordenándole a la chica que creía era su esposa, así que molesto y un poco arrogante se dirigió a él. Pues desde hace mucho tiempo entre ellos había conflictos, ambos no se soportaban. Y ahora Evan Wright no soportaba que ese sujeto viera a su esposa de esa manera.
— Vighers, ¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Evan quitándose sus guantes y levantando una de sus cejas un poco molesto, llamando la atención de Jean.
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Sueño a Flor de Tiempo
Ciencia FicciónUna historia sobre viajes en el tiempo. Giselle Andrew, es una joven novata londinense que sueña con convertirse en chef gourmet; Un sueño que se ve interrumpido por su excéntrico jefe quien le hace la vida imposible. Giselle no se da por vencida...